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Representantes municipales llevan al Parlamento navarro su rechazo al gasoducto por Aralar

Representantes municipales han expuesto este martes en el Parlamento navarro por qué se oponen a la construcción de un gasoducto por Aralar. «No estamos en contra del proyecto, sino del trazado», ha precisado la alcaldesa de Arakil, que ha asegurado que «las cosas se pueden hacer de otra manera».

Comparecencia de Aralar Zaindu Dezagun contra el actual proyecto de gasoducto. (Idoia Zabaleta | FOKU)

Representantes municipales han rechazado en el Parlamento navarro el proyecto de conducción de gas previsto entre Arakil y Lekunberri atravesando la sierra de Aralar al considerarlo «extremadamente perjudicial» y han defendido como alternativa el trazado del Plazaola, que han asegurado que es más económico y menos agresivo medioambientalmente.

La alcaldesa de Arakil, Oihana Olaberria, y el alcalde de Larraun, Mikel Uharte, junto con el técnico Mikel Martínez, han detallado en una sesión de trabajo, convocada por EH Bildu, Podemos Ahal Dugu e Izquierda-Ezkerra, la situación del proyecto. La comparecencia en la Cámara se produce pocos días antes de que el sábado 25 de marzo tenga lugar una movilización convocada por Aralar Zaindu Dezagun.

«No estamos en contra de que se lleve gas a Lekunberri pero se puede hacer de otra manera, no estamos en contra del proyecto, sino del trazado», ha aseverado la alcaldesa de Arakil, quien ha dicho no entender como un proyecto «tan mal presentado y tan mal dimensionado ha llegado hasta aquí» y es que «dentro de 15 días la empresa va a poder iniciar las obras».

Su «preocupación» por esta situación y por la «tremenda falta de respeto» que supone que sus propuestas no hayan sido escuchadas es lo que les ha llevado al Parlamento para insistir en que «las cosas pueden hacerse de otra manera». Es cuestión de «voluntad política, venimos a solicitar su apoyo, Aralar lo merece», les ha dicho.

Al respecto, el alcalde de Larraun ha indicado que este proyecto ha terminado «en el Tribunal Supremo pero ninguno ha entrado al fondo de la cuestión, nos hemos quedado en el tema administrativo». Tras el proceso judicial, ha aclarado, se han visto obligados a dar una licencia favorable, con una serie de requisitos que no va a ser posible cumplir.

Impacto del proyecto

El proyecto presentado ha sido analizado por el técnico, quien ha sostenido que no incluye topografía ni estudio geológico, así como que conlleva daños por erosión, deslizamiento de taludes y pérdida de masa forestal y flora.

Al respecto, ha apuntado que la estimación de superficie arbolada que se va a ver afectada, 12.000 metros cuadrados, «se queda muy lejos de los 66.000 reales».

«Si hay un árbol cada diez metros cuadrados hay 6.600 árboles y no hay ningún dato que diga que se va a tirar ese número de árboles», ha añadido, tras lo que ha apuntado que la ley exige un proyecto de reforestación que no hay.

En cuanto a los acuíferos, ha comentado que «se han dejado la mitad y minimizan el impacto, dicen que afectan a 5.800 metros cuando son 12.000». Ha denunciado también que no se habla de cómo se van a gestionar los residuos.

Respecto al presupuesto, ha indicado que han justificado 2,7 millones de ellos, cuando, según su valoración, es «casi tres veces más», unos 7,5 millones de euros.

Frente a esa propuesta, ha sostenido, la alternativa del Plazaola evita riesgo de erosión y de deslizamiento de taludes, no hay tala de arbolado, no hay afección a acuíferos ni al paisaje, no hay gestión de residuos de madera (tocones) y no es necesario reforestar. A eso ha añadido que es más económica, en torno a 4 millones.

«Barbaridad medioambiental»

Como una «barbaridad medioambiental» ha calificado el proyecto previsto el portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, quien ha considerado «comprensible» la contestación social al existir una alternativa más barata y menos agresiva medioambientalmente.

Al igual que Araiz la portavoz de I-E, Marisa de Simón, ha mostrado sorpresa por la declaración de impacto ambiental, tras lo que ha apuntado que el Gobierno «conociendo el informe que presentan deberían darle una vuelta a la situación».

Por Navarra Suma, Miguel Bujanda ha opinado que el «peaje» que hay que pagar por este proyecto «no está bien dimensionado». «Esto suena a cabezonería de alguien» y «viene a redundar lo que hace este Gobierno, que nunca escucha a la gente que vive en el territorio», ha agregado.

Javier Lecumberri (PSN), tras asegurar que todos esperan que tenga la menor afección posible, se ha remitido al trabajo de los técnicos del Gobierno de Navarra que «realizan su trabajo de forma concienzuda y merece credibilidad».

Por su parte, Pablo Azcona (Geroa Bai) ha mostrado su apoyo a cualquier alternativa que sea menos viable y menos gravosa desde el punto de medioambiental y ha asegurado no tener respuesta ante la decisión de hacer «la propuesta más gravosa medioambientalmente y la más costosa económicamente».