El agua del Errobi se vuelve naranja debido al hierro de una mina cercana
El jueves tarde las aguas del Errobi se volvieron naranjas a la altura de Itsasu a consecuencia de la liberación de agua debido al derrumbe ocurrido en una mina de pirita hierro cercana. El río abastece a Baiona, por lo que se está utilizando una fuente de agua alternativa.
Las aguas del Errobi cogieron un color naranja el jueves hacia las 16:30 a la altura de Atekagaitz, en Itsasu. Las autoridades fueron alertadas, y más tarde se supo que se trataba de agua que había sido liberada naturalmente de una mina de pirita hierro cercana. Debido a este incidente se ha tenido que cambiar la fuente de abastecimiento de agua de la zona de Kanbo, Itsasu y parte de Baiona, que normalmente se hace desde este rio.
La causa de dicha liberación fue un derrumbe ocurrido en el interior de la mina situada en Arrosa. Exactamente se trata de pirita de hierro que antes servía para fabricar ácido sulfúrico.
No es la primera vez que ocurre un incidente de este tipo, por lo que los vecinos de la zona se han dirigido a los responsables de la Mancomunidad Vasca, Suez y la Prefectura, que se ocupan del abastecimiento de agua en esa zona. Las tres instituciones han puesto en marcha dispositivos de vigilancia y de seguridad para permitir a los habitantes seguir bebiendo el agua del grifo.
La Oficina Francesa de la Biodiversidad está evaluando el impacto que está teniendo en la flora y fauna. Mientras se realizan los estudios, se ha prohibido la pesca en la zona de Laxia.
Los diferentes Servicios del Estado, Servicio Departamental de Incendios y de Socorro, la Mancomunidad Vasca y los ayuntamientos de las localidades que se han visto afectadas han comunicado que seguirán la evolución de la situación.
En declaraciones a Mediabask, la concejala Nicole Etxamendi afirma que, además del color, también había olor a azufre. El alcalde de la localidad recibió las primeras llamadas hacia las 16:30, por parte de pescadores que se encontraban en la zona de Atekagaitz.
Mina antigua
Se trata de la mina de hierro más antigua de los Pirineos. Según Etxamendi, un pedazo de pirita habría hecho efecto de tapón provocando la acumulación de agua, y su peso habría provocado el derrumbe.
Hacia las 20:30 el agua ya se estaba aclarando, y el viernes por la mañana el color fue a ser más habitual, aunque el problema son los posos que hayan quedado en el fondo del río.
Aunque dicha pirita de hierro ha tenido efecto en la fauna de la zona, especialmente sobre las truchas, Etxamendi afirma que no se vieron peces flotando en el río.