Israel reduce visados y endurece las condiciones para la entrada de extranjeros en Palestina
La nueva normativa israelí reduce los visados y endurece las condiciones para la entrada de ciudadanos extranjeros en los territorios palestinos. Las medidas, que afectan también a quienes formen pareja con ciudadanos o ciudadanas palestinas, no se aplicarán en las colonias de Cisjordania.
La Administración Civil israelí que rige la entrada en los territorios palestinos tendrá desde este lunes una nueva normativa que reduce los visados y endurece las condiciones para la entrada de ciudadanos extranjeros.
En concreto se limita el número de visados por motivos de estudios, tanto para asistir a clase como para impartiralas en las universidades palestinas, así como para empresarios y organizaciones humanitarias. La modificación afecta en particular a los programas de intercambio de la Unión Europea.
La nueva normativa contempla además que cualquier extranjero que forme pareja con un ciudadano palestino deberá informar al Ministerio de Defensa israelí.
Si la relación comienza tras la llegada del ciudadano extranjero, tendrá un plazo de 30 días para informar de cualquier compromiso, boda o el inicio de la convivencia.
Si no se informa de la formalización de la relación en 90 días, serán deportados de inmediato. Si se casan deberán marcharse en un plazo de 27 meses y permanecer fuera al menos medio año.
No se aplican en los asentamientos colonos
Estas normas no se aplican a quienes visiten los asentamientos judíos de Cisjordania, pero sí a los palestinos con pasaportes de otro país que visiten Cisjordania. Estos además no podrán solicitar el visado en el Aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, sino que tendrán que tramitarlo con al menos 45 días de plazo.
Estas normas privarán a «miles de familias palestinas a su derecho a vivir juntas sin interrupción y vivir una vida de familia normal», ha denunciado el grupo de Derechos Humanos israelí HaMoked, responsable de los últimos recursos contra la normativa que finalmente no han prosperado.
La semana pasada fue la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, quien criticó la negativa de Israel a renovar los visados de su personal en los territorios ocupados.
«Los 15 trabajadores internacionales de mi Oficina en Palestina, quienes llevaban trabajando en el país desde hace 26 años, no tuvieron más alternativa que marcharse en 2020», apuntó Bachelet. «Desde entonces he intentado lograr una solución a este problema, pero Israel sigue negándose», dijo.