La UE acuerda acelerar el retorno de migrantes y dar más dinero para «proteger» las fronteras
A la UE le preocupa que se vuelva a producir una «instrumentalización» de las personas migrantes, como la ocurrida en 2021 en las fronteras de Bielorrusia. Asegura que uno de los objetivos es avanzar hacia el Pacto europeo de Migración y Asilo, así como combatir la trata de personas.
La Unión Europea ha acordado tomar medidas para acelerar las devoluciones de migrantes irregulares –hoy solo el 21% de las órdenes de expulsión son ejecutadas– y destinar más fondos para proteger las fronteras exteriores.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó en rueda de prensa al término de la reunión la necesidad de que los países se mantengan «unidos» para lograr resultados.
Explicó además las dos líneas que va a trabajar la UE: por un lado, avanzando hacia el Pacto europeo de Migración y Asilo, que se negocia desde hace dos años y medio, y por otro con medidas operativas «que se pueden adoptar ahora».
«Identificamos un paquete de medidas sobre las que trabajar de manera que podamos encontrar una forma de control y gestión del flujo migratorio», ha señalado por su parte el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
La migración se puso en la agenda de la cumbre coincidiendo con el aumento de los flujos migratorios a través de la ruta de los Balcanes Occidentales y del Mediterráneo Central.
A ese aumento de las llegadas se suma la situación límite en la que se encuentran los sistemas de acogida de muchos Estados miembros, como Bélgica o Países Bajos, tras haber recibido la UE a más de cuatro millones de refugiados de Ucrania en solo un año.
Otro factor que preocupa, sobre todo a los países del Este, es que se vuelva a producir una instrumentalización de migrantes como la ocurrida en 2021, cuando Bielorrusia facilitó el traslado de miles de ciudadanos sirios, afganos e iraquíes hasta las fronteras europeas para tratar de desestabilizar a la UE.
Por esos motivos, los líderes de la UE aprobaron unas conclusiones que animan a adoptar medidas operativas para avanzar en los asuntos más urgentes, mientras se sigue negociando el Pacto europeo de Migración y Asilo, que se quiere cerrar para 2024.
Las conclusiones inciden en la llamada «dimensión externa» de la migración, el aspecto donde hay más consenso a nivel europeo, que pasa por la protección de las fronteras exteriores, la devolución de quienes no tienen derecho a pedir protección internacional y la cooperación con los países de origen.
Entre otros elementos, piden a la Comisión que «financie medidas de los Estados miembros que contribuyan directamente al control de las fronteras exteriores de la Unión, como los proyectos piloto de gestión de fronteras, así como a la mejora del control fronterizo en países clave en las rutas de tránsito hacia la UE».
También instan a Bruselas a movilizar «inmediatamente» fondos y medios para «ayudar a los Estados miembros a reforzar las capacidades de protección de fronteras y infraestructura, medios de vigilancia, incluida la vigilancia aérea, y equipamiento».
Dos proyectos piloto
Von der Leyen ha dicho que se pondrán en marcha en las fronteras exteriores dos proyectos piloto para acelerar los retornos.
«Proporcionaremos un paquete integrado de infraestructuras móviles y fijas, desde coches a cámaras, pasando por torres de vigilancia y vigilancia electrónica. Esto requiere financiación de la UE», ha señalado.
Y ha puntualizado que Bruselas ve con buenos ojos «la financiación bilateral y las contribuciones bilaterales» en ese ámbito y que «por supuesto, también se requiere financiación nacional».
Austria, Grecia y algunos países del Este han pedido a la UE que financie la construcción de vallas y alambradas.
El canciller austríaco, Karl Nehammer, ha valorado al término de la cumbre que la UE haya «dicho claramente que las fronteras exteriores se protegerán».
«Tenemos la promesa de la Comisión de que se apoyarán proyectos piloto en Bulgaria y Rumanía», ha añadido Nehammer.
La UE considera necesario actuar con rapidez para garantizar retornos efectivos desde la Unión Europea y desde terceros países a lo largo de las rutas a los países de origen.
Para ello plantea utilizar «como palanca» todas las políticas, instrumentos y herramientas, incluida «la diplomacia, el desarrollo, el comercio y los visados, así como migración legal».
Los líderes invitan a hacer «pleno uso» del mecanismo del Código de Visados que permite restringir esos documentos a los ciudadanos de los países que no cooperan en la readmisión de sus nacionales.
También se invita a los países, para acelerar los procedimientos de retorno, a reconocer las decisiones de devolución de los otros Estados miembros.
Otro de los objetivos mencionados es avanzar hacia una lista común de terceros países seguros, con la ayuda de la Agencia europea de Asilo.
«Todos los Estados miembros deberían hacer uso de esta guía, con vistas a lograr un enfoque más coordinado, allanando así el camino hacia una lista común», dice el texto acordado.
No olvidan la situación de los países afectados por las entradas por mar y subrayan la necesidad de una cooperación reforzada en relación con las actividades de búsqueda y salvamento.
Además, piden a la Comisión que presente «con carácter prioritario» planes de acción para el Atlántico y el Mediterráneo Oriental y Occidental.
La UE quiere involucrar más a Frontex en la protección de las fronteras exteriores y combatir el tráfico de personas.
Por ello, ha llamado a concluir nuevos acuerdos para desplegar a agentes de Frontex también en terceros países.
Por último, para combatir los intentos de instrumentalizar la migración, los Veintisiete piden avanzar en una serie de herramientas, incluidas posibles medidas contra los operadores de transporte que participen o faciliten la trata de personas o el tráfico ilícito de migrantes.