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Muere el cineasta francés Jean-Luc Godard a los 91 años

El director francés Jean-Luc Godard, uno de los referentes de la cinematografía francesa y universal, ha fallecido a los 91 años, según han avanzado varios medios. Está considerado como uno de los padres de la Nouvelle Vague.

Jean-Luc Godard, en una imagen de archivo. (Miguel MEDINA | AFP)

El cineasta francés Jean-Luc Godard ha fallecido a los 91 años. Se trata de uno de los referentes del cine francés y universal. Está considerado como uno de los padres de la Nouvelle Vague.

Hijo de un médico y nieto por parte de madre de banqueros suizos, vivió sus primeros años en este país, para trasladarse a París durante su adolescencia, donde estudió etnología en la Sorbona. En esta época comienza a descubrir su gran pasión por el cine, frecuenta de continuo la Cinemateca Francesa y los cineclub parisinos. En 1950 empezó a trabajar como crítico cinematográfico en varias revistas, entre ellas ‘Cahiers du Cinéma’, en las que utilizaba el seudónimo de Hans Lucas. En esta publicación coincidiría con la plana mayor de la Nouvelle Vague, es decir, con François Truffaut, Éric Rohmer, Claude Chabrol y Jacques Rivette.

1959, primera película

En el verano de 1959 comenzó el rodaje de su primer largometraje, ‘À bout de souffle’, sobre un guion de François Truffaut —de quien fue por esos años muy amigo— y con la colaboración de Claude Chabrol. La película, protagonizada por Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg, supuso una revolución en la manera de filmar al utilizar técnicas hasta entonces poco ortodoxas, como rodar cámara en mano, utilizar el estilo documental o saltar de un plano a otro. A pesar de no lograr ningún premio en el Festival de Cannes, ganó el Oso de Plata en el Festival de Berlín, así como el Premio Jean Vigo.

En 1960 dirigió su segundo largo, ‘El soldadito’, que estuvo prohibido en el Estado francés durante tres años. Este filme estuvo protagonizado por Anna Karina, actriz con quien se casó un año más tarde y que protagonizaría varios de sus proyectos posteriores.

Durante los siguientes años, Godard colaboró con otros integrantes de la Nouvelle Vague como actor, codirector o productor, a la vez que dirigió películas enormemente influyentes que fueron aclamadas por la crítica cinematográfica como ‘Banda aparte’ o ‘Pierrot el loco’. Algunos de los premios que cosechó en esta época fueron el premio especial del jurado y el de la crítica de la Mostra de Venecia por Vivir su vida, su segundo Oso de Oro por Alphaville, y un nuevo premio especial del jurado en la Mostra por La Chinoise.

A partir de ‘Made in USA’, el cine de Godard, ya antes caracterizado por el radicalismo formal, incorporó un progresivo radicalismo político que cristalizó en dos largometrajes, ‘La Chinoise’ y ‘Week End’, preludio de su incorporación al movimiento maoísta.

Tras el estreno de ‘Week End’ en 1967, y después de divorciarse de Anna Karina y casarse con la entonces estudiante Anne Wiazemsky, Godard decidió poner su cine al servicio del movimiento revolucionario que eclosionaba con el Mayo francés y, adherido a la ideología maoísta, abandonó sus métodos de trabajo anteriores.

Mayo del 68

En mayo de 1968 el Festival de Cannes fue suspendido por la interrupción de las proyecciones que hicieron Godard, François Truffaut, Polanski y otros cineastas en apoyo y solidaridad al movimiento estudiantil y obrero del Mayo francés. Ese año también dirigió ‘One plus One’, más tarde titulado ‘Sympathy for the Devil’, un documental que no solo muestra cómo los Rolling Stones van dando forma a esta canción paso a paso, sino que también es un relato simultáneo de dos o tres discursos políticos y estéticos revolucionarios.

Con el fin de diluir la propia autoría en un colectivo cinematográfico militante, creó el Grupo Dziga-Vertov, como homenaje al cineasta soviético Dziga Vértov junto al estudiante de Filosofía Jean-Pierre Gorin, la actriz Juliet Berto y la propia Wiazemsky, entre otros, y muchos de sus filmes, que comenzaría a rodar en 16 milímetros, se nutrirían de influencias del cine de propaganda soviético. En sus propias palabras, eran «películas revolucionarias para audiencias revolucionarias» y se caracterizaron por una gran desconfianza en las imágenes «bellas», en beneficio de un sonido por veces hipertrofiado, y por un discurso netamente marxista, abandonando las historias de ficción para mostrar ensayos fílmicos de gran radicalidad.

Sin disolver el Grupo Dziga Vertov, y todavía comprometido con la militancia revolucionaria, Godard probó a dirigir filmes de ficción convencional que ejemplificasen las teorías maoístas dirigiéndose a un público más amplio. Como primera pieza de este proyecto, y codirigiendo con Jean-Pierre Gorin, estrenó en 1972 el largometraje ‘Todo va bien’, protagonizado por Yves Montand y Jane Fonda. Sin embargo, y a pesar de que tanto Godard como Gorin habían planeado fundar la productora Todo Va Bastante Bien con la cual dirigir nuevos proyectos de corte marxista, unos meses después hicieron una severa autocrítica de los presupuestos teóricos bajo los que se había rodado ‘Todo va bien’ en el documental ‘Carta a Jane’, tras el cual el Grupo Dziga Vertov se disolvió definitivamente.

Godard, ya separado de Anne Wiazemsky, rechazó toda su etapa maoísta en el documental ‘Aquí y en otro lugar’, estrenado en 1976 y codirigido con Anne-Marie Mieville.

En la década de 1980 volvería al cine convencional de 35 milímetros y rodaría películas polémicas como ‘Yo te saludo, María’, en paralelo con Anne-Marie Mieville. A finales de la década comenzó a trabajar en una serie documental titulada ‘Histoire(s) du cinéma’, en la que daría su particular visión sobre la historia del cine y que Canal Plus francés emitió en el año 2000. Es una obra conceptual, llena de imágenes superpuestas y textos, de polémicas y de poesía, que se prolonga en la década siguiente.

Además, rodó ‘Allemagne 90 neuf zéro’ (1991) y ‘Les Enfants jouent à la Russie’ (1993), sobre esos años críticos. E hizo ‘Hélas pour moi’ (1993) filme que se inspira en la leyenda de ‘Alcmena y Amfitrión’, perteneciente a la mitología griega, que fue llevada al teatro por Plauto, Molière, Kleist y Giraudoux; quiere mostrar el deseo encarnado en el hombre; y utiliza asimismo ideas de Leopardi sobre el amor. Hizo más tarde, un retrato de sí mismo en ‘JLG/JLG - autoportrait de décembre’ (1995), y una película ‘For Ever Mozart’ (1996), en la que está presente la música del título.

Después realizará ‘Nuestra música’ (2004), y tras unos cortos, en 2010, ‘Film Socialisme’.

En 2012, la productora Wild Bunch anunció un nuevo filme de Godard, ‘Adieu au Language’, película rodada en 3D por su director de fotografía, Fabrice Aragno.8

En 2018 presentó en Competencia Oficial del Festival de Cannes la película ‘Le livre d'image’.