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Agrotopia


Agrotopia es el nombre que ha recibido el proyecto realizado por la colaboración de los estudios Van Bergen Kolpa Architects y META, y que se ha materializado sobre la cubierta de la sede de REO Veiling en la ciudad de Roeselare, en Flandes.

La empresa REO Veiling es líder en el mercado nacional e internacional de frutas y hortalizas frescas. Y anualmente, mueve desde esta sede aproximadamente 650 toneladas de 65 tipos diferentes de frutas y verduras. Llamativamente su sede era en realidad un pabellón industrial de grandes dimensiones sin ninguna vinculación con lo agrícola o lo rural. Una suerte de inmensa nave que no es otra cosa que un complejo logístico lleno de herramientas del transporte, la carga y descarga, y la distribución.

Sobre ese corazón logístico, el proyecto persigue reconectar la actividad de la empresa con su razón de ser, la producción de alimentos, por lo que transforma las cubiertas en campos de cultivo. Aprovecha así una vista espectacular del extenso paisaje y de la ciudad, colocando la horticultura urbana en lo alto de la actividad industrial e insertándola en el horizonte de la ciudad de Roeselare.

Se trata, por lo tanto, de una intervención de 9.500 metros cuadrados, que aúna las instalaciones de investigación de alta tecnología para el cultivo de frutas y hortalizas de hoja, y áreas vinculadas a la educación. Por este motivo, una especie de sendero educativo para el público general rodea toda la construcción. Además, la instalación organiza cuatro zonas climáticas diferentes, donde se puede seguir de forma separada el cultivo de tomates y lechugas pero también el de pimientos o fresas.

Agrotopia, como su nombre indica, nos enfrenta a la utopía de devolver la huella del edificio, el suelo que este consume, en forma de campo productivo. En este sentido el proyecto tiene también algo de prototipo, de experimento. La construcción de un invernadero sobre un edificio existente no se había realizado nunca antes a esta escala; y presentó muchas oportunidades y desafíos. La integración del invernadero de acero con la subestructura de hormigón y las complejas instalaciones ha dado como resultado un verdadero edificio público con una calidad arquitectónica excepcional para esta ciudad flamenca.

Uno de los mayores desafíos fue conciliar las necesidades de las instalaciones de investigación en un invernadero y, por lo tanto, un ambiente cálido y húmedo con los requisitos de un ambiente más lúdico adaptado a los visitantes. Ya que en el clima artificial del invernadero de Agrotopia no solo las plantas deben prosperar; también es un lugar donde la gente acude a aprender y trabajar.

Para lograr esto, se crearon espacios box-in-box, cajas dentro de la caja, para la investigación y la educación con un clima adaptado a las personas. Y en los espacios públicos, se utilizó nebulización para atenuar la sensación térmica en los días calurosos.

Desde un punto de vista material y constructivo, Agrotopia es una orgullosa escultura transparente de acero y vidrio, que subraya tanto su función agrícola como pública. Para ello, la arquitectura se compone de una esbelta construcción de invernadero que se recorta contra el cielo y descansa sobre la base de hormigón de la nave logística existente.

El acceso, una amplia escalera ascendente, conduce a la plaza de horticultura urbana en el corazón del edificio donde se encuentran las instalaciones para los visitantes. En el invernadero, que construye su fachada principal a lo largo de la carretera de circunvalación, se puede encontrar un invernadero de doble altura para el desarrollo de cultivos en vertical. Un sistema innovador orientado a producir alimentos con el menor consumo de suelo posible.

Modelo circular

En la fachada lateral, cuatro grandes cilindros de hormigón dan apoyo al invernadero. Son en realidad cuatro aljibes que almacenan el agua de lluvia recogida en la cubierta, y que luego se utiliza para regar los cultivos. El edificio intenta no perder ni una gota de agua. Incluso el exceso de riego es de nuevo reaprovechado. Al regar las plantas, la escorrentía se recicla y reutiliza. Lo mismo se aplica a la energía, en invierno, cuando el invernadero requiere de un aporte de energía, este se calienta con el calor excedente del incinerador de residuos del área logística. En resumen, Agrotopia propone un modelo circular, que aplicado a la ciudad podríamos denominar de simbiosis.

El invernadero vuela en los dos laterales de la antigua nave, y se aleja en cierto modo de una estética industrial, gracias a las expresivas fachadas facetadas en vidrio transparente. En el lado del acceso principal, se forman ventanales verticales de vidrio a los que se han agregado protectores solares específicos, preservando también las vistas entre interior y exterior.

La creciente y urgente necesidad de utilizar el espacio de la manera más sostenible, eficiente y económica posible esta generando una tendencia creciente hacia la agricultura urbana, especialmente como una forma de activar el espacio residual de las ciudades. En Agrotopia, dos mundos anteriormente independientes, la logística industrial y la agricultura, se unen en un solo edificio dedicado a la agricultura urbana.