El plante de las árbitras deja sin jornada inaugural a la Liga F
Las colegiadas cumplen su amenaza, para enfado de jugadoras y clubes, que han comparecido en los campos que les correspondían. La LPFF anuncia medidas contundentes y las árbitras una rueda de prensa.
La primera jornada de la Liga F, que debía disputarse entre hoy y mañana, queda suspendida. Las colegiadas han cumplido su amenaza y no se han presentado en los terrenos de juego, a los que sí han acudido clubes y jugadoras, pese a que conocían desde última hora de la noche de ayer que habría plante arbitral. La LPFF anuncia medidas contundentes, que podrían acabar incluso con la inhabilitación de las colegiadas y éstas convocan una rueda de prensa para el lunes. El CSD se limita al habitual «no os peguéis» y la Federación Española guarda silencio pese a que es la responsable del colectivo arbitral.
La enésima tormenta se desencadenó en la noche del jueves, cuando las árbitras anunciaron un plante –no pueden ir a la huelga, o al menos denominarla así, al no ser trabajadoras por cuenta ajena–, que se mantendrán mientras no mejoren sus condiciones laborales. La respuesta de la Liga Profesional de Fútbol Femenino fue inmediata, recordando por un lado que pese a ser responsabilidad de la Federación Española ya había realizado una propuesta para mejorar los emolumentos de las colegiadas y anunciando por otro que se tomarían las medidas legales oportunas si la amenaza se cumplía.
En la LPFF se da por supuesto que el plante no ya se ve con buenos ojos por Luis Rubiales, sino que incluso ha sido alentado por el presidente de la RFEF, el mayor escollo con el que se ha encontrado la profesionalización de la categoría. La temporada pasada los equipos de Primera abonaban 3.300 euros por partido por tasas arbtrales. Sin embargo, árbitras, asistentes y cuartas árbitras cobraban entre 85 y 350 euros por encuentro dirigido. La diferencia, unos 2.000 euros, para la Federación Española por «gastos de gestión». La LPFF ha propuesto destinar ese dinero directamente al equipo arbitral –la árbitra principal cobraría 1.650 euros por partido y sus asistentes la mitad– y hacerse cargo, además, de los viajes pero visto el plante, la sospecha es que la Española, que reclama 21.000 de euros por partido para esta temporada, ni siquiera les ha hecho llegar su propuesta.
Sin tiempo para negociaciones, se recurrió ayer al Consejo Superior de Deportes. Pero José Manuel Franco se limitó al «no os peguéis» habitual, sin dirimir responsabilidades ni plantear soluciones efectivas, pese a la «tutela» de la competición que en teoría le corresponde al CSD durante sus tres primeros años de vida. Ayer firmó una resolución recordando las competencias que corresponden a LPFF y RFEF, mostró su apoyo a las reivindicaciones de las colegiadas y anunció próximas reuniones.
Libres de esa presión y, aparentemente, sin la de la Federación Española que está obligada a asegurar la presencia de equipos arbitrales en los partidos oficiales, las colegiadas se mantuvieron en sus trece, a última hora de ayer confirmaron que no pitarán este fin de semana y anunciaron una rueda de prensa para el lunes.
Inhabilitación
Los clubes decidieron viajar –algunos como el Athletic, que debía jugar esta tarde, ya lo habían hecho– y presentarse a sus encuentros, tal y como anunció la Liga Profesional en un comunicado emitido pasada la medianoche, en el que anunciaba medidas contundentes.
«Tanto la LPFF como los clubes y SADs participantes en la competición confiamos que el CTA (Comité Técnico de Árbitros) y la RFEF cumplan con sus obligaciones y aseguren la presencia de las árbitras y asistentes», exlicaron. En caso de que árbitras y asistentes no comparezcan a los encuentros programados, la Liga Profesional presentará «las correspondientes denuncias disciplinarias, solicitando que se adopten las medidas sancionadoras correspondientes a tan grave incumplimiento, incluyendo su inhabilitación» y, junto a los «clubes y SADs participantes iniciarán frente a las árbitras y asistentes que incumplan sus obligaciones las acciones oportunas en reclamación de los daños y perjuicios que se generen».
«Desde la LPFF –concluía la nota–, queremos hacer público que no vamos a aceptar chantaje alguno por parte de ningún colectivo o institución, agradeciendo de antemano las muestras de apoyo que, desde aficionados y futbolistas principalmente, estamos recibiendo, solicitando al CSD que utilice los recursos legales necesarios para garantizar el normal desarrollo de la competición profesional femenina».
También hubo comunicado público de la Liga, uno de los grandes apoyos del fútbol femenino en su camino a la profesionalización, que ha firmado un acuerdo con la LPFF para hacerse con sus activos comerciales durante cinco años por 42 millones de euros y que, tampoco puede pasarse por alto, no pierde la oportunidad de sacudirse con la Federación Española. No se anduvo con remilgos y acusó directamente a la RFEF de «instigar» la problemática, «instrumentalizando al estamento arbitral y perjudicando gravemente a la Liga F».
«En sus pocos meses de vida –proseguía la nota–, la Liga F ha sido capaz de conseguir grandes hitos y transmitir una evidente imagen de profesionalidad, ambición, capacidad y potencial de crecimiento sostenible y LaLiga lamenta los obstáculos y trabas que intentan retrasar su inicio y manchar su buen hacer y predisposición». Concluía el comunicado deseando que se solucione el conflicto con las árbitras para que todos los implicados sean parte de una jornada histórica para el crecimiento del fútbol español, sin atender a otras partes que no pretenden sino retrasar la profesionalización total del fútbol femenino».
La imagen de la vergüenza
Habrá que ver si la propia La Liga toma también medidas legales, al igual que DAZN, que ha adquirido los derechos televisivos de la competición y a las primeras de cambio, se queda sin producto, y que este mediodía ya había desplazado cámaras, material técnico, operadores, narradores y comentaristas a los campos en los que debía comenzar la Liga, con el Atlético-Real Sociedad y el Alhama-Madrid CFF.
A través del canal de Youtube de la operadora ha podido verse la imagen de la vergüenza, con todo preparado para la disputa de unos partidos que finalmente no se han podido jugar. En la Ciudad Deportiva Wanda, los dos rivales han seguido el protocolo habitual, con calentamiento y salto al campo de los dos equipos a las 12.00, hora de inicio prevista. En esta ocasión han saltado todas las jugadoras convocadas por ambas escuadras, han posado juntas en el césped en un mensaje de unidad, mientras los aficionados, que han acudido pese a la certeza de que no se jugaría, les aplaudían. Los dos equipos han decidido permanecer en el campo hasta las 12.30 ya que la normativa estipula que la espera debe ser de al menos treinta minutos antes de poder denunciar la incomparecencia de, en este caso, las árbitras.
La imagen se repetirá en los dos partidos que deberían disputarse esta tarde, el Villarreal-Real Madrid y el Granadilla-Athletic. También en el resto de la jornada, prevista para mañana, que incluye el Levante-Alavés. Mikel Crespo ha reconocido en rueda de prensa antes de viajar que la situación es muy extraña pero que su equipo viajará y ha preparado el choque como si fuera a disputarse.