El G20 no es el G7 y no margina a Rusia
Indonesia, que preside el G20, rechaza presiones occidentales, entre ellas del G7, para que expulse a Rusia, que confirma que asistirá a la cumbre anual de noviembre. Resignado ante el veto anunciado por China, EEUU pide ahora invitar a Ucrania a la cita de las 20 primeras economías del Planeta.
Indonesia se mantendrá parcial en su presidencia de turno del G20, que agrupa a las 20 economías más ricas del mundo.
Así lo aseguran fuentes diplomáticas del poblado país insular y musulmán del sudeste asiático ante las crecientes presiones occidentales para expulsar a Rusia de las organizaciones internacionales por la guerra contra Ucrania.
«Seguiremos con nuestra presidencia imparcial y encontraremos soluciones a medida que los problemas se presenten», señaló diplomático pero firme Dian Triansyah Djani, co-sherpa indonesio en el G20 en un desayuno con periodistas en la capital.
El diplomático confirmó que Yakarta envió invitaciones a todos los miembros de la organización para asistir en noviembre a la cumbre anual del G20 en la isla de Bali. Y que las remitió el 22 de febrero, dos días antes del comienzo de la invasión rusa de Ucrania.
«Indonesia siempre ha basado su diplomacia sobre las reglas de procedimiento y los precedentes, lo que incluye a la organización del G20», insiste Dian Triansyah Djani, quien añade que el país concentrará sus esfuerzos sobre las cuestiones económicas y la recuperación mundial tras la pandemia porque «el G20 es el principal forum económico internacional».
Un foro cada vez más multipolar
El G20, fundado en 2020, es un foro internacional que agrupa a 19 países industrializados y emergentes de todos los continentes (Argentina, Brasil, México, EEUU, Canadá, Sudáfrica, Turquía, Arabia Saudí, India, China, Corea del Sur, Japón, Australia, Indonesia, Rusia, Gran Bretaña, Alemania, Estado francés e Italia), más la Unión Europea. El español es un Estado invitado permanente y el resto de países de la UE están representados por Bruselas
La embajadora de Rusia en Yakarta, Lyudmila Vorobieva, confirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin, tiene intención de asistir a la cumbre, agradeció a Indonesia que mantenga su invitación a Rusia y pidió que no ceda a las presiones de EEUU y otros países para excluir a Moscú.
«Dependerá de la situación de la covid, que hasta ahora está mejorando. En este momento la intención es asistir, (Putin) quiere venir (a Indonesia)», señaló en una conferencia de prensa en la capital indonesia.
Rechazo a las presiones occidentales
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha confirmado, en sus comparecencias en las tres cumbres a las que ha asistido en Bruselas (OTAN, G7 y UE), que está presionando para que Rusia sea expulsada del G20
El primer ministro australiano, Scott Morrison, mostró su preocupación por la eventual asistencia del presidente ruso. «La idea de sentarse en la mesa con Vladimir Putin..., es ir demasiado lejos», señaló Morrison, quien, eso sí, descartó un boicot a la cumbre si asiste el inquilino del Kremlin.
Y es que varios países del G20 opondrían su veto a una exclusión de Rusia.
China rechaza esa medida, recuerda que Rusia es un «miembro importante» del G20 y asegura que nadie tiene derecho a expulsar a un país.
La embajadora rusa en Indonesia denunció que «la reacción de los países occidentales es absolutamente desproporcionada», y se preguntó por qué no se han aprobado sanciones contra Israel por sus ataques a Gaza o contra EEUU y la OTAN por el conflicto de Libia.
No le falta razón a Vorobieva al destacar los dobles raseros y las contradicciones de Occidente. Pero convendría matizar que, en el caso de Gaza, la propia Rusia, que mantiene buenas relaciones con Israel, no se ha destacado precisamente por su defensa de los gazatíes.
La embajadora rusa insistió en que, «de hecho, el G20 no es un foro para discutir la guerra, para solventar este tipo de crisis, en realidad es un foro destinado a mejorar la situación económica, resolver problemas económicos»
G7 y resignación
Por de pronto, y mientras el G7 (que agrupa a las siete principales economías menos China) aprobó presionar para expulsar a Rusia de las instancias internacionales, Biden parece resignado a la imposibilidad de incluir al G20 en su presión a Moscú, el inquilino de la Casa Blanca señaló que si no se puede hacer eso, si Indonesia y otros no están de acuerdo, (...) tendríamos que permitir que Ucrania también pueda asistir a las reuniones»
Cuestión que, aparte de la incongruencia de incluir a una economía como mínimo modesta como la ucraniana entre los 20 grandes, se revela complicada porque no está claro que los rusos permitan la participación de delegaciones ucranianas en las reuniones ministeriales preparatorias de este año, en el que se abordarán asuntos que van desde los retos de la estratégica región del Indo-pacífico hasta el dossier de las gigantes tecnológicas.
El G20 no es el G7 y muestra las grietas crecientes del orden mundial liberal unilateral.