La huida imposible
Euskal Herria-Argentina. 100'. Director: Jabi Elortegi. Guion: Xabi Zabaleta, Arantxa Cuesta. Int.: Joseba Usabiaga, Eduardo Blanco, Itziar Aizpuru, Inés Efrón, Laura Oliva. Fot.: Jon Sangroniz. Mús.: Fernando Velázquez.
En nuestra primera toma de contacto con el personaje encarnado por Joseba Usabiaga, descubrimos que es un treintañero al borde del colapso emocional tras la ruptura de una relación sentimental. Su mecánica cotidiana transita en un paisaje de constante gris, acrecentado por el desempleo y esa lluvia infinita que siempre asociamos a Euskal Herria, un lugar del que el protagonista comienza a estar más que harto.
En un intento por dar un giro radical a su existencia, el protagonista aceptará el reto-invitación que recibe por parte de un tío segundo suyo, al que solo conoce vía internet, para marcharse a una pequeña localidad enclavada en mitad de Argentina.
De esta forma, y con la idea fija de dejar atrás la lluvia de Bermeo, recorrerá más de 10.000 kilómetros convencido de que la luz asomará en su nueva etapa vital.
Es en este instante preciso cuando el cineasta Jabi Elortegi –‘Zorion perfektua’– nos descubre sus intenciones dentro de una situación en la que lo supuestamente anacrónico transita con plena normalidad y es que, el lugar al que ha recalado su personaje, es un rincón nacido de la inmigración vasca y en la que la mayoría de sus habitantes se consideran vascos por obra y gracia de sus antepasados.
Así, el sufrido Mikel topará de bruces y a una escala surreal con todo aquello que quiso dejar atrás. El cineasta vizcaíno juega bien sus bazas, presentando un microcosmo habitado por personajes entrañables y lindantes al imaginario fílmico de autores como Juan José Campanella –en su vertiente de director de comedias dramáticas–, y que queda representado, además, con la presencia en el reparto de Eduardo Blanco –‘El hijo de la novia’, ‘Luna de Avellaneda’–.
A él se suman actrices de la talla de Inés Efrón –‘XXY’– y la veterana Itziar Aizpuru, la cual encarna a la tía abuela del protagonista que, sumida en un estado vegetativo, despertará de imprevisto y confundirá al recién llegado con su propio hijo.
‘El vasco’ es una película saludable, íntima y emotiva que juega bien sus bazas y logra esbozar en el espectador una sonrisa cómplice mientras transcurre la huida imposible del vasco.