Digitalización y crisis climática, en colectivo
La activista ecofeminista Yayo Herrero y la filósofa política Jule Goikoetxea trataron los retos ecosociales y la transición digital, en el marco de las charlas del Gazte Topagunea de Ernai. Apuntados los desafíos, dibujaron el camino a seguir para enfrentarlos como sociedad.
Como parte de la programación del Gazte Topagune de Ernai que ha tenido lugar del 6 de abril hasta hoy, la profesora, investigadora y activista ecofeminista Yayo Herrero y la filósofa política y profesora de EHU Jule Goikoetxea ofrecieron ayer una charla a cerca de los retos ecosociales y los relacionados con la transición digital. El coloquio tuvo lugar en el Gaztetxe, que se quedó pequeño ante el gran número de asistentes.
Herrero enumeró y explicó detalladamente las problemáticas que dan lugar a la crisis ecosocial en la que estamos sumidos, por ejemplo, el incremento de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Señaló que considera más apropiado hablar de «caos climático» que de «cambio», el cual definió como «un cambio en las reglas según las cuales se organiza la naturaleza». Apuntó que son consecuencias de la misma los eventos climáticos extremos que ocurren con mayor frecuencia que antes, así como la perdida de conocimiento campesino.
Del mismo modo, la activista ecofeminista subrayó que el cambio climático no afecta a todos por igual, aunque haya quien quiera presentarlo como elemento igualador, ya que factores como el género, la procedencia, el lugar de residencia o la clase social tienen mucho que ver en la capacidad de cada individuo para hacerle frente. Y es que recordó que hay poblaciones que «se ven obligadas a migrar porque su territorio se vuelve inhabitable».
También trató la pérdida de la biodiversidad, que comprende «los sujetos que componen la naturaleza, pero sobre todo, la densa red de relaciones que hay entre ellas», ya que favorece una situación de mayor riesgo para afrontar los problemas ecológicos. «Nuestro mundo come petróleo», afirmó también Herrero, aludiendo a la dependencia hacia los combustibles fósiles.
Goikoetxea centró su discurso en el reto que supone la transición digital, que se está llevando a cabo por entes privados. «La intervención se realiza en seres vivos, se sacan datos de ellos y se comercializan», para lo cual se almacenan previamente en centros de datos. Estos centros, explicó, tienen un consumo muy alto de agua y energía, y requieren de espacio físico, por lo que sigue una lógica neocolonial.
Definió Euskal Herria como «‘colonia’ digital» de los estados francés y español, a los cuales se refirió en los mismos términos, ya que dependen de Silicon Valley. Asimismo, señaló la digitalización como pieza clave de la soberanía, en este caso, de Euskal Herria, poniendo como ejemplo el proceso de independencia de la India, en el que, según explicó, nacionalizar las maneras de comunicación fue uno de los primeros pasos. Por ello, subrayó la necesidad de «pensar también en utopías digitales, cuando hablamos de utopías propias».
Contracción material
Así se refirió Herrero al decrecimiento de la esfera material, es decir, a la realidad inevitable de que tendremos que vivir con menos recursos materiales en los próximos decenios. Así, señaló que hay dos formas de hacerle frente. La primera, con «puro fascismo», haciendo que unos pocos mantengan un nivel de vida que su territorio no puede sostener a base de saquear otros lugares. La segunda