El Clan del Golfo anuncia un cese al fuego por el inicio de una «era distinta» en Colombia
Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidas como Clan del Golfo, han anunciado este domingo «un cese unilateral de hostilidades ofensivas» para buscar «caminos de paz» con el nuevo gobierno de Gustavo Petro.
Las paramilitares Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidas como Clan del Golfo, anunciaron este domingo «un cese unilateral de hostilidades ofensivas» para buscar «caminos de paz» ante la «era distinta» que se abre en Colombia desde la investidura de Gustavo Petro.
«Por fin termina el régimen saliente presidente (Iván) Duque (sic)», ha apuntado en un comunicado, incidiendo en que el Gobierno que hoy termina «es representativo de todas las cosas que deben cambiar en un país para el logro de la esquiva paz».
Así, esperan que a partir de este domingo se inicie «una era distinta para nuestra atribulada patria», en la que levantarán «todas las medidas extremas», incluido el decreto de «un cese unilateral de hostilidades ofensivas, como expresión de buena voluntad con el Gobierno que inicia».
También han manifiestado su «disposición de búsqueda de caminos de paz», por lo que quieren sumarse «a los diálogos exploratorios de paz que ha anunciado Gustavo Petro desde el momento de su elección».
Petro mostró voluntad de emprender una política de paz total que contempla retomar los diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), pero también el hablar con otros grupos armados que operan en el territorio.
Con el Clan del Golfo, que nació tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Petro habó de «sometimiento voluntario a la justicia», pues distingue entre los grupos como el ELN que nacieron desde la insurgencia y con una ideología y estos otros grupos.
Desde que el Gobierno de Colombia extraditó al máximo líder del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, alias "Otoniel", en mayo pasado, este grupo empezó una campaña de represalalias que incluyó una semana de paro armado que puso en jaque el norte y noroeste del país en mayo pasado.
Durante los seis días de paro armado se produjeron 22 muertes, cuatro bloqueos de vías y tres enfrentamientos armados, según la Fundación Paz & Reconciliación (Pares).