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Díaz quiere ser la «primera presidenta» del Gobierno español ante una «democracia en riesgo»

La líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha anunciado formalmente en Madrid su carrera hacia la Moncloa y advierte contra «el partido del odio» y «los del no a todo». Representantes de Podemos Nafarroa y de Elkarrekin Podemos de la CAV han estado presentes, pero nadie de la Ejecutiva estatal morada.

Yolanda Díaz, durante su intervención. (Thomas COEX | AFP)

Han sido nueve lunas las que ha habido que esperar para escuchar la decisión. Nueve meses después de la presentación en sociedad de Sumar, allá por julio, en un caluroso día de verano madrileño, Yolanda Díaz ha confirmado lo que ya era un hecho que todos daban por seguro: será candidata a la Presidencia del Gobierno del estado español por una confluencia a la izquierda del PSOE. Lo que está en duda ahora es si será también a la derecha de Podemos.

El acto masivo, que ha tenido lugar en el distrito de Chamartín, al norte de la capital española, ha escenificado este domingo no solo que comienza el camino de la actual vicepresidenta para conquistar la Moncloa, sino que la relación está en pleno conflicto irresuelto con quienes fueron los aliados clave para llevarla hasta aquí, Podemos.

En el Polideportivo Magariños, curiosamente donde jugaba al baloncesto en el Estudiantes el presidente Pedro Sánchez cuando era joven, Díaz ha afirmado «con humildad» que ha decidido ser «la primera presidenta del Gobierno» para «ensanchar» una democracia que ve «en riesgo» por el avance de la ultraderecha.

Arropada por aliados y parte el Podemos vasco

Con tantas semanas de previa en las que estaba se había estado debatiendo quién acudiría y quién no al acto de lanzamiento, las presencias físicas de representantes políticos es una noticia en sí misma. Y también con quién ha elegido entrar la vicepresidenta a la pista del polideportivo, recubierta toda con una alfombra color rosa y con una gran pancarta lateral que decía Sumar y una detrás del escenario en donde estaba la frase ‘Empieza todo’, acompañada de las palabras ‘escucha’, ‘diálogo’, ‘ilusión’, ‘libertad’ e ‘igualdad’ a izquierda y derecha.

Díaz ha entrado entre aplausos, secundada por la alcaldesa de Barcelona y candidata a la reelección, Ada Colau, por líder de la oposición madrileña y candidata a presidenta regional, Mónica García, y por el alcalde de València, Joan Ribó. Mientras iba saludando con besos y abrazos a varios en esos treinta metros hasta el escenario, se han sumado a la candidata algunos de los ponentes del acto que la han precedido en las palabras, entre ellos, la activista trans Carla Antonelli, quien renunció al PSOE en disidencia por la oposición del sector de Carmen Calvo a la nueva ley LGBTI aprobada por Igualdad.

Yolanda Díaz, acompañada por Ada Colau y Mónica García, entre otras, a su llegada al acto. (Carlos LUJÁN | EUROPA PRESS)

Entre los presentes en la primera fila estaban la candidata a la Presidencia del Gobierno de Nafarroa por Contigo Navarra, Begoña Alfaro (Podemos), el consejero de Justicia navarro, Eduardo Santos, el exsecretario general de Elkarrekin Podemos en la CAV, Lander Martínez, y el diputado por Araba de la alianza Elkarrekin-Berdeak, Juan Lopez de Uralde.

También estaban el coordinador general de Izquierda Unida, el ministro Alberto Garzón, el secretario general del PCE, Enrique Santiago, y el diputado Iñigo Errejón (Más País). Sentado detrás del escenario, el diputado de Podemos por Madrid, Txema Guijarro, distanciado de la Ejecutiva estatal.

Díaz abraza a Alberto Garzón ante Iñigo Errejón. (Carlos LUJÁN | EUROPA PRESS)

Finalmente, y aunque algunos integrantes de ambos bandos esperaban una sorpresa de última hora, no ha habido nadie de la Ejecutiva central de Podemos presente en el acto. Ayer, la secretaria general, Ione Belarra, decía que esa «misma tarde» alcanzaba con firmar ambas fuerzas una declaración conjunta que acordara primarias abiertas y la forma en que se harían.

No ha habido sorpresas al respecto pero, tras el acto, fuentes del entorno de Díaz han dejado trascender a los medios presentes que la vicepresidenta estaba «muy contenta» y esto no define una ruptura, sino que aquí «no se acaba nada».

De hecho, a un mensaje de la candidata a presidenta de Extremadura por Podemos, Irene de Miguel, en que le deseaba suerte por Twitter y decía esperar que «aunque hoy no pudo ser» el futuro político las encuentre «juntas», Díaz ha respondido «estoy convencida». 

Por si eso fuera poco, la víspera del acto se ha visto empeñada por un presunto fraude simbólico del CIS de José Félix Tezanos para perjudicar a Podemos, denunciado por Belarra y la cúpula morada. El barómetro ocultó (y luego lo informó en la publicación de la base de datos) que la fuerte bajada de Podemos en las encuestas (casi un 20%, de un mes al otro) fue porque dejó de contemplar como parte del total a los encuestados que respondían «Sumar» ante la pregunta de a quién votarían.

