Miles de mujeres se movilizan en Bilbo entre cánticos reivindicativos

Llamadas por Bilbo Feminista Saretzen, miles de mujeres han tomado las calles de la ciudad al ritmo de batukadas y cantos feministas. En la movilización han tenido cabida todo tipo de reivindicaciones, como las de las mujeres migradas, que pedían «papeles para todas».

La manifestación convocada por Bilbo Feminista Saretzen ha comenzado en la plaza del Sagrado Corazón puntual, a las 19.30. Centenares de mujeres han iniciado la marcha hacia la plaza Moyua, bajo el lema ‘Se os acabó el negocio de los cuidados, feminismoa da alternatiba’. Desde el primer momento la movilización se ha desarrollado en ambiente festivo, con cantos ya conocidos como el que alude a la Conferencia Episcopal, por «machista y patriarcal».

Sin embargo, ha sido al llegar a la plaza Elíptica cuando la protesta se ha vuelto aún mas multitudinaria, ya que miles de mujeres esperaban allí a unirse a las que habían salido de la plaza del Sagrado Corazón. Han recibido la cabecera de la manifestación con un sonoro aplauso, y la movilización ha seguido Gran Vía abajo al ritmo de la batukada de Indautxu.

La marcha ha hecho una parada frente a la sede de la Diputación de Bizkaia, donde una pancarta acusaba al organismo foral de hacer negocio con los cuidados. También esperaban allí miembros de la asociación de familiares de personas residentes Babestu, así como un grupo de mujeres migradas que pedían erradicar el trabajo de interna y la regularización de todas las que se encuentran en situación administrativa irregular.

Después del parón, la movilización ha llegado a la Plaza Circular, para dirigirse calle Buenos Aires abajo hacia el Ayuntamiento, donde ha terminado la manifestación. La plaza se ha quedado pequeña para las miles de personas que se habían unido a la protesta.

El cuidado, público y compartido

Las reivindicaciones más repetidas en la movilización han sido las relacionadas con los cuidados. Al grito de «nuestra casa no es tu chollo, ya estoy harta, cambia el rollo» o «el doble de trabajo por la mitad del sueldo», las manifestantes expresaban el reparto desigual del trabajo y la riqueza que padecen las mujeres.

Del mismo modo, reclamaban un sistema público de cuidados, para dejar de apoyar esa carga de trabajo en «la familia nuclear» de la que se ocupan fundamentalmente mujeres.