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2021, otro año más con más muertes que nacimientos en Nafarroa

El crecimiento vegetativo de Nafarroa (excluyendo saldos migratorios con otros países o territorios del Estado) volvió a ser negativo en Nafarroa. Murieron 663 personas más de las que nacieron. A pesar de ello, en 2021 nacieron más bebés que el año anterior, cosa que no sucedía desde 2014.

Las madres nacidas en otros países aportan uno de cada cuatro nuevos navarros. (GETTY)

El año 2021 dejó en Nafarroa 5.115 recién nacidos y 5.778 fallecimientos. La Comunidad Foral entró en saldo vegetativo negativo en el año 2017, pero han sido los dos años del covid los que han disparado esta tendencia. En 2020 la diferencia entre fallecidos y nacidos ascendió a 1.663, cuando la mayor diferencia que se había detectado había sido de 421 (2018).

La reducción del este saldo vegetativo negativo (como se denomina a la diferencia entre nacimientos y muertes de personas inscritas en Nafarroa) con respecto al año en que llegó el coronavirus se debe a un leve incremento de la natalidad (crece un 1,6%) y –fundamentalmente– por la reducción de las defunciones (cayeron un 13,3%).

Si se comparan las defunciones de 2021 con las de 2019, el último año sin covid, el año pasado se coloca casi en parámetros de normalidad, con una diferencia del 3,8%. 

Con todo, los números de Nafarroa son mejores que la CAV, pues allá el saldo vegetativo entró en números rojos ya desde 2012, si bien esto ha sido compensado por el efecto migratorio, tal y como se refleja en el último informe del Eustat, que no incluye datos de 2021.

En cuanto al incremento de la natalidad, el informe de Nastat apunta algún dato de especial interés. El más llamativo es el incremento de nacimientos de madres de 40 o más años, que ha crecido un 53,1% en la última década. En 2011 el 5,3% de los nacimientos fueron de madres de 40 años o más mientras que en 2021 ese porcentaje se eleva hasta el 10,7%.

 

Saldo vegetativo en Nafarroa, por años. (NASTAT)

Asimismo, el retraso de la maternidad se observa también a través de la edad media en la primera maternidad y de la edad media en el conjunto de la maternidad, que se sitúan en 31,9 y 33,0 años respectivamente, aumentando ambas ligeramente en comparación con el año anterior.

Por nacionalidad, las madres nacidas en territorios del Estado tuvieron a sus hijos a una edad media 2,1 años superior a la de las extranjeras.

El aporte de las mujeres nacidas en otros estados en este crecimiento es particularmente notable. Un 24,7% del total de nacimientos corresponden a madres extranjeras. En concreto, algo más de la tercera parte de los nacimientos de madre extranjera –el 33,7%– son de madres procedentes de Marruecos. Le siguen en importancia las madres de nacionalidad rumana (9,1%), búlgara (5,2%) y colombiana (4,1%).

El retraso de la natalidad afecta también a la CAV, donde la edad media de las madres al nacimiento de los hijos e hijas ha aumentado en 4,4 años desde 1981 hasta llegar a los 33 años en 2020, cifra superior a la española (32,3 años) y a la de otros países del entorno como Italia (32,2 años), Portugal (31,6 años) o Alemania (31,3 años), que tienen también baja fecundidad.

Menos matrimonios por la Iglesia

Lo más característico, quizás, de los datos de 2021 para Nafarroa puede ser el efecto de la pandemia a la hora de establecerse como pareja y cuyo reflejo se intuye en los datos de matrimonios, que subieron un 48% con respecto a 2020, cuando las restricciones para este tipo de celebraciones fueron más severas.

En la CAV también se apreció un descenso similar de los casos de 2019 con respecto a 2020, con una reducción del 47%. Pasaron de 6.912 a 3.750.

Así, el número de matrimonios registrados en Navarra en 2021 fue de 1.946. De todos ellos, un 2,1% del total corresponden a parejas del mismo sexo (40 matrimonios): 28 son entre mujeres y 12 entre hombres. En una de cada cuatro de estas uniones, al menos uno de los contrayentes se había divorciado previamente.

Uno de cada seis matrimonios se realizó a través de un rito religioso, los otros cinco fueron civiles. 

Al igual que ocurre con la natailidad, se constata un retraso cada vez mayor a la hora de contraer matrimonio (36,2 años para los hombres y en 34,9 años para las mujeres).