El retorno de Bielsa, la arriesgada apuesta de Arechabaleta para ganar las elecciones
El entrenador argentino cuenta con fieles defensores entre los seguidores rojiblancos tras rozar la gloria durante su primera temporada en el Athletic. Sin embargo, también tiene muchos detractores por una segunda campaña marcada por las polémicas y los malos resultados.
Marcelo Bielsa es uno de esos entrenadores, mejor dicho personas, que no dejan indiferente a nadie. Su figura trasciende el mundo del fútbol y no entiende de grises. Al igual que despierta simpatías en muchos ámbitos y es venerado, amado y admirado por sus seguidores, también suscita controversia por su forma de ser o las polémicas que se generan a su alrededor. Por algo le llaman ‘El Loco’.
En Bilbo permanece en el recuerdo aquella rueda de prensa ofrecida sobre las obras de Lezama en la que se auto inculpó por golpear a un trabajador. Hizo tambalear los cimientos del Athletic y a parte del «establishment» vasco al arremeter contra una de las principales constructoras del PNV. El club no le defendió y marcó un antes y un después en su relación con la directiva.
Nacido en 1955 en la ciudad argentina de Rosario, misma localidad de la que proviene Leo Messi, Bielsa ha sido el profesor para entrenadores como Guardiola. Idolatrado en su país, a pesar de no tener un currículum tan extenso de éxitos, deja huella en cada club por el que pasa. Todavía le recuerdan en Chile por sus andanzas con la selección o le siguen llorando en Leeds tras ser destituido a mitad de la última temporada. Las lesiones de jugadores importantes y los malos resultados acabaron costándole el puesto al argentino.
Pero los aficionados le siguen queriendo con locura y, además de adornar murales, para ensalzar su legado, recaudaron dinero para pagar una página en un diario argentino y mostrarle su agradecimiento.
Su trayectora está repleta de anécdotas y la mayoría de los jugadores a los que ha entrenado hablan maravillas sobre sus entrenamientos y sabiduría futbolística. No todos ya que los jugadores que no contaban para el argentino estuvieron prácticamente apartados del grupo en Lezama.
En el Athletic hizo soñar a todo un pueblo en su primera temporada. Llegó en las elecciones de 2011 de la mano de Josu Urrutia. Se impuso en las urnas a la candidatura de Fernando García Macua que apostó por la continuidad de Caparrós.
Empezó titubeante y, hasta le sonrió la suerte al superar una previa europea sin jugar la vuelta. Ese golpe de fortuna sirvió para iniciar una andadura en la Europa League que todavía sigue enmarcada en la memoria rojiblanca. Noches inolvidables con auténticas exhibiciones. La victoria en Old Trafford fue una oda a su fútbol y cambió el paradigma de un Athletic que comprobó que es posible competir ante los mejores del mundo y crecerse en los mejores escenarios.
En esa primera campaña alcanzó las finales de Europa League y Copa. Sin embargo, el conjunto rojiblanco se derrumbó en el tramo final y, como sucedió con Marcelino el año pasado, perdió ambas finales.
El curso siguiente arrancó con la polémica de las obras de Lezama a la que se añadió la marcha de Javi Martínez al Bayern y la negativa de Llorente a renovar. El ambiente se enrareció mucho y se filtró una charla del técnico tras perder las finales en las que llamaba «millonarios prematuros» a los jugadores.
La segunda temporada fue un fracaso total. Eliminados en Europa en la fase de grupos, por el Eibar de Garitano en Copa -cuando el conjunto armero competía en Segunda B- y sin pena ni gloria en Liga. En las dos temporadas con Bielsa el equipo se quedó en mitad de la tabla en el campeonato regular. Su balance de resultados en todas las competiciones es de 113 partidos, 43 victorias, 39 derrotas y 31 empates.
Desde la candidatura de Iñaki Arechabaleta llevaban varios días levantando expectación entre los seguidores y el pasado miércoles varios medios de comunicación han asegurado que va a contar con Bielsa. Este jueves presenta el proyecto económico y dejó para el este lunes dar a conocer el nombre del técnico. Con la confirmación de la apuesta por el argentino ha conseguido generar ilusión entre los aficionados. Y, al mismo tiempo, remontar en las preferencias de los socios ya que fue el que menos apoyo recibió en cuanto a avales.
Apostar por el argentino puede ser una baza que desequilibre las elecciones, aunque también tiene sus riesgos por su particular carácter. Además, si algo no le encaja, es capaz de abandonar el barco como hizo en la Lazio. Desde que dejó el Athletic ha entrenado en la liga francesa al Olympique de Marsella y al Lille. Revivió algunos buenos momentos en ambos equipos, pero acabó saliendo por la puerta de atrás por desavenencias con las directivas.
En Inglaterra consiguió el ascenso a la Premier con el Leeds, aunque no ha podido finalizar su segunda temporada en la élite. Casualidad, o no tanto, fue sustituido por Jesse Marsch, el técnico estadounidense con el que Arechabaleta había mantenido contactos para que fuera su entrenador.