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Zubieta sufrió 86 paradas en su primer año, Zabalgarbi 3 en 2021

La incineradora de Zubieta sufrió 86 paradas y arranques durante su primer año de funcionamiento en sus dos líneas de incineración, cuando la recomendación europea es evitar este tipo de paradas y arranques. Cabe señalar que durante todo 2021 la de Zabalgarbi, en Bizkaia, solo registró tres paradas.

Instalaciones de la incineradora de Zubieta que sufre numerosos fallos, según un informe. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)

La incineradora de Zubieta sufrió 86 paradas y arranques durante su primer año de funcionamiento. En concreto fueron 53 en su primera línea de incineración y otras 33 en la segunda línea de incineración. La normativa europea establece que este tipo de instalaciones han de funcionar en continuo, con una o dos paradas al año a lo sumo para labores de mantenimiento. Por ejemplo, la incineradora de Zabalgarbi, en Bizkaia, hizo 3 paradas en todo 2021, y una de ellas, de un mes, estaba ya programada para labores de mantenimiento.

El dato sobre las 86 paradas y arranques está recogido en un estudio realizado por Gorka Bueno, doctor ingeniero de telecomunicaciones y especialista en sostenibilidad, y Carlos Arribas, físico y especialista en contaminación industrial al que ha tenido acceso GARA. Según se explica, han llegado a dicha conclusión una vez accedieron a las respuestas de las cuestiones planteadas a la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Lakua, a partir del informe del Programa de Vigilancia Ambiental de la actividad del 2021 (PVA) presentado por GHK (Consorcio de Residuos de Gipuzkoa) el pasado mes de marzo ante dicho departamento.

En el informe se observa que hay problemas técnicos serios con los hornos, sobre todo con el de la Línea 2

Tal cantidad inusitada de paradas y arranques no son una mera cuestión de fallos técnicos, sino que tiene graves efectos ambientales que se derivan de las operaciones de parada y arranque, por las emisiones de gases y componentes contaminantes que se producen como consecuencia de los mismos.

En un informe elaborado por GuraSOS se explica que la Comisión Europea, en sus conclusiones sobre las Mejores Técnicas Disponibles (MTD) para la incineración, aprobadas en 2019, establece en su propuesta 16 que las plantas de incineración deben funcionar de modo continuo, limitando en lo posible las paradas y arranques por las emisiones de gases y componentes contaminantes que se producen como consecuencia de los mismos.

Límite de emisiones superado

Pese a que inicialmente GHK anunció oficialmente que «no se prevén superaciones de los valores límite ni de los umbrales con respecto a los diferentes parámetros mediante los que se evalúa la calidad del aire ambiental», según la documentación remitida a este diario se superaron en muchas ocasiones.

Marcha en Lasarte contra la incineradora de Zubieta, el pasado mes de mayo. (Jon URBE | FOKU)

Los óxidos de nitrógeno han superado siete veces y con creces los valores límites de emisión, en concreto el de los valores medios semihorarios de 140 mg/Nm3, llegando a duplicarlos el 23 de marzo de 2021 a las 5 de la tarde. Se ha sobrepasado el limite de emisión de monóxido de carbono más de 250 veces e incluso ha multiplicado por siete su valor máximo. Y la emisión de Carbonos Orgánicos Totales se han superado en 393 ocasiones, rebasando hasta ocho veces el máximo permitido.

Según explica GuraSOS, «estos compuestos orgánicos son indicadores de la presencia de los contaminantes más peligrosos como los llamados orgánico-persistentes (dioxinas y furanos, cloradas y bromadas, hidrocarburos aromáticos policíclicos, entre otros)».

Residuos de Zaldibar

Cabe recordar que en Zubieta se están ahora incinerando residuos que anteriormente se llevaban a Zaldibar. GuraSOS subraya que ya avisó de que esa decisión conllevaba la incineración de residuos peligrosos.

Según el PVA presentado en marzo por GHK, la sospecha se ha acreditado puesto que ofrece muestreos de caracterización de esos residuos con una composición de hasta el 18% de residuos peligrosos, «que se incineran pese a no tener autorización».

 

GURASOS EXIGE «MECANISMOS DE CONTROL DEMOCRÁTICO EFECTIVO»

En relación a los datos del informe, la opinión de GuraSOS es que «ponen en duda la viabilidad técnica y legal de una instalación claramente sobredimensionada y contaminante, así como un fracaso de gestión». Sostiene que este sobredimensionamiento se dio «por encima de cualquier razón técnica. Los inversores exigían una escala mínima de 200.000 toneladas año para poner en marcha el proyecto y las autoridades guipuzcoanas dieron el sí a sabiendas de que como poco uno de los hornos sobraba».

Explican que así «se pagaba el doble de lo necesario y, además, se hacía un doble daño a la salud y el medio ambiente. Por un lado incluyendo en el proyecto residuos que no son municipales (lodos de saneamiento, industriales, de demolición de pequeñas obras…) que contienen muchos de ellos residuos y sustancias peligrosos. Y por otro, se permitía un uso no continuado de la planta que aumenta exponencialmente la contaminación».

GuraSOS apunta que «nuevamente asoma la opacidad y la falta absoluta de transparencia», lo que refuerza «la necesidad de mecanismos de control democrático efectivo, normativizados e institucionalizados, contando con la participación y auditoria de expertos de confianza de las asociaciones ciudadanas interesadas que sirvan para poner luz, rendir cuentas y adoptar con urgencia medidas para garantizar la salud de las personas y el medio ambiente».

 

PROBLEMAS GRAVES PARA LA GENERACIÓN DE ELECTRICIDAD

A primeros de mayo el transformador principal de la incineradora de Zubieta sufrió otro «accidente industrial grave» que, según denunció GuraSOS, lo inutilizó para generar electricidad y verterla en la red, que es precisamente el objetivo de esta instalación.
Según fuentes consultadas por este diario, en la actualidad la incineradora está funcionando con un transformador provisional que sustituye al transformador averiado. Tiene una potencia de 7 MW frente a los 28 MW que en realidad precisa para la generación de electricidad. Se estima que como mucho podría estar generando 4 MW/hora lo que supone funcionar al 20-25% de lo presupuestado.

Según el informe, es evidente que, al margen de esta última avería, «hay un gran problema desde el punto de vista de generación eléctrica. La instalación fue capaz de acercarse a su capacidad nominal tan sólo una semana de todo el año, entre el 13 y 19 de julio de 2021. El resto del año estuvo estado generando 5, 6 u 8 MW/h, es decir entre una cuarta y una tercera parte de su capacidad».

Los autores del documento señalan que «las razones exactas se desconocen, toda vez que las autoridades no han informado de ello». Pero  «parece que existen problemas en las fases de combustión (hornos), en la generación (turbina) y desde luego en la transformación (transformador), ahora quemado y en reparación».

El documento se acompaña de dos gráficos en los que se que compara el perfil de generación de la planta de Zubieta obtenida del Registro de generación en la Planificación Horaria del Operador del Mercado Ibérico Eléctrico, muy debajo de sus límites, y el de Zabalgarbi, que durante todo el año alcanza un resultado cercano al valor nominal.