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A juicio por engañar a un inmigrante, violarlo y obligarlo a mendigar

Un hombre será juzgado por engañar a un inmigrante para violarlo y obligarlo a mendigar. El Ministerio Público considera que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de violación y otro de trata de seres humanos.


Un hombre será juzgado este mes en la Audiencia de Gipuzkoa acusado de un delito de trata de seres humanos y otro de violación continuada. En su escrito de acusación provisional, la Fiscalía solicita penas que suman 16 años de cárcel para el acusado, así como otros ocho años de libertad vigilada una vez sea excarcelado. Igualmente, el Ministerio Público reclama que el inculpado compense con 20.000 euros a su víctima y que no pueda comunicarse ni aproximarse a ella.

Según la versión de la Fiscalía, los hechos se remontan a 2019, cuando el procesado conoció al perjudicado a través de la red social Facebook, donde ambos entablaron conversaciones sobre la posibilidad de que el ciudadano extranjero pudiera trasladarse a Euskal Herria, donde el encausado le ofreció trabajo como «friegaplatos» en un restaurante.

«Dada la carencia de medios económicos del migrante -detalla el escrito-, el procesado se ofreció a pagarle un billete de autobús desde Rumanía» cuyo importe le sería reintegrado posteriormente por la víctima.

Cuando llegó a Tolosa, el acusado lo condujo a una chabola, donde presuntamente le exigió que le entregara su carta de identidad con la excusa de que de esta manera se aseguraría recuperar el dinero que le había adelantado para el viaje. Ante la negativa de la víctima, el procesado se la habría quitado «por la fuerza», además de intentar violarle varias veces en los próximos días.

El texto de la Fiscalía detalla que en todas estas agresiones, la resistencia ejercida por el damnificado «resultó inútil», dada la «superior corpulencia y fuerza» del acusado, quien además le insistía en que «de alguna manera» tenía que pagarle por «su estancia y comida».

Durante los días siguientes, el inculpado le obligó a pedir limosna en la puerta de la iglesia y otros lugares, «exigiéndole que le diera luego todo lo recaudado». La víctima intentó escapar en dos ocasiones, en la primera de las cuales el acusado lo encontró y volvió a llevarlo a la chabola, si bien en la segunda logró huir y avisar a la Policía de su situación.