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El beneficio de la petrolera saudí Aramco crece un 90% en el segundo trimestre

Aramco, la mayor petrolera del mundo, casi ha duplicado sus beneficios en el segundo trimestre del año gracias a los altos precios y a los mayores márgenes en el refino.

Cartel de propaganda del gigante petrolero saudí Aramco. (Fayez NURELDINE | AFP)

Saudi Aramco, la mayor petrolera del mundo, registró un beneficio neto 48.400 millones de dólares (47.158 millones de euros) en el segundo trimestre de 2022, lo que representa un nuevo récord trimestral. La principal causa ha sido la fuerte subida de los precios del crudo por las sanciones y una mayor demanda tras la pandemia.

De este modo, en los seis primeros meses del año Aramco alcanzó un beneficio récord de 87.900 millones de dólares (85.644 millones de euros), un 86,2% más que las ganancias de 47.200 millones de dólares (45.988 millones de euros) en la primera mitad de 2021.

La multinacional ha señalado que los factores que más han influido en los resultados han sido los mayores precios del crudo y un incremento en los volúmenes vendidos, así como a unos sólidos márgenes de refino durante el segundo trimestre y mayores márgenes de downstream (márgenes de comercialización) en la primera mitad de 2022.

La petrolera saudí ha anunciado, además, que repartirá en el tercer trimestre del año 18.800 millones de dólares (18.317 millones de euros) en dividendos correspondientes al segundo trimestre, manteniendo así estable la cantidad distribuida trimestralmente entre sus accionistas.

Valoración del presidente

El presidente y consejero delegado de Aramco, Amin H. Nasser, ha señalado que «si bien la volatilidad del mercado global y la incertidumbre económica permanecen, los eventos de la primera mitad de este año respaldan nuestra opinión de que la inversión continua en nuestra industria es esencial, tanto para ayudar a garantizar que los mercados permanezcan bien abastecidos como para facilitar una transición energética ordenada».

En este sentido, el máximo ejecutivo de Aramco ha expresado la confianza de la petrolera en que la demanda de crudo siga creciendo durante el resto de la década, a pesar de las presiones económicas a la baja sobre las previsiones mundiales a corto plazo.