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La Fed afirma que el «dolor» sería «mucho mayor» si los tipos de interés no siguen subiendo

Hace menos de un año, desde la Reserva Federal de EEUU (Fed) todavía se insistía en que la alta inflación era coyuntural y que dejaría de galopar al alza sin tener que modificar su política monetaria. Ahora asegura que solo subiendo los tipos de interés puede frenarse esa tendencia.

El presidente de la Reserva Federal de EEUU, Jerome Powell, durante una conferencia de prensa en Washington el pasado 27 de julio. (Mandel NGAN | AFP)

Pese a las consecuencias que las constantes subidas de tipos de interés tendrán sobre las empresas y en los hogares, el «dolor» sería mayor si no se mantiene una política monetaria restrictiva para reducir la inflación. Ese es el mensaje que ha trasladado este viernes el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Jerome Powell.

«Los registros históricos advierten fuertemente contra la relajación prematura de las políticas monetarias», ha apuntado Powell en la inauguración de la reunión de dirigentes económicos internacionales de Jackson Hole, en el estado de Wyoming.

En un breve discurso, el presidente del banco central estadounidense ha dejado caer que restaurar la estabilidad de precios «probablemente requerirá» mantener una postura monetaria «restrictiva durante algún tiempo». Y «en algún momento» –todavía no estimado– será recomendable ir «moderando el ritmo de subidas» de los tipos de interés. Es decir, otra vez ha dejado sin responder la pregunta clave en estas situaciones: ¿hasta cuándo?

Powell recordó que en julio, tras subir los tipos 0,75 puntos (la cuarta subida seguida de tipos y la segunda consecutiva de la misma cantidad), se advirtió de otro posible «aumento inusualmente grande» en setiembre, pero este viernes ha condicionado la posible subida a la evolución de los datos y de las perspectivas económicas. Más incertidumbre.

Los grandes banqueros debaten a puerta cerrada

El discurso de Powell es el principal atractivo –y la única intervención pública, ya que el resto se hace a puerta cerrada– de este encuentro en el que participan gobernadores de bancos centrales, responsables de instituciones y directivos de empresas, y que tiene lugar en el marco de una inflación mundial desbocada agravada por la guerra de Rusia en Ucrania y los coletazos de la pandemia de covid.

Con el tema ‘Reevaluación de las restricciones en la economía y la política’, los participantes debaten hasta este sábado sobre temas como las limitaciones económicas producidas durante la pandemia o sobre cómo las cadenas de suministro han vuelto al centro del escenario.

Todo ello con la alta inflación y su necesidad de reducirla como ejes. «Los bancos centrales pueden y deben asumir la responsabilidad de lograr una inflación baja y estable», ha insistido Powell, defendiendo las decisiones del regulador estadounidense, que últimamente ha sido mucho más agresivo que otros bancos centrales en su lucha contra la inflación.

Así, el Banco Central Europeo (BCE) solo ha aprobado, de momento, una subida de los tipos de medio punto, hasta el 0,50%, en julio pasado, la primera en once años.

«Debemos seguir hasta que el trabajo esté hecho», ha recalcado Powell, quien en su análisis macroeconómico ha señalado que la economía estadounidense sigue mostrando un momento «fuerte», como fuerte está su mercado de trabajo.

Sí advirtió, no obstante, que en el mercado laboral continúa habiendo un desequilibrio, porque los puestos de trabajo que las empresas tienen que cubrir son «sustancialmente» más que el número de trabajadores disponibles para ocuparlos.

Además, ha comentado que «la historia ha demostrado» que los costos para el empleo de las políticas destinadas a reducir la inflación tienden a aumentar, sobre todo si se prolonga en el tiempo una «inflación elevada». «Nuestro objetivo es evitar esa posibilidad actuando para resolver el problema ya», ha concluido.

Riesgo de sobrecalentamiento

Además de la de Powell, en la jornada de este viernes en Jackson Hole estaban previstas otras intervenciones, como la de la directora adjunta del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath.

Según el discurso facilitado por el FMI, Gopinath se muestra esperanzada de que los bancos centrales puedan contener la inflación en los próximos dos años, pero alerta de que uno de los mayores riesgos es que las expectativas inflacionarias se disparen y dejen de estar vinculadas a datos y análisis sobre la realidad de la economía.

Destaca también una de las lecciones aprendidas a raíz de la pandemia: aunque a veces pueda resultar conveniente llevar a su máxima potencia la actividad económica, su sobrecalentamiento crea un serio riesgo de inflación.

Cuando la economía opera a plena capacidad –un objetivo habitualmente anhelado por la clase política y los principales actores económicos–, el desempleo cae y los sectores clave sufren problemas de suministro, algo que hace subir los precios, sostiene.