INFO

El 15% de todo el grano exportado desde Ucrania va al Estado español para engordar ganado

¿A dónde van los cereales ucranianos? El presidente ruso, Vladimir Putin, ha afirmado este miércoles que la mayoría del grano exportado por barco desde el acuerdo de Estambul va a Europa en detrimento de los países empobrecidos. Después de Turquía, el más beneficiado por ahora es el Estado español.

Fotografía distribuida por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU que muestra al MV Brave Commander descargando trigo ucraniano en Yibuti. (Hugh RUTHERFORD | WFP/AFP)

Las declaraciones realizadas por Vladimir Putin este miércoles en el Foro Económico Oriental de Vladivostok, en las que ha asegurado que la mayoría del grano exportado desde Ucrania por barco va a Europa a expensas de los países empobrecidos, ha provocado inmediatamente un aumento de los precios en el mercado europeo.

Como ha señalado AFP, la afirmación del presidente ruso conviene ser matizada, ya que el recuento del Centro de Coordinación Conjunta (JCC, por sus siglas en inglés), radicado en Estambul, que supervisa el corredor marítimo inaugurado el 1 de agosto, indica que el 36% de estas exportaciones ucranianas tienen como destino a los Estados miembros de la UE.

Pero, aunque ese porcentaje esté por debajo de la mitad del total, lo cierto es que la UE puede ser consideraba como el primer destino del grano que está saliendo de Ucrania a través del Bósforo.

Las críticas de Putin

«Casi todos los cereales exportados desde Ucrania no se envían a los países en desarrollo y los países más pobres, sino a los países de la Unión Europea», ha fustigado Putin desde el Lejano Oriente ruso.

Al hablar de «engaño» y actitud «colonialista» de los países occidentales, estas críticas cuestionan directamente el acuerdo firmado por Moscú a finales de julio con Kiev bajo el patrocinio de Turquía y Naciones Unidas.

Alcanzado tras semanas de discusiones para evitar el peor de los escenarios –los «huracanes de hambruna» que la ONU teme que azoten África en los próximos meses–, este acuerdo ha permitido abrir un corredor marítimo para las exportaciones agrícolas desde tres puertos ucranianos en el mar Negro por un período de 120 días.

El objetivo común declarado era distribuir más de 20 millones de toneladas de maíz, trigo y girasol que estaban almacenadas en silos en Ucrania. Además, Kiev espera volver a un nivel de entrega similar al que tenía antes de la guerra: alrededor de 6 millones de toneladas al mes, combinando el transporte por carretera, ferrocarril y mar.

Pienso para paliar la sequía en el Estado español

Entonces, ¿a dónde están yendo realmente estos cereales? Según los datos recogidos este miércoles en la web del JCC de Estambul, 2,33 millones de toneladas de productos agrícolas han salido de Ucrania en este periodo.

Como se ha señalado, más de un tercio han ido destinados a la UE: un 15% del total al Estado español, un 7% a Italia, un 5% a Países Bajos, un 4% a Rumanía, un 3% a Alemania, un 1% a Irlanda y otro tanto al Estado francés, y el restante 1% se lo reparten Bulgaria y Grecia.

«El primer país beneficiado es, con mucho, Turquía», con el 20% de las exportaciones totales, ha subrayado Damien Vercambre, broker de Inter-Courtage.

«España es el país europeo que más maíz ha importado, para compensar la falta de alimentación animal ligada a la sequía de este verano, seguido de Italia. El maíz es el producto más exportado de Ucrania porque quedaban grandes cantidades almacenadas», ha explicado.

De los siete buques que han partido con destino al Estado español, cinco estaban cargados con maíz (255.215 toneladas), uno con cebada (27.000 toneladas) y el otro llevaba una mezcla (62.266 toneladas). En total, 344.481 toneladas de cereales ucranianos.

«En el caso del trigo, las exportaciones son bajas. El primer destino sigue siendo Turquía, seguido de los países más frágiles (Egipto, Sudán, Yemen, Somalia, Yibuti)», ha añadido Vercambre.

Si bien es difícil saber qué sucede con los productos exportados una vez que llegan a su primer destino de entrega, los expertos señalan que algunos países, como Turquía, importan trigo para transformarlo en harina y luego exportarlo, particularmente a Medio Oriente.

«Guerra psicológica»

Arthur Portier, de la firma de análisis Agritel, considera que la cuestión del destino de los cereales no es relevante en sí misma: «Sí, una parte no desdeñable de los cereales ucranianos va a Europa; es necesario para la estabilidad de precios a nivel mundial», ha indicado.

«Si dejamos de importar en Europa, los precios se dispararán, lo que tendrá un efecto catastrófico para los países importadores», explica, señalando que menos maíz en Europa (que es un importador neto) haría que la demanda de maíz se desplazara hacia el trigo o la cebada, lo que haría subir todos los precios.

En su opinión, las declaraciones de Putin equivalen a una «guerra psicológica»: «Está diciendo: ‘mira, he montado el corredor marítimo esperando a cambio el levantamiento de las sanciones, pero los europeos no están participando en el juego’».

Portier considera «muy difícil» saber si estamos ante una amenaza concreta para el mantenimiento del corredor. Pero los mercados, que «odian la incertidumbre», no han hecho esperar su reacción.

En Euronext, la tonelada de trigo cotizaba este miércoles por la tarde a 331,25 euros para entrega en diciembre (12,5 euros más que la víspera). El maíz llegaba al mismo precio para entrega en noviembre (+10,5 euros).

Estos precios sostenidos beneficiarían a Rusia, el mayor exportador de trigo del mundo, que ha comenzado a vender una excelente cosecha, un 25% más que la del año pasado.