Concentraciones piden más enfermeras en Osakidetza y denuncian el deterioro de Osasunbidea

Sendas concentraciones convocadas por el sindicato Satse han exigido un aumento de 1.600 enfermeras en Osakidetza para dar un servicio de calidad y denunciado el deterioro de la sanidad y las deficientes condiciones laborales que sufren enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas en Osasunbidea.

A convocatoria del sindicato Satse, sendas concentraciones celebradas en Gasteiz e Iruñea han pedido más enfermeras en Osakidetza y han denunciado el deterioro de Osasunbidea, respectivamente.

En el primer caso, una treintena de delegados de esta central se han concentrado ante la sede de Osakidetza en Gasteiz, tras una pancarta en la que se leía en euskara ‘Pedimos soluciones. Por nuestra dignidad profesional’. Durante la misma, se ha solicitado un aumento de algo más de 1.600 enfermeras en la plantilla para poder dar un servicio de calidad y mejorar las condiciones laborales del colectivo.

La portavoz de Satse, Amaia Mayor, ha recordado que la media de la UE es de 8,8 enfermeras por cada 1.000 habitantes y en estos momentos, en Osakidetza hay 4,6, una cifra que ha considerado «francamente insuficiente».

Tras aclarar que esta es la cifra de media y que hay países del norte de Europa con «números muchísimo más elevados», Mayor ha recalcado que en una sociedad avanzada como la vasca el objetivo es que «la población tenga una atención de calidad».

Por ello, el sindicato de enfermería estima que harían falta 1.606 profesionales más, unas 187 en Atención Primaria, «solamente para que hubiera una enfermera por cada médico de familia» y para que el número de tarjetas sanitarias de cada una ronde las 700.

Ha recordado que la plantilla estructural de enfermería en Osakidetza es de unas 8.500, pero «una cosa es esa plantilla estructural y otra muy distinta el número de enfermeras que trabajan habitualmente» en el servicio, con una temporalidad del 40%.

«Deficientes» condiciones laborales en Osasunbidea

Mientras, en Iruñea, enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas se han concentrado también a convocatoria de Satse frente a la sede de Osasunbidea para denunciar el «deterioro, abandono y precariedad» de la sanidad pública, así como sus «deficientes» condiciones profesionales y laborales.

En la concentración, en la que se ha portado una pancarta con el mismo lema que en Gasteiz, el vicesecretario del sindicato, Pedro Aicua, ha denunciado que la Administración y los partidos políticos «han traicionado el interés general» en relación a la sanidad pública.

«Están dejando evolucionar su enfermedad sin apenas reaccionar, lo que supone un continuo estado de agonía de sus servicios, con el consiguiente perjuicio para la seguridad y salud de los navarros y navarras», ha declarado a los medios de comunicación.

Aicua ha destacado que no estaban concentrados solo enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas, «sino también ciudadanos, pacientes y usuarios que quieren manifestar su absoluto rechazo a la situación de progresivo abandono y precariedad que sufre el Servicio Navarro de Salud».

«Parece que, como el foco informativo ya no está centrado en la pandemia, esta Administración se ha relajado todavía más si cabe y sigue sin cumplir los compromisos. Todo son planes y medidas a futuro, futuras acciones de acceso a los centros de salud, futuros refuerzos, futuras plazas y a día de hoy, ni siquiera ha resuelto diferentes procedimientos que están en proceso», ha criticado.

El portavoz de Satse ha reclamado «respeto, dignidad y el fin de la política de brazos cruzados», ya que «todos los problemas del SNS se han hecho crónicos» y «los arrastraremos durante años».

Mientras que al conjunto de la ciudadanía «le sigue preocupando y mucho el estado de nuestra sanidad, como reflejan las últimas encuestas, a los responsables políticos y públicos no les importa nada y se enzarzan en otras polémicas y debates muy alejados del interés general y necesidades de la población», ha indicado.

Aicua ha exigido mejoras laborales y reconocimiento profesional y retributivo para el personal de enfermería y fisioterapia, más recursos humanos y materiales, dotar a los centros de salud con las infraestructuras necesarias para adaptar la nueva configuración de los diferentes estamentos y así «propiciar la mejor atención posible a la ciudadanía» y, sobre todo, la aprobación en el Congreso español de la Ley de Seguridad del Paciente, todavía en tramitación.

También ha exigido la jubilación voluntaria anticipada y la clasificación de todos los profesionales en el grupo A, sin distinguir entre A1 y A2, ya que «nuestra responsabilidad no es menor que la de cualquier otro grupo profesional».