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La policía japonesa admite fallos en el dispositivo de seguridad de Abe

La policía japonesa ha admitido este sábado que hubo fallos en el dispositivo de seguridad desplegado en el acto electoral de la víspera donde murió en atentado el ex primer ministro nipón Shinzo Abe.

La compañera de Abe con su féretro en el coche y la comitiva camino a Tokio. (AFP)

«Teniendo en cuenta un resultado tan grave, entendemos que hubo problemas en la seguridad», ha reconocido Tomoaki Onizuka, el jefe de la policía de la prefectura de Nara, donde tuvo lugar el atentado contra el político japonés mientras ofrecía un mitin en plena calle, sobre un dispositivo criticado por insuficiente y por permitir que el agresor se aproximara a paso lento al político y sacara un arma para dispararle en dos ocasiones por la espalda.

El dispositivo de seguridad en estos casos es mínimo a simple vista y en comparación con otros países, debido a que Japón cuenta con uno de los índices de criminalidad más bajos del mundo desarrollado.

La tenencia de armas de fuego y espadas, incluso de imitación, está en principio prohibida por la legislación japonesa de control de estos artefactos, al igual que la venta, con la excepción de armamento con usos específicos como la caza o la erradicación de especies invasoras.

Incluso las armas con fines artísticos o de exposición deben obtener un permiso e inscribirse en un registro gubernamental.

El sospechoso es un exmilitar identificado como Tetsuya Yamagami y que fue inmovilizado y detenido en el lugar de los hechos. Usó un arma aparentemente casera. La policía halló otras armas similares a pistolas y explosivos también fabricados durante el registro de su domicilio.

Elecciones

Japón ha celebrado este sábado la última jornada de la campaña electoral previa a los comicios parciales a la Cámara Alta del Parlamento nacional de este domingo, marcados por el magnicidio.

La inflación creciente y la reforma de la Constitución pacifista de Japón han sido los principales temas de campaña, en la que el partido gobernante del finado Abe y del actual primer ministro, Fumio Kishida (PLD), aspira a revalidar su amplia mayoría.

Todos los partidos nipones han ensalzado la importancia simbólica de estos comicios como manifestación de repudia a la violencia y en defensa de la democracia liberal nipona, tras el atentado contra el político japonés más influyente de las últimas décadas, que ha conmocionado al país.