Gurpegi se gradúa con el Basconia tras no conseguir sacar rendimiento al Bilbao Athletic
El tercer equipo rojiblanco se ha clasificado para disputar la fase de ascenso a Segunda RFEF en el estreno de Carlos Gurpegi como primer entrenador. El de Andosilla inició el curso como ayudante en el filial hasta que fue relevado el cuerpo técnico.
El balance de Carlos Gurpegi en los meses en los que ha dirigido al Basconia es gratamente satisfactorio. Ha cosechado diez victorias, seis empates y tan solo cuatro derrotas. Además, estuvo diez jornadas sin perder y el tercer equipo del Athletic disputará las eliminatorias por el ascenso, segunda vez que lo consigue en las últimas tres temporadas.
Su primera experiencia como máximo responsable de un equipo «ha sido una gozada» y agradecía la predisposición de un grupo de jugadores compuesto en su mayoría por juveniles. «Lo que han conseguido los chavales tiene mucho mérito», ha remarcado.
Gurpegi formó parte del cuerpo técnico de Valverde durante una temporada tras retirarse. Ejerció también como embajador institucional del club y se encargó junto a Tiko de los entrenamientos específicos de los canteranos.
A sus 41 años, tomó las riendas del Basconia a mediados del pasado mes de diciembre. Llegaba en sustitución de Patxi Salinas que fue ascendido al Bilbao Athletic tras el relevo de Imanol de la Sota por los malos resultados. El de Andosilla estuvo como segundo técnico del filial en el primer tramo de la temporada y dirigió al equipo en el partido ante el Racing en Santander por la ausencia por coronavirus de De la Sota.
Los cachorros encadenaron hasta 13 partidos sin ganar y la dirección deportiva optó por cambiar las piezas para esquivar el descenso. El filial ha reaccionado y acaricia la permanencia a falta de cuatro partidos. Cuenta con un colchón de cinco puntos.
Gurpegi comentaba que le ha dado «vueltas» para analizar por qué no funcionaron las cosas y consideraba que desde el cuerpo técnico no fueron «capaces de sacar rendimiento» a jugadores que la temporada anterior habían sido «importantes» en el filial. Además, entraron en una dinámica negativa de resultados, empezaron las «dudas» al tratarse de una categoría nueva como la Primera RFEF y «tuvimos que dejar el equipo».
Ibai Sanz y Hugo Rincón en un partido con el Basconia. (@AthleticClub)
En el Basconia tampoco arrancaron bien los resultados. Se estrenó con una derrota ante el colista. 1-0 ante el Beti Gazte en Lesaka y después empataron a cero el segundo encuentro contra el Barakaldo en casa. Asimismo, Salinas ascendió a jugadores como Luis Bilbao, Malcom Adu Ares y Gerenabarrena.
Gurpegi asumía con naturalidad no poder contar con esos jugadores, pero ha destacado la respuesta del equipo para unirse y salir adelante en los momentos complicados. Los delanteros Ibai Sanz y Álvaro Marín -ascendido a mitad de temporada desde el juvenil- han sido los máximos goleadores del equipo con siete tantos cada uno. Unai Gómez también ha aportado en esa faceta con cinco goles -los mismos que Gerenabarrena- junto a Beñat de Jesús con cuatro. El portero Álex Padilla, los defensas Hugo Rincón y Raúl Chasco que ya han jugado con el Bilbao Athletic, o el centrocampista Rego han sido de los más destacados.
El Basconia ha acabado la fase regular en quinta posición y disputa este domingo (17.30 horas, Lasesarre) la primera eliminatoria de la fase de ascenso ante el Beasain. Un rival «peligroso» que cuenta con jugadores como Alain Eizmendi y Orbegozo y al que se han enfrentado hace apenas un mes.
Aquel encuentro terminó en empate, pero en esta ocasión el tercer filial rojiblanco necesita la victoria para pasar a la siguiente ronda. En caso de ganar se enfrentará al vencedor del duelo entre Portugalete y Barakaldo. El equipo que se imponga en esa eliminatoria disputaría después una final ante el ganador de otro grupo de Tercera RFEF.
Consciente de que las elecciones en el club pueden traer cambios en el organigrama técnico de Lezama, Gurpegi recalcaba que encara con la máxima «ilusión» la fase de ascenso y que se centra en «disfrutar» del presente sin preocuparse por lo que pueda deparar el futuro.