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El Gobierno de Lakua dejó sin gastar en 2022 casi mil millones de su presupuesto final

Lakua presentó el presupuesto de 2022 como «el mayor de la historia» y lo cifró en 13.107,8 millones de euros que, viendo la liquidación, no le hubiera llegado para todo lo empleado. Sin embargo, a lo largo del año se elevó hasta los 14.700 millones, y al final ha dejado casi mil sin utilizar.

Pedro Azpiazu, consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Lakua. (Endika PORTILLO | FOKU)

Cada mes de octubre el Gobierno de Lakua presenta su proyecto de presupuestos, que en los dos últimos años se ha vendido como «el mayor de la historia». Hasta diciembre es el tiempo de la propaganda y del juego negociador con los grupos de la oposición. Y en abril suele llegar la rendición de cuentas con la presentación de la liquidación provisional de las cuentas, pero a esto poca gente hace ya caso.

La liquidación del presupuesto de 2022 ha demostrado dos cosas: que con el proyecto inicial no le hubiera llegado para afrontar los gastos que ha realizado, pero que al final, otro año más, al Gobierno le han «sobrado» casi mil millones de euros.

El 27 de octubre de 2021 se presentó finalmente el proyecto de presupuestos de la CAV para 2022, que se había insistido en que iba a ser el mayor de la historia y que superaría los 13.000 millones. Finalmente se concretó en 13.108 millones de euros.

Pero, en realidad, a fin de año, aplicando ampliaciones, habilitaciones e incorporaciones de remanentes de años anteriores, el presupuesto actualizado a 31 de diciembre de 2022 fue de 14.700 millones de euros. Esto supone que Lakua dispuso de 1.592 millones más de los inicialmente previstos. En proporción es una desviación al alza del 12,1%.

Con todo ello, al acabar el año se habían efectuado pagos por un total de 12.711 millones de euros. Es decir, 1.989 millones menos de los que Lakua disponía.

Pero las «obligaciones reconocidas», es decir, los pagos comprometidos, ascendían a 13.722 millones. Esto supone que le sobraron 978 millones de euros. Pero también quiere decir que con el presupuesto inicial de 13.108 millones de euros no le habría llegado para cumplir con los compromisos finales, le hubieran faltado 614 millones de euros.

Esto viene a demostrar cuánto de teórico tiene todo el debate que se suele dar en relación con los presupuestos.

Cada vez menos «inversiones reales»

En la presentación de aquel presupuesto de 2022, uno de los principales eslóganes fue que «la inversión pública es la seña de identidad del presupuesto de 2022».

Pero lo que la liquidación provisional muestra es que el capítulo de «inversiones reales» tenía una partida inicial de 435,7 millones de euros. Sin embargo, a lo largo del año, mientras las cuentas generales crecieron un 12,1%, el dinero de este apartado bajo el 15,1%, hasta los 378,4 millones de euros.

Aún así, el dinero empleado finalmente ha sido muy inferior. Las «obligaciones reconocidas» son de 185,1 millones de euros, que no llega ni a la mitad de lo disponible (48,9%).

Y los pagos efectuados a 31 de diciembre de 2022 no eran más que 119,9 millones de euros.

En 2021 ya ocurrió algo similar. El presupuesto actualizado de aquel ejercicio para el capítulo 6 de «inversiones reales» fue de 334,5 millones de euros, pero de ellos solo se utilizaron 196,3 millones de euros, quedándose sin gastar 138,2 millones.

Aún así, la proporción de empleo de 2021 fue superior al ahora liquidado de 2022. Se utilizó un 58,68%.

En su momento, el parlamentario del PP Luis Ignacio Gordillo pidió explicaciones sobre esta falta de «inversiones reales». E incluso recordó al Gobierno que en 2020, el año más duro de la pandemia, la ejecución de este capítulo de las cuentas públicas fue del 62,0%.

Pero la respuesta de Pedro Azpiazu no ofrece ninguna opinión del Departamento. Se limita a decir que el 28 de junio ya remitió al Parlamento el Informe de Situación Presupuestaria por Partidas del conjunto del ejercicio de 2021, que dio acuse de recibo el 5 de julio. Se trataba de un documento técnico de 1.309 páginas con muchos números, pero sin ningún tipo de explicación