En este contexto, la vicepresidenta no ha hecho mención alguna ni a Podemos ni a leyes clave de la gestión impulsadas por las ministras Belarra e Irene Montero (como sí lo hizo en la moción de censura de Ramón Tamames). Incluso cuando ha dicho «saber bien de dónde» viene su origen político, no ha mencionado a la formación morada.

«La política de verdad, la útil»

Con casi una hora de retraso, el esperado discurso de lanzamiento ha comenzado con una reivindicación a la sociología de la capital. «Aquí llegamos a Madrid, que no es la ciudad que nos quieren hacer ver, no es ese Madrid rancio, estamos en Madrid desde Galicia, València, Extremadura, Catalunya, de todas partes», ha enfatizado, despertando los primeros aplausos de las tres mil personas presentes y que, según fuentes de Sumar, habían quedado otros dos mil afueras sin poder entrar por el aforo.

Colas en el exterior del recinto donde se ha presentado Sumar. (Alejandro MARTÍNEZ VÉLEZ | EUROPA PRESS)

«Este es un país que ama, diverso y alegre y que da lo mejor de sí mismo. Yo hoy quiero presentar otra forma de hacer política, una en la que quepamos todo», ha señalado, y ha recordado que, cuando hizo el lanzamiento de Sumar hace nueve meses, prometió «escuchar», una palabra que a su entender «cambia todo».

Acto seguido, ha agradecido a los 35 coordinadores de las casi mil personas que han trabajado en áreas temáticas para elaborar un programa de gobierno que Díaz ha prometido que se hará público en los próximos días para que la gente pueda «debatirlo y enmendarlo y hacerlo suyo».

También ha agradecido a Colau, Ribó, García, Garzón, Santiago y a Uralde, y ha mencionado a todas las fuerzas que ya anunciaron el apoyo a su candidatura (como la Chunta Aragonesista, la canaria Proyecto Drago y Compromís), para luego volcarse a delinear algunas definiciones, que no han sido muchas, sobre el tipo de plataforma que encabezará.

«El futuro no es lo que va a venir, sino lo que ya estamos haciendo. Las políticas útiles que mejoran la vida de la gente, que restauran la confianza en la cosa pública. Necesitamos sumar a todas esas personas que vuelven a tener esperanza. La política útil es ya una convicción en este país», ha aseverado, y ha añadido: «Nos decían que la política era ruido, cosa de los partidos y que la ciudadanía no tenía nada que ver. Desde Sumar, desde el minuto uno, fuimos contra la corriente: dijimos que la política con mayúsculas es dialogar y dialogar y con el que no piense como nosotras, dialoguemos más para llegar al punto de encuentro».

Tras ello, ha mencionado los que considera los mayores logros de su gestión, como impulsar la subida del salario mínimo a 1.080 euros, los derechos de las trabajadoras de la limpieza, y la reforma laboral, para la cual ha dedicado un párrafo especial que encapsulaba una crítica a los soberanistas que no la apoyaron: «Política útil no es votar en contra de una reforma laboral que permite que hoy tengamos 14 millones de trabajadores indefinidos, eso es por puro politiqueo, eso no es política de la grande».

«Tenemos un gran reto, nuestros padres lucharon por la democracia y creo que a Sumar le toca ensanchar la democracia, que está en riesgo por ese partido del odio que tiene nombres diferentes en España, Italia, Estados Unidos, Brasil, Chile, pero que tienen como objetivo acabar con la democracia», ha recalcado, y ha asegurado que «no se trata de ganar elecciones», que claro que desea hacerlo, ha aclarado, sino que Sumar busca «algo más profundo, que es tratar de ganar el país, para transformarlo».

También ha fustigado al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y ha tachado al Partido Popular del «partido del no a todo», y ha recordado su oposición a las subidas del SMI, a los derechos ampliados sobre el aborto y la reforma laboral.

«Llevo diciendo hace tiempo que el neoliberalismo como pensamiento ha fracasado. Han fracasado intelectualmente pero son fuertes en términos políticos. Nos toca derrotarlos políticamente, y el PP en nuestro país es quien representa muy bien el neoliberalismo, son los del no, los que quieran que sigamos sufriendo», ha agregado.

Díaz ha criticado las ganancias extraordinarias de las grandes empresas españolas y ha asegurado que su partido buscará discutir la jornada laboral de 40 horas, «que sigue siendo la misma que hace un siglo», y ha dicho que es necesario también «hablar de todo, incluido el ocio, trabajar menos para vivir mejor».

El acto ha concluido con una cerrada ovación por parte de los presentes. (Carlos LUJÁN | EUROPA PRESS)

«Quise escuchar y lo he hecho, os sentí muy cerca, sentí la esperanza y que la gente volvía a creer en la cosa pública. Me tomé mi tiempo, creo que dudar es importante para tomar decisiones. Hoy creo que puedo ser útil para nuestro país y voy a dar un paso adelante. Con humildad, quiero convertirme en la primera presidenta de nuestro país», ha concluido su discurso ante la ovación de todo el polideportivo, que se ha puesto de pie.

Tras abrazarse con sus aliados y con algunos simpatizantes, Díaz se ha ido y ha dejado asentada, en el Domingo de Ramos, la primera candidatura a la Moncloa formalmente anunciada en la larga carrera que acabará a fin de año.