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Un detenido por estafar con balcones para encierros en Sanfermines

Ciudadanos irlandeses, australianos, israelíes, singapurenses o coreanos denunciaron estafas en la compra de entradas para los toros o balcones para ver el encierro en Sanfermines de 2017. Cinco años después hay un detenido por el hecho, un extranjero de 50 años residente en Iruñea.

Los balcones de Estafeta, abarrotados para un encierro sanferminero. (Jon Urbe | Foku)

Un ciudadano coreano que fue estafado en los Sanfermines de 2017 con un falso alquiler de un balcón para ver el encierro ha recuperado el dinero y ha expresado a través de un correo electrónico su agradecimiento a la Policía Foral por la atención que le prestó y por la investigación que desarrolló, que finalmente llevó a la detención del presunto autor de la estafa.

Los hechos se remontan a los Sanfermines de 2017, cuando en la Oficina de Atención al Ciudadano de la Policía Foral en la Plaza del Castillo de Iruñea se recibieron varias denuncias por estafas relacionadas con servicios turísticos de Sanfermines, que fueron investigadas por el Grupo de Delitos Informáticos, según ha informado la Policía Foral.

A través de una web se ofrecían alojamientos en Iruñea, entradas para las corridas de toros y balcones de la calle Estafeta para ver el encierro, que mayoritariamente eran adquiridas por personas extranjeras que acudirían a las fiestas.

Así, un irlandés pagó 440 euros por cuatro entradas de toros y cuando quedó para recogerlas nadie se presentó a la cita. Lo mismo pasó con un australiano que abonó 500 euros, un israelí 200 euros, un singapurense 750 y un coreano 125 euros por un balcón para ver el encierro.

Los policías forales supieron que el dominio de esa web estaba a nombre de un ciudadano extranjero de 50 años residente en Iruñea, que fue identificado por sus perfiles en redes sociales.

Además, ofrecía balcones de las viviendas de sus vecinos, que cuando fueron citados en comisaría testificaron no saber nada, a pesar de que muchos visitantes se personaban en sus casas de la calle Estafeta. Intentaban contactar con el vendedor, pero ya no respondía ni a llamadas ni a correos electrónicos.

Los investigadores consiguieron por fin localizar al presunto autor de las estafas, que fue detenido, puesto a disposición judicial y posteriormente condenado.

A los cinco años se ha sabido por uno de los testimonios que las víctimas han recuperado el dinero gracias a la denuncia presentada en la Policía Foral.