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Bizkaia pondrá a prueba si realmente el PNV sufre algún tipo de desgaste

En las elecciones de 2019 el PNV rozó la mayoría absoluta tanto en las Juntas de Bizkaia como en Bilbo. En ambos se quedó a un representante de poder gobernar en solitario. Ahora se podrá comprobar si en este tiempo de pandemia, crisis y algún escándalo los jeltzales sufren desgaste como temen.

Juan Mari Aburto, en su nueva toma de posesión como alcalde en junio de 2019. (Luis JAUREGIALTZO | FOKU)

En Gipuzkoa habrá el 28 de mayo de 2023 una férrea disputa entre el PNV y EH Bildu por el poder institucional en el territorio y los ayuntamientos, que salvo en contadas excepciones se decantan todos por una u otra fuerza. En Araba está muy abierta la pugna por la alcaldía de Gasteiz, en la que lo único seguro es que será una mujer a quien el electorado entregue la vara de mando. Pero en Bizkaia y Bilbo es distinto.

En las Juntas Generales de Bizkaia y en el Ayuntamiento de Bilbo el PNV se quedó en 2019 a un solo representante de obtener la mayoría absoluta. De forma que se puede decir que en las próximas elecciones los jeltzales salen, sobre todo, a pelear contra sí mismos, aunque está claro que también influirán los aciertos y errores de sus contrincantes.

En las Juntas Generales, con Unai Rementeria como candidato, el PNV obtuvo el 43,48% de los votos y 25 de los 51 junteros. En Bilbo, con Juan Mari Aburto, sumó el 43,07% de las papeletas, y 14 de los 29 concejales, quedándose al borde de la mayoría absoluta que en 2011 consiguió cosechar Iñaki Azkuna, por primera vez y sin que el PNV lo haya podido repetir.

Dificultades para hacer que el mensaje cale El PNV acaba de cerrar el proceso que bautizó como ‘Entzunez eraiki’, en el que ha testado cómo lo ve la ciudadanía vasca mediante 250 entrevistas y reuniones, y cuyos resultados ha presentado recientemente de manera pública.

Según el documento de conclusiones, «se aprecian dificultades para que el mensaje de EAJ-PNV cale en una parte de la ciudadanía, que nos percibe como un partido conservador y no nos atribuye un carácter de partido moderno y comprometido en lo social». Y añade que «no es un partido asociado a la corrupción, pero debe contrarrestar cierta imagen de ‘amiguismo’ que ha podido calar tras tantos años de gestión pública».

También documenta que se le critica «cierta autocomplacencia» en las instituciones que rige. Y además, «se nos atribuye una gobernanza tradicional y jerárquica en comparación con otras formaciones políticas. Se percibe la necesidad de una mayor apertura a nuevas estructuras, dinámicas y colectivos sociales».

El 16 de diciembre, el Boletín Oficial de Bizkaia publicó la constitución del nuevo municipio independiente de Usansolo. Sin embargo, la Abogacía del Estado español decidió cerrar el año recurriendo ayer la segregación ante el TSJPV.

 

Esa imagen de «cierta autocomplacencia» y «amiguismo», en un contexto de práctica hegemonía, se pondrá a examen en las elecciones municipales y forales. El PNV lleva arrastrando diversas condenas en casos judicializados en varios municipios y, aunque ahora el foco está puesto en la OSI Donostialdea (sobre el que también planea una acusación de hacer favores a los amigos de la consejera) las últimas crisis de Osakidetza están ligadas al territorio vizcaino, sin olvidar que la propia Gotzone Sagardui llegó al Gobierno tras formar parte del círculo más cercano a Juan Mari Aburto. En las elecciones de 2019 fue la número dos del PNV al Ayuntamiento de Bilbo.

Primera diputada general

El pasado 21 de septiembre se conoció públicamente que Unai Rementeria no optaría a la reelección y algún día se sabrá si detrás de ello hay algo más que el anuncio que él mismo hizo en 2015 de no estar más de dos mandatos en el cargo. El PNV presenta como candidata a Elixabete Etxanobe, actual diputada foral de Administración Pública y Relaciones Internacionales. Con esta decisión y el histórico de resultados electorales, se puede dar por hecho que, por primera vez, Bizkaia contará con una diputada general. 

Como se ha dicho, tampoco lo tendrá difícil Aburto para la reelección. Lo que estará en juego es si Etxanobe o él llegan a la mayoría absoluta o a cuánto de ella se quedan.

En el resto del territorio

Pero Bizkaia es más que su Diputación y su capital, y habrá que ver cuál es el balance de legislatura que hacen los vecinos de Durango, Galdakao (y su derivada de Usansolo), Arrigorriaga y Balmaseda donde los jeltzales vieron escapar alcaldías tradicionales.

Y qué ocurre en otras siempre en disputa con EH Bildu como Ondarroa, Urduña, Bermeo, Lekeitio, Otxandio, Alonsotegi, o aquellas de Ezkerraldea en las que el PNV ha ido ganando terreno histórico al PSE hasta acercársele mucho o sobrepasarle.