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Reivindican la memoria del dolor de presos y familiares en el acto en recuerdo de Xabier Rey

La memoria de las conculcaciones de los derechos humanos en el contexto del conflicto en Euskal Herria debe incluir el sufrimiento de presos y familiares por la política penitenciaria de excepción, han reclamado este sábado en el barrio iruindarra de Donibane en el acto de recuerdo de Xabier Rey.

Paco Rey y Yolanda Urmeneta, aita y ama de ‘Antxo’, reciben un ramo de flores. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

Las consecuencias de la política penitenciaria de excepción aplicada a los presos vascos han quedado en evidencia en el acto de recuerdo que se ha realizado hoy en el barrio iruindarra de Donibane a Xabier Rey ‘Antxo’, muerto en 2018 cuando se encontraba en la prisión de Puerto III, a mil kilómetros de casa.

Cinco años después de su fallecimiento, familiares y vecinos se han reunido en la Vaguada para recordarle. En este acto, en el que también ha habido violines, dantzaris y hasta un coro que ha entonado el ‘Txoria txori’ de Mikel Laboa, han intervenido representantes de Egiari Zor, que han denunciado que las políticas de excepción en el ámbito penitenciario aplicadas por los gobiernos español y francés son una conculcación de los derechos humanos, que ha alcanzado una gran dimensión estas últimas décadas.

En las cuatro últimas décadas, 36 presos políticos vascos y 16 familiares han muerto como consecuencia de esta política de excepción, según han recordado. «Estas medidas podían haberse evitado. Si se hubieran priorizado los derechos humanos frente a la venganza, el castigo añadido, la seguridad o cualquier otra consideración, la realidad hubiera sido muy diferente», han señalado.

«Estas muertes tienen algo en común: en todas ellas la aplicación de políticas de excepción ha sido determinante. Negación de la debida atención sanitaria, aplicación de manera arbitraria de los protocolos contra enfermedades incurables, duras condiciones de vida dentro de la cárcel, largos periodos de aislamiento, clasificaciones sistemáticas en primer grado y FIES, intervención permanente de todas las comunicaciones, alejamiento, dispersión…», han denunciado, ubicando la muerte de Rey también en este contexto.

Junto a ello, han abogado por la aplicación del reconocimiento, la reparación y las garantías de no repetición a las miles de violaciones de derechos humanos que se han registrado en el contexto del conflicto político en Euskal Herria. «Para ello, es necesario reconocer también las violencias directas e indirectas sufridas por las personas presas y sus familiares. Es necesario sacar a la luz la verdad de las violaciones de derechos que ha provocado la política penitenciaria de excepción», han reclamado.

«La memoria de lo ocurrido no puede limitarse a intereses que tienen más que ver con visiones particulares y partidistas. La memoria, entendida como un ejercicio necesario para el desarrollo de la convivencia democrática en una sociedad plural, no pueden en modo alguno ‘adaptarse’ a unas normas que olvidan partes de la historia colectiva de este país. Todos los sufrimientos deben tener cabida en las políticas públicas de memoria, incluidas las muertes como la de ‘Antxo’», han dicho.

Dantzaris, en el acto de Donibane. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

Patxi Rey: «El mejor homenaje es mantener vivo a ‘Antxo’»

Patxi Rey, hermano de Xabier, ha agradecido emocionado en nombre de la familia todo el respaldo recibido por parte del barrio de Donibane por y por todos los amigos de ‘Antxo’.

«Tenemos claro que lo mató la política penitenciaria», ha dicho sobre su hermano, cuya situación también estuvo –como ocurría entonces con la inmensa mayoría de presos vascos– por la cruel huella de la dispersión y el alejamiento.

«Lo único que nos queda –ha explicado–, lo que para nosotros importa es mantener vivo el recuerdo de nuestro hermano e hijo».

«Han pasado cinco años y sentimos el dolor de aquel día como si hubiera sido ayer. El tiempo pasa rápido, pero a la vez se detiene y se hace eterno con solo pensar que no vamos a volver a ver esa sonrisa pícara», ha proseguido, sin poder contener por momentos las lágrimas al recordar que «es demasiado tiempo sin disfrutar de esa presencia y esa vitalidad».

Muestra de ese espíritu «traste y salsero» que, en palabras de su hermano, caracterizó a ‘Antxo’, fueron algunos de los episodios de su infancia y juventud que ha enumerado, dibujando una sonrisa las caras de muchos de los presentes: los combates de pressing catch entre hermanos [que, por cierto, siembre ganaba Xabi], las tardes de ‘estudio’ en la habitación [sí, estudio entre comillas], las broncas en el patio de la ikastola o la «galleta» que se dio mientras esquiaba y que le dejó la cara paralizada para más de una semana, las gaupasas y los bailoteos en al ‘estilo Rey Urmeneta’, que sigue siendo único...

También ha recordado, cómo no, los momentos vividos dentro de esas «putas cárceles» y la «felicidad y energía que transmitía tu cara al ver a los aitatxus en los vises, y no solo por los espárragos y los solomillos».

En definitiva, «mil y una batallas que tus colegas y familia guardamos en la retina».

Finalmente, Patxi Rey se ha dirigido a los presentes y ha reiterado el llamamiento a mantener vivo el recuerdo de Xabier: «El mejor homenaje es mantener vivo a ‘Antxo’».