Bermeo homenajea a sus milicianos y gudaris que lucharon contra el franquismo
El pueblo de Bermeo ha homenajeado este sábado, en un acto institucional celebrado en Goiko Plaza, a los milicianos y gudaris de la localidad que lucharon contra las tropas franquistas en la Guerra de 1936. Entre ellos Juan Azkarate, que hoy ha cumplido 100 años.
En el acto han participado, entre otros, el alcalde de Bermeo, Aritz Abaroa; el lehendakari Iñigo Urkullu, el vicelehendakari Josu Erkoreka, la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia Ana Otadui, el presidente de la Asociación Matxitxako Xabier Olabeaga, y la directora del Gogora Aintzane Ezenarro.
Ha tenido un especial protagonismo Juan Azkarate Araukua, que hoy ha cumplido 100 años y ha descubierto la placa que homenajea a los gudaris y milicianos bermeotarras en la fachada del Ayuntamiento.
Durante su participación en el homenaje, Urkullu ha tenido palabras de reconocimiento para Azkarate y para quienes «frente al fascismo defendieron un gobierno democrático. Por todo lo que has hecho, por la paz, los derechos humanos y las libertades. Reconocemos el compromiso de toda una generación, que es motivo de orgullo para todas y todos nosotros».
Marina de Guerra Auxiliar
Azkarate formó parte, siendo muy joven, de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi. «Reconocemos a quienes fueron itxas-gudariak, gudaris de la mar. Recordamos aquellos bous artillados, aquellos bacaladeros, pesqueros armados de forma improvisada desde los que nuestros arrantzales supieron, con heroísmo, hacer frente a una armada profesional y fuertemente equipada», ha rememorado el lehendakari.
Tras aludir a la batalla de Matxitxako, que en cualquier otro país «habría sido reflejada en novelas y películas», ha lamentado que «en Euskadi tenemos pendiente transmitir este heroísmo a las nuevas generaciones».
El alcalde Aritz Abaroa, ha afirmado que pese a que «dicen que el tiempo cura todas las heridas», se debe reconocer que hay que «marcarle los tiempos. El proceso de sanación no puede convertirse en un proceso de olvido y de cerrazón. Las heridas sólo las curan la justicia y el reconocimiento y, entre otras cosas, nos corresponde a las instituciones trabajar para ello».
Ha recordado que «fueron muchos los bermeotarrak que se mostraron dispuestos a dar su vida en defensa del autogobierno y la libertad. Es de destacar que todos ellos, por encima de las diferentes ideologías políticas, estuvieron unidos por varios objetivos comunes: la defensa del pueblo, la defensa de las instituciones legalmente constituidas y la defensa de la libertad de los ciudadanos y las ciudadanas, es decir, la defensa de la democracia».