Nacen cuatro tiburones Alitán en el Aquarium de Donostia

Durante un tiempo, los tiburones recién nacidos permanecerán en un espacio de cuarentena, que es donde nacen y aprenden a comer y a relacionarse con otras especies marinas.

Cuatro tiburones de la especie Alitán han nacido en el Aquarium de Donostia, algo que ha sido posible gracias a las buenas condiciones del agua y del entorno, través de control exhaustivo de la temperatura y la calidad de agua medidas por el equipo de biólogos.

En la zona de cuarentenas es donde nacen, y también donde esta especie aprende a alimentarse y relacionarse con diferentes especies hasta que alcanza el tamaño idóneo para ser trasladados al gran oceanario del Aquarium, donde podrán ser vistos por el público. Durante estos días de Semana Santa, los miles de turistas que se acerquen al museo donostiarra conocerán todo el proceso de nacimiento de esta especie del cantábrico.

En la Costa del Mar Cantábrico habitan hasta trece especies de tiburones diferentes. Muchas de estas especies viven a grandes profundidades por lo que no se suelen dejar ver. Tres de estas especies se han adaptado a vivir y reproducirse en el Aquarium, siendo una de las joyas ocultas del oceanario.

Hoy en día la situación debido a la pesca comercial y recreativa, sigue amenazando a las diferentes especies de tiburones de todo el mundo. Se calcula que por ese mismo motivo cada año mueren hasta 70 millones de tiburones.

El aleteo de tiburones es otra de las principales amenazas que enfrentan muchas de las especies en peligro. Implica la pesca masiva de estas especies para el consumo de sus aletas, mientras que el cuerpo se desecha de nuevo en el océano. Las aletas de tiburón utilizadas en la sopa asiática tradicional contienen un precio de mercado muy elevado, es por ello que son uno de los productos pesqueros más valiosos del mundo. Según han informado desde el Aquarium, los números son muy agresivos ya que el número de tiburones que se matan cada año para este dicho mercado entre 26 millones y 73 millones.
 
No obstante, existen otros efectos indirectos que al igual que estos amenazan a dichas especies disminuyendo así su población. La contaminación, el cambio climático y la alteración del hábitat son otros de los muchos ejemplos que se pueden dar.