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Madrid: nueve médicos siguen encerrados en Sanidad y les impiden acceso a comida donada

El conflicto por la huelga de médicos de atención primaria en Madrid se ha recrudecido en las últimas horas con el autoencierro de trabajadores en la sede de Recursos Humanos de la Consejería. Exigen que el Gobierno de Ayuso negocie, aunque la respuesta hasta ahora ha sido la agresión verbal.

La protesta en la Consejería de Salud se sigue tensando. (Gustavo Valiente | Europa Press)

Las decenas de miles de personas que se manifestaron el mes pasado en Madrid para defender la sanidad pública de esta comunidad autónoma parecen estar siendo vaciladas por un Gobierno regional que desoye el reclamo de aquella histórica marcha, la mayor en la capital del Estado desde la pandemia.

En este contexto, la huelga de médicos de atención primaria que comenzó el 21 de noviembre permanece vigente y no tiene visos de resolverse. De hecho, el conflicto ha recrudecido desde que este jueves a la mañana una decena de delegados sindicales de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) decidieron atrincherarse en una sala de una de las sedes de la Consejería de Sanidad donde funciona el departamento de Recursos Humanos, ubicada en la calle Sagasta (a metros de la famosa Glorieta de Bilbao).

De la decena de médicos, han quedado nueve, debido a que una de ellas es una de las sanitarias que está atendiendo en servicios mínimos, que se están garantizando en los centros. Los médicos atienden urgencias y casos extremos pero no informan de resultados o responden consultas regulares.

Sobre la acera mojada tras cinco días de lluvias constantes, este viernes había medio centenar de médicos y ciudadanos expresando su apoyo a los huelguistas ubicados en la sala del primer piso, justo en la que ostenta en el balcón dos banderas enormes del Estado español y de la Comunidad de Madrid. Algunos periodistas entrevistaban a los médicos, que con bata blanca respondían que, por encima de delegados sindicales, son médicos que quieren trabajar mejor.

Cristian Vale Varela, médico y uno de los delegados de Amyts que estaba en la acera frente a la Consejería, ha explicado a NAIZ que la decisión de atrincherarse fue debido a que tanto la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso y el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, han calificado de partidaria la huelga y que la quieren sostener «hasta las elecciones» autonómicas de mayo próximo.

«Se quedaron para demostrar que no es así y esperar que haya una solución cuanto antes. Fueron a reunirse con Recursos Humanos y les respondieron que no había novedades, que si ellos traían alguna», ha señalado, además de subrayar lo insólito de acusar a los médicos de querer estirar una huelga que les hace perder «entre 150 y 200 euros por día según el rango».

Vale ha recordado que tanto los acuerdos pactados en 2007 como en 2020 «fueron incumplidos por los antecesores de Ayuso» y que muchas de las cosas que se están reclamando ahora son deuda del pasado. Ante la pregunta de los pasos a seguir, ha respondido que «la idea es que [los médicos encerrados en el edificio público] se queden ahí hasta que haya respuesta».

Sobre el suelo y junto a la pared de la Consejería yacían varias bolsas de comida donadas por gente común y por otros médicos y gremialistas. Vale asegura que las autoridades del edificio han impedido que la comida llegue a la sala donde están los médicos encerrados y que «hasta efectivos de la Policía Nacional han intentado mediar para llevar las bolsas pero tampoco se lo permitieron».

La comida que los médicos no pueden recoger por el veto. (Daniel Galvalizi)

También dijo que no se les ha dejado acceder a mantas para abrigarse a la noche y que van al baño escoltados por personal de seguridad.

Preguntado sobre qué medidas clave serían necesarias para que el sindicato levantara la huelga, ha mencionado dos: la primera es garantizar un número máximo de 31 pacientes por jornada laboral (21 para los pediatras) sin que se deje un margen atendido «por voluntarios», como ha ofrecido Sanidad madrileña. «Lo que quieren es que acabemos trabajando 70 horas por semana pagando las horas extras pero no proponen contratar más médicos. Entonces lo que sucederá es que para atender a la misma cantidad habrá que o trabajar muchas horas extras o que los pacientes tengan más espera», señala.

La primera demanda de estos médicos es garantizar un máximo de 31 pacientes por jornada laboral (21 para los pediatras)

La otra cuestión importante es que haya «condiciones más atractivas» para acabar la fuga de médicos de la atención primaria. Según Vale, de los últimos 200 médicos que acabaron la especialización, solo han decidido quedarse 40 en ese sector. «O se van a especialidades que pagan mejor, o se van a otras regiones o a otro país europeo. Aquí alcanza con cruzar a Castilla-La Mancha para ya tener mejores condiciones», afirma.

En tanto, desde el Gobierno de Madrid las respuestas son vaguedad. En la sesión de control de este jueves, Ayuso ha vuelto a calificar de «huelga política» la medida de fuerza y ha acusado otra vez a la jefa de la oposición, la médica y diputada regional Mónica García (Más Madrid), de instigarla.

Para peor, nada menos que el portavoz del grupo parlamentario del PP en la Asamblea de Madrid, Pedro Muñoz Abrines, publicó este jueves, horas después del encierro, un mensaje en su cuenta personal de Twitter en el que vacilaba a los médicos, que en una carta pedían que no se les cortara la luz, con la ironía de «¡si se entera Pedro Sánchez!», y los comparó con «atracadores de película». Ayusismo explicito.