Y Markel y Aroa conocieron a Toko-Toko y Caravinagre

Markel y Aroa han cumplido cinco años este mayo. Se llevaron un buen chasco el pasado San Saturnino, cuando esperaban al fin ver en «carne y hueso» a los gigantes y cabezudos con los que juegan desde hace dos años. Hoy, 6 de julio, ha sido el día. Y mañana, y pasado...

Los centenarios gigantes y cabezudos de Iruñea han salido por fin a la calle a las 17.00 de este 6 de julio, tras muchas incógnitas durante la mañana tras los chaparrones. Aroa y Markel ya se temían lo peor, después de que el pasado 29 de noviembre se quedaran chafados por la suspensión de la salida de San Saturnino. Hoy sí han podido comprobar que Toko-Toko y Braulia, Caravinagre y Patata, los zaldikos, no son de goma sino de verdad.

Los tres años de suspensión por el covid no han hecho que los txikis de Iruñea dejen de jugar con los gigantes y cabezudos. Las figuras de goma han seguido siendo un regalo habitual y un juego muy entretenido en fases como las del confinamiento. ‘La Polonesa’ resuena en sus oídos desde casi la cuna. Caravinagre es el auténtico icono de la ciudad.

Pero faltaba contrastarlos con la realidad; ver danzar a los ocho gigantones y correr delante de las vergas de los kilikis. Muchos txikis de la edad de Markel y Aroa lo han hecho este miércoles por vez primera en su vida. Exactamente a las 17.11 han asomado desde su morada de la Estación de Autobuses, con Joshemigelerico y Joshepamunda al frente, como es norma desde siempre.

Y desde siempre es mucho tiempo; Tadeo Amorena creó las cuatro parejas de diferentes continentes en 1860. Los kilikis, cabezudos y zaldikos se harían esperar un poco, hasta el siglo XXI. En total, 25 figuras, remozadas para la ocasión en los casos en que ha sido preciso (la asiática va de estreno).

El primer baile conjunto ha sido nada más salir, entre la vieja estación y El Corte Inglés. A sus 162 añicos siguen en forma, está claro. Los cabezudos se lo han tomado más calma, el suelo mojado invitaba a ser precavido en el estreno. Ya habrá tiempo de vergazos.

La amenaza de la lluvia quedará atrás hoy. Por delante, otras ocho salidas, esta vez matinales, para deleite de los críos y cansancio gozoso de amas y aitas, silleta en ristre.

Tendrán un apoyo este año: la nueva aplicación que permite localizarlos en tiempo real, porque cualquier iruindarra de pro sabe lo extrañamente difícil que resulta encontrar a la comparsa en la maraña de Alde Zaharra.