Un trasladado al hospital tras una nueva carga contra la resistencia al derribo en Erromo
Por segundo día consecutivo, este miércoles ha habido cargas de la Ertzaintza contra las personas de diferentes edades que se oponen al derribo de Nagusien Etxea de Erromo. Una persona ha sido evacuada al hospital con un golpe en la cabeza.
La Ertzaintza ha vuelto a cargar a primera hora de este miércoles contra decenas de personas que resisten de modo pacífico al intento de derribo de Nagusien Etxea de Erromo. Una persona ha sido trasladada en ambulancia al hospital, en torno a las 8.30, con un golpe en la cabeza.
Como ya ocurrió la víspera, una sentada ante las vallas situadas en la calle Lope de Vega ha respondido al proyecto de construcción de un «centro intergeneracional» impulsado por el Ayuntamiento de Getxo y la Diputación Foral, que genera gran rechazo en la localidad desde hace varios meses.
La protesta ha sido disuelta a golpes por la Ertzaintza, que ha tenido la zona acordonada desde primera hora, abriendo camino así a los operarios que han entrado al edificio para emprender el plan de derribo. Es en ese momento cuando uno de los concentrados ha recibido aparentemente un fuerte golpe en la cabeza.
Ekintzaileetako bat buruan #zauritu dute, lurrean botata dago eta auzokideek salatu dute poliziek uko egin diotela osasun langileei bertaratzea; azkenean, anbulantzia bat deitu behar izan dute.
— Hiruka (@HirukaEus) February 15, 2023
Bitartean, langileak eraikinetara sartu ahal izan dira. pic.twitter.com/kAgY9iTk3o
Según explica el medio digital ‘Hiruka’, en un primer momento se han puesto trabas a la llegada de la ambulancia, aunque finalmente ha sido permitida por el cordón policial. Uno de los concentrados ha explicado en NAIZ Irratia que también se ha impedido que uno de los presentes, con conocimientos médicos, le atendiera.
Las movilizaciones han continuado a las 12.00, con «la Rueda». Un grupo de vecinos de todas las edades han protestado dando vueltas en la plaza Santa Eugenia, frente al edificio de Romoko Kultur Etxea (RKE), donde el Ayuntamiento pretendía ubicar algunas de las actividades de Nagusien Etxea. Esta actividad, consistente en caminar durante 30 minutos en círculo, 15 en cada dirección, se realizaba diariamente en la Plaza Xake de Erromo, actualmente en obras.
A esa misma hora y durante toda la mañana, la calle Lope de Vega ha permanecido acordonada y protegida por varios furgones de la Ertzaintza, así como por varios agentes de la Policía Local, mientras los operarios trabajaban en el interior del edificio.
Nueva protesta
Esta tarde ha tenido lugar una nueva concentración para protestar contra la «represión» de los dos últimos días, también en la plaza Santa Eugenia. Más tarde, los asistentes tienen previsto decidir de forma asamblearia las acciones a seguir a partir de ahora.
La protesta de este miércoles ha dado seguimiento a la producida el martes por la mañana, que concluyó con una persona detenida y varios heridos, y a la movilización en la que, ya por la tarde, también se produjo una carga.
Atzo, 19:00etan, eraisketaren kontrako elkarretaratzea manifestazio bilakatu zuten herritarrek, eta, horretan ere, Ertzaintza euren kontra oldartu zen.
— Hiruka (@HirukaEus) February 15, 2023
Auzokideek, @GetxokoEHBildu eta @podemos_getxo taldeek polizien "jarrera oldarkorra" salatu zuten.#nagusienetxearomo pic.twitter.com/z4aiQGpIuM
La persona detenida quedó libre en la tarde del martes, aunque con cargos de desobediencia y atentado a la autoridad.
Este miércoles, los operarios están completando el vaciado del edificio, puesto que se les ha visto lanzar varios objetos por la ventana, en lo que parecen los pasos previos al derribo.
«Centro intergeneracional»
Asociaciones de vecinos y grupos del municipio habían mostrado su oposición al proyecto del Ayuntamiento de Getxo y la Diputación Foral para levantar en ese punto un «centro intergeneracional» con alojamiento para personas dependientes y apartamentos para jóvenes.
El edificio que albergaba Nagusien Etxea ha permanecido clausurado desde el pasado 17 de agosto, cuando se cercó ante lo que parecía una demolición inminente. Ese mismo día, un juez ordenó paralizar el derribo al existir un litigio judicial en marcha. Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco dejó sin efecto la orden de derribo.
El pasado 31 de enero, un grupo de personas jubiladas y pensionistas del barrio se concentraron para impedir que agentes de la policía local vaciaran el inmueble.