Un tribunal marroquí condena a dos años y medio a trece migrantes por el salto de Melilla
Un tribunal de Marruecos ha condenado a dos años y medio de cárcel a trece personas por el salto de la valla de Melilla del pasado junio, en el que murieron al menos 27 migrantes tras la intervención de las policías marroquí y española.
El Tribunal de Apelación de Nador, en el noreste de Marruecos, ha condenado este miércoles a dos años y medio de cárcel a trece migrantes, en su mayoría sudaneses, por el salto masivo a la valla de la ciudad de Melilla del pasado 24 de junio, un episodio que terminó con la muerte de 27 de sus compañeros como consecuencia de la operación conjunta de la Gendarmería marroquí y de las FSE españolas.
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos denunció 27 muertes y 64 desapariciones tras la intervención, de los que Rabat solo reconoce 23 falleciemientos.
Los trece emigrantes fueron acusados de constitución de banda criminal para organizar emigración clandestina, violencia contra las fuerzas públicas, desobediencia y aglomeración armada, entre otros delitos.
Forman parte de un grupo de 28 acusados que comparecen ante el mismo tribunal. El caso del segundo grupo (compuesto de 15 emigrantes) ha sido pospuesto hasta el próximo 7 de septiembre para convocar a agentes marroquíes que fueron heridos durante estos sucesos y que habían presentado denuncias ante la justicia.
El pasado 19 de junio el Juzgado de Primera Instancia de Nador ya condenó a once meses de prisión firme a 33 de los detenidos cuando intentaban saltar la valla de Melilla, además de multas e indemnizaciones por los «daños» causados a los policías y los bienes públicos.
En total, 65 personas han sido imputadas por delitos relacionados con sucesos producidos durante los días 23 y 24 de junio y algunos grupos se enfrentan a penas que pueden ir hasta los 20 años de prisión.
Otras fueron víctimas de desplazamientos forzosos internos dentro de Marruecos, abandonadas a su suerte, y la ONG Caminando Fronteras, además, documentó 132 personas deportadas a la frontera con Argelia, en una zona conocida como tierra de nadie.