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Finlandia y Suecia dan un paso más hacia su ingreso en la OTAN

La firma por los embajadores de los países aliados de los protocolos de adhesión de Finlandia y Suecia supone un paso más en la senda hacia la OTAN de ambos países nórdicos. Un proceso que levanta ampollas en la izquierda y en la comunidad kurda en Suecia por el acuerdo con Turquía.

Los ministros de Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto, y de Suecia, Ann Linde, con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en el centro. (Kenzo TRIBOUILLARD | AFP)

Los 30 embajadores de los países de la OTAN han firmado este martes en Bruselas los protocolos de adhesión de Finlandia y Suecia, un paso clave para su pertenencia a la Alianza, si bien no serán miembros plenos hasta que concluya el proceso de ingreso.

La firma ha tenido lugar en presencia de los ministros de Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto, y de Suecia, Ann Linde.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha asegurado que con la futura entrada de Finlandia y Suecia en la Alianza «seremos incluso más fuertes y nuestra población estará incluso más segura cuando afrontamos la mayor crisis de seguridad en décadas», en referencia a la guerra en Ucrania.

Tras insistir en que el de hoy «es realmente un momento histórico para Finlandia, para Suecia y para la OTAN, y para nuestra seguridad compartida», Stoltenberg ha reiterado que «la puerta de la OTAN sigue abierta para las democracias europeas que están preparadas y dispuestas a contribuir a nuestra seguridad compartida».

El secretario general de la alianza militar atlántica ha reconocido las «preocupaciones de seguridad» que Turquía planteó y que «se necesitaban abordar», y se ha felicitado de que «hicimos lo que siempre hacemos en la OTAN. Encontramos un terreno común».

Críticas en Suecia

El acuerdo alcanzado por Helsinki y Estocolmo con Ankara para que levantara el veto a su ingreso en la OTAN levanta el embargo de la venta de armas a Turquía por sus campañas militares en Siria y compromete genéricamente a los dos países nórdicos a la «colaboración contra el terrorismo», con la vista puesta, sobre todo, en los 100.000 refugiados kurdos (1% de la población) que viven en Suecia.

Así, entre rumores de varias listas de decenas de activistas kurdos cuya extradición exige Ankara, rumores no desmentidos por la primera ministra, la socialdemócrata Magdalena Anderson, dos partidos del Gobierno sueco, la Izquierda y los Verdes, han criticado el acuerdo y alertan de que podría comprometer la tradicional política de asilo del país nórdico.

Fuentes cercanas al Gobierno tratan de lanzar un mensaje de tranquilidad y de confianza en los tribunales suecos, que tendrán la última palabra, y recuerdan que, en su caso, las deportaciones no afectarán a ningún ciudadano con nacionalidad sueca.

No obstante, hay miles de kurdos que aún no han visto completado su proceso de petición de asilo, sobre todo los huidos de la guerra en Siria.
 
Adiós a la neutralidad

La guerra en Ucrania ha llevado a que Finlandia y Suecia, países de tradición neutral, solicitaran la entrada en la OTAN, un proceso que ha resultado más complejo de lo previsto después de que Turquía bloqueara el acceso.

Sin embargo, Ankara, Estocolmo y Helsinki lograron el martes pasado un pacto por el que Turquía levantaba su veto, lo cual despejó el camino para que los dos Estados nórdicos se conviertan en miembros de la organización transatlántica.

Tras el acuerdo trilateral logrado entre Ankara, Estocolmo y Helsinki en Madrid, los líderes aliados, en la cumbre de la semana pasada, acordaron invitar a Finlandia y Suecia a unirse a la OTAN.

Ayer mismo, los dos países nórdicos completaron las negociaciones de adhesión en la sede de la Alianza, en Bruselas

Tras la firma de los protocolos de adhesión, se deben ratificar a nivel nacional en los treinta países de la organización transatlántica.

Ankara ya ha advertido de que no lo ratificará si los dos países nórdicos «incumplen lo pactado».

El principio de defensa colectiva de la OTAN, según el cual un ataque contra un aliado equivale a un ataque contra todos ellos y se debe dar una respuesta conjunta, solo se aplicará a Finlandia y Suecia cuando se hayan convertido en miembros plenos de la Alianza, una vez que todo el proceso de adhesión haya concluido.