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La ONU examina el Tratado de No Proliferación nuclear entre advertencias de rearme

La ONU abre este lunes en Nueva York una conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP), la primera en siete años y en un escenario de gran tensión militar en el que aumentan las advertencias de que los arsenales nucleares globales crecerán en los próximos años.

Lanzamiento, desde un submarino, de un misil de crucero paquistaní con capacidad nuclear. (IRSP-AFP)

La ONU inicia este lunes la Décima Conferencia para la revisión del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) con la mirada en un nuevo escenario de rearme mundial y mientras la guerra en Ucrania reaviva los temores de una confrontación nuclear.

La conferencia tiene como objetivo examinar el acuerdo que prohíbe que 191 estados no poseedores de armas nucleares las adquieran, mientras obliga a los cinco estados poseedores (China, Estado francés, Rusia, Gran Bretaña y EEUU) a dar pasos hacia el desarme.

India y Pakistán, que no firmaron, desarrollaron armas nucleares. También lo hizo Corea del Norte, que ratificó el pacto, pero luego anunció que se retiraba. Existen suficientes indicios de que Israel, que no firmó el tratado, posee asimismo un arsenal de armas nucleares, aunque nunca haya sido confirmado ni desmentido por el propio país.

Con todo, la reducción de arsenales nucleares que sucedió al final de la Guerra Fría parece que llega a su fin y es probable que las potencias atómicas aumenten su stock de ojivas. Así lo advirtió el Sipri, que también alertó de que el riesgo de que esas armas sean utilizadas es el más elevado en décadas.

«Es un momento muy, muy difícil», ha señalado Beatrice Fihn respecto al nuevo escenario de rearme nuclear. La directora ejecutiva de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares, ganadora del Premio Nobel de la Paz, ya advirtió en esta entrevista en NAIZ que «nunca hemos estado tan cerca de una guerra nuclear desde la Guerra Fría».

«La invasión de Rusia, acompañada de ominosas referencias a su arsenal nuclear, es muy significativa para el tratado y realmente va a poner mucha presión en esto», ha señalado en este sentido Fihn.

El anuncio de Iran

La conferencia comienza a la par que el anuncio de la Agencia de la Energía Atómica de Irán, (AEAI), que este lunes ha informado que la República Islámica tiene la capacidad técnica para producir una bomba atómica, pero no tiene intención de hacerlo.

El tratado no estipula plazos para alcanzar el desarme nuclear y desde hace más de una década que no se adoptan nuevos planes plan para su implementación. Siete años después de que en la anterior conferencia de revisión del TNP no se lograse adoptar un acuerdo final, la conferencia que arranca este lunes se encuentra con un escenario aún más desafiante.

La reunión, de cuatro semanas de duración, pretende generar un consenso sobre los próximos pasos, pero las expectativas de lograr un acuerdo sustancial son escasas.

Según lo previsto, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, realizará un discurso en la sesión de apertura e inicio del debate. «La crisis climática, las ostensibles desigualdades, los conflictos sangrientos, las transgresiones de los derechos humanos y la devastación individual y económica que ha traído consigo la pandemia han creado en nuestro mundo más tensiones de las que he visto en toda mi vida», ha remarcado durante los días previos a la reunón.

Hiroshima y Nagasaki

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, partió este domingo hacia Nueva York para asistir a la conferencia de la ONU, en la primera asistencia de un mandatario japonés a esa cita.

«El impulso global para lograr un mundo sin armas nucleares ha disminuido considerablemente», dijo Kishida sobre el evento, que pretende usar «como una oportunidad para revertir esta tendencia».

Kishida tiene previsto dar un discurso durante las deliberaciones de la conferencia para enfatizar la importancia de no usar armas atómicas y pedir a las potencias nucleares que sean más transparentes sobre sus arsenales.

Se espera que el primer ministro proponga, además, la creación de un fondo de la ONU para promocionar que los jóvenes de todo el mundo visiten las ciudades japonesas Hiroshima y Nagasaki, las únicas que hasta ahora ha recibido ataques nucleares, para aprender sobre su devastación como parte de la campaña para erradicar estas armas, según filtraron fuentes gubernamentales a la agencia local de noticias Kyodo.

Oriundo de Hiroshima, donde se encuentra su distrito electoral, Kishida aboga por un mundo libre de armas atómicas, pero ha insistido en varias ocasiones que cree que el Tratado de No Proliferación es una herramienta más eficaz para este debate que el denominado Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.

Ninguna de las potencias nucleares han rubricado este último pacto, que entró en vigor en 2021, y tampoco Japón, pese a ser el único país en sufrir un ataque nuclear, en Hiroshima y en Nagasaki, que precipitaron el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945.

De Austria a Nueva York

La Décima Conferencia para la revisión del Tratado sobre la No Proliferación llega tras la primera reunión del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, que, con el rechazo de la OTAN y las nueve potencias atómicas, terminó en junio con la condena de 65 países cualquier amenaza de uso de armas atómicas y el compromiso a no cejar en sus esfuerzos por lograr eliminar todos los arsenales nucleares lo antes posible.

El presidente de la conferencia, el austríaco Alexander Kmentt, subrayó entonces la importancia de prohibir por completo todo arsenal de destrucción masiva. La eliminación total de las armas atómicas «es la única manera de tener la seguridad de que nunca serán usadas», señaló en rueda de prensa, resaltando una postura que de momento rechazan los nueve países con armas atómicas.

El tratado fue rechazado también por la OTAN con el argumento de que el desarme está ya previsto en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), al que están adheridos todos sus miembros.