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Una concentración muestra en Iruñea el rechazo a la instalación de macrogranjas

Una concentración con el lema «Stop Ganadería Industrial. No nos callarán» ha denunciado la instalación de macrogranjas en Nafarroa y la «mordaza» que la empresa Valle de Odieta, da Caparroso, trata de imponer a quienes se posicionan en su contra.

 

La concentración ha tenido lugar junto al Monumento a los Fueros. (Iñigo URIZ | FOKU)

Una concentración convocada bajo el lema «Stop Ganadería Industrial. No nos callarán» ha denunciado este sábado, junto Monumento a los Fueros de Iruñea, la instalación de macrogranjas en Nafarroa.

En esta protesta, la Plataforma Navarra contra las Macrogranjas ha dado a conocer las adhesiones recibidas ante la denuncia judicial presentada contra catorce colectivos y quince personas por parte de la macrogranja Valle de Odieta, de Caparroso, por sus declaraciones públicas acerca de la actividad de esta empresa. Las partes han sido citadas a un acto de conciliación el 30 de marzo.

En la concentración se han portado pancartas con el lema de la convocatoria y otras en las que podían leerse frases como «Libertad de expresión» o «En defensa de los animales». También carteles con consignas como «El agua y la tierra, fuentes de vida», «Los digestores contaminan la tierra», «Cogen dinero, dejan mierda» o «¡Quiero beber agua de mi pueblo!».

Portavoces de la plataforma han leído un manifiesto en el que han explicado que su intención «no ha sido otra que la de defender el medio ambiente y exigir a la Administración que cumpla con su deber en la protección del mismo. Estamos convencidas de que esta situación responde a una estrategia de la empresa para amedrentar a los colectivos y así evitar que se conozcan las consecuencias que este modelo acarrea».

«Consecuencias ambientales y sociales»

«Más allá del debate sobre el maltrato animal –han añadido–, existen toda una serie de consecuencias ambientales y sociales nocivas. Hablamos de la gestión de la enorme cantidad de residuos generados, de la inevitable contaminación de tierras y acuíferos por nitratos y otros elementos».

En el manifiesto se remarca que este modelo industrial «ahonda en la dependencia agraria de los combustibles fósiles, de los fertilizantes y de los antibióticos, sostiene dinámicas de deforestación para el cultivo de soja y otros monocultivos que alimentan al ganado, tanto en nuestro entorno como en otras partes del mundo. Lejos de generar empleo, precariza las vidas de las personas que viven en el medio rural de las macro-explotaciones, monopoliza recursos, y a medio plazo no genera riqueza alguna sino pérdidas».

La Plataforma Navarra contra las Macrogranjas alerta de que «estamos a las puertas de una emergencia climática, en plena crisis internacional y económica por la cada vez mayor escasez de combustibles fósiles. No es un secreto que vienen años de sequías. Por eso, creemos que hipotecar nuestro entorno para el beneficio económico de unos pocos es una irresponsabilidad lamentable».