INFO

El movimiento contra la reforma de las pensiones se prepara para «frenar el país»

Mientras el Senado francés avanza en el debate y la aprobación de los primeros capítulos de la reforma de pensiones, los sindicatos se preparan para pasar a «una velocidad de crucero» en las calles, con una convocatoria con la que aspiran este martes a «frenar el país».

Las calles de Baiona volverán a ser escenario, mañana, de una marcha que se complementará con otras acciones de rechazo a la reforma. (Guillaume FAUVEAU)

En el Palacio de Luxemburgo, los senadores franceses debaten y aprueban los primeros puntos de la reforma del sistema de pensiones.

En un clima que poco tiene que ver con el vivido en la Asamblea Nacional, la Cámara Alta se ha empleado a fondo el fin de semana, y lo ha hecho para adoptar incluso uno de los capítulos sensibles de la reforma.

Los votos de la derecha han permitido al macronismo derogar los regímenes especiales para los nuevos empleados de la parisina RATP y también en las empresas del sector energético.

Los senadores tienen por delante otros capítulos clave, como ese artículo 7 que consagra el paso de la edad de jubilación de 62 a 64 años, para a partir de ahí tratar de completar el debate antes de que suena la campanada final, el 12 de marzo a medianoche.

Pasar a una velocidad superior

Sin embargo, en las próximas horas la vista no estará puesta tanto en la sede del Senado, y en las transacciones entre macronistas y mayoría senatorial de derecha, como en las calles, ya que la intersindical cuenta con pisar el acelerador en sus planes de hacer desistir al ejecutivo sobre una reforma que tacha de «brutal e injusta».

La prensa dominical daba eco así a las palabras del «número uno» de la CGT, Philippe Martinez, que abogaba por «pasar a una velocidad superior» en las protestas a partir de la jornada de paro y movilización prevista para mañana martes, 7 de marzo.

Una sexta jornada de acción para la que el Ministerio de Interior ha servido ya sus previsiones.

La Policía espera que entre 1,1 y 1,4 millones de personas salgan a las calles, lo que implica una previsión a la baja respecto a la jornada del 31 de enero, en la que los sindicatos contaron 2,5 millones de manifestantes allí donde la Policía contó 1,27 millones.

El Gobierno invita a teletrabajar

Más allá de la aritmética, el Gobierno da por hecho un fuerte impacto de la convocatoria en el transporte. De ahí que haya hecho pública, al igual que la dirección de la compañía ferroviaria SNCF, la recomendación de recurrir al teletrabajo a todos los que puedan acogerse a esa opción, en vista de que los servicios tanto de los transportes colectivos de la capital (RATP) como dde los trenes se verán muy impactados por la convocatoria del 7 de marzo.

Solo circulará 1 de cada 5 trenes en el caso del TGV y del transporte regional TER. También se espera una fuerte perturbación del tráfico en el caso de las redes de los Intercité y Transilien.

En los aeropuertos la situación se anuncia también compleja. De hecho, la Dirección General de Aviacion Civil (DGAC) ha solicitado de antemano a las compañías aéreas que renuncien a entre el 20 y el 30% de sus vuelos, tanto el 7 como el 8 de marzo, en previsión de un seguimiento amplio de la huelga entre los controladores aéreos.

El ministro de Transportes, Clément Beaune, asume que la situación será compleja no solo el martes sino también en jornadas posteriores, ya que el escenario parece abocar no a un paro puntual sino a movimientos de huelga sostenidos en el tiempo.

Tal como da a entender el comunicado conjunto de las centrales sindicales en el Departamento de Pirineos Atlánticos, el movimiento de la huelga será importante también en los centros educativos de Zuberoa, Nafarroa Behera y Lapurdi.

Baja la producción en las instalaciones energéticas

En el sector energético, a iniciativa de la CGT, el fin de semana ha estado marcado ya una bajada en el suministro, que se ha dejado sentir en plantas de electricidad y gas, centrales nucleares y refinerías.

«Vamos a poner de rodillas a la economía francesa», ha augurado el secretario general de la sección del ese sindicato en el sector de la industria Química, Emmanuel Lépine, según recoge la agencia AFP, mientras que en los puertos se espera que el paro tenga un seguimiento relevante.

Los sindicatos trabajan para que en esa jornada que debe subir el tono de la protesta social también bajen sus persianas los comercios y no descartan bloqueos puntuales ya de peajes ya de carreteras, mediante operaciones caracol para ralentizar el tráfico.

Al tiempo, la jornada del 8 de marzo va a estar muy marcada por la revuelta social contra una reforma que penaliza doblemente a las mujeres, en razón de la brecha salarial, pero también de su mayor implicación en labores de cuidado no remuneradas.

«La pensión media bruta de las mujeres, incluso tras recibir la bonificación por haber tenido tres hijos, es de 1.154 euros, cuando los hombres cobran 1.931 euros, lo que implica una brecha del 40%», señala el secretario general de FGRFP64, José Marco.

Las mujeres se verán doblemente perjudicadas

La federación de organizaciones de pensionistas destaca que las mujeres viudas, que representan el 42% del total, reciben en muchos casos pensiones inferiores a los 1.100 euros, lo que hace que en ese colectivo la tasa de pobreza se sitúe en el 12,7% cuando para el conjunto de los jubilados es del 9,5%.

Aunque actualmente la edad legal de jubilación se sitúa en los 62 años en el Estado francés, un 36% de las mujeres esperan hasta los 65 años o incluso más para evitar penalizaciones, aunque a fin de cuentas terminan percibiendo menos de 750 euros de pensión básica.

«Si se aprueba esta reforma, la situación de las mujeres será todavía peor, ya que tendrán que trabajar hasta cuatro meses más que los hombres», alerta la federación de nueve organizaciones de jubilados que llama a salir a la calle tanto en Baiona como en Pau.

La intersindical convoca a movilizarse a partir de las 10.30 en la capital labortana, y pone esta vez una cita vespertina en Donapaleu, a las 18.30.

Al final de una jornada que, de un modo un otro, influirá en las deliberaciones en el Senado y más en general en la accidentada tramitación de la reforma, los sindicatos se reunirán para decidir sobre la continuidad de un movimiento social que, por motivos de calendario y de justicia social, tendrá, de entrada, una prolongación natural en la jornada del 8 de marzo.