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GHK acaba confirmando lo que pretendía desmentir sobre el drenaje del horno y los permisos

GHK ha hecho publico un comunicado tratando de desmentir la denuncia realizada el jueves por GuraSOS y lo publicado por varios medios este viernes, sobre un tubo de drenaje de condensados y las paradas automáticas del horno. En realidad viene a confirmar las irregularidades.

El presidente de GHK, José Igancio Asensio, en una comparecencia en JJGG. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)

La asociación GuraSOS informó el jueves que la Fiscalía de Gipuzkoa ha pedido al juzgado de guardia que investigue si un inspector de Medio Ambiente del Gobierno de Lakua «obvió» una instalación de drenaje no autorizada en la incineradora de Zubieta que podría estar en el origen de los últimos episodios contaminantes. Y, al mismo tiempo, varios medios, entre ellos NAIZ, daban cuenta este viernes de que Lakua había admitido un escrito en el que GHK confesaba que no iba a cumplir con la obligación legal de tener un mecanismo de parada automática del horno cuando se producen emisiones o partículas contaminantes.

El Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) ha hecho público posteriormente un comunicado en el que asegura que «el Complejo Medioambiental de Gipuzkoa cumple escrupulosamente con todos los requisitos ambientales», y lo ha hecho con la intención de «desmentir las informaciones vertidas por GuraSOS». Sin embargo, en realidad, GHK acaba reconociendo irregularidades.

Vayamos por partes.

No debería haber nada que drenar

En su primer punto, GHK asegura que «el tubo de condensación no tiene relación con la fuga al dren de fondo, ya que se trata de un tubo de drenaje de recogida de condensados que descarga en un circuito interno y cerrado, sin salida exterior, para reutilizar en la propia planta. Estos drenajes son necesarios en plantas de este tipo».

Obsérvese que GHK habla de «un tubo de drenaje de recogida de condensados». ¿Qué condensados? ¿Cómo que condensados? Fuentes consultadas por este diario aseguran que el Pliego de Prescripciones Técnicas del contrato prohíbe expresamente que haya ningún tipo de gases condensados, es decir, líquidos en el horno. El apartado 8.4.1 del PPT titulado «Principales características de la instalación de depuración de gases de combustión» recoge expresamente que «en cualquier caso, no se admitirán tecnologías de depuración de gases de tipo húmedo. No deberá producirse ningún efluente líquido».

GHK está reconociendo con la nota que hay gases «condensados» allí donde está prohibido que los haya.

Lo automático no es necesario activarlo

El segundo punto de la nota dice que «la planta cumple ampliamente con todos los requisitos obligados por la Autorización Ambiental Integrada (AAI), que son mucho más estrictos que en otras muchas plantas europeas, y dispone de un sistema que suspende automáticamente la alimentación al horno». A lo que añade a renglón seguido que «en dos años que lleva la planta en operación, nunca ha sido necesario activar la parada automática».

Como ha informado este diario, la resolución del 11 de abril de 2006 de la Viceconsejería de Medio Ambiente estipula como obligación que «el horno-caldera dispondrá de un sistema automático que impida la alimentación de residuos en cualquiera de las siguientes circunstancias». Son cuatro. El 10 de febrero de 2020, la directora técnica de GHK, Nagore Peñalva Bengoa, remitió a la viceconsejera de Medio Ambiente, María Elena Moreno Zaldibar, la documentación requerida en la resolución del 2016 antes referida. Y le informa que para las dos primeras circunstancias, disponen de un sistema automático de parada.

Pero confiesa que no es así para las otras dos. Escribe que «respecto a las emisiones a la atmósfera no hay control que actúe automáticamente sobre la combustión». Detalla que «esta acción depende totalmente del operador cuando recibe una pre-alarma de riesgo de superar las emisiones. Depende totalmente del operador comprobar y reaccionar en consecuencia para prevenir cualquier valor de emisión semihorario».

Además de lo confesado ya en 2020 –y que es difícil de explicar que Lakua lo admitiera–, ahora, con su nota, GHK confirma que no dispone de este sistema de parada automática cuando afirma que «en dos años que lleva la planta en operación, nunca ha sido necesario activar la parada automática». Como su propio nombre indica, las paradas automáticas no se activan por parte de un operario cuando es necesario, sino que saltan automáticamente cuando se dan condiciones de peligro. Para eso se exigen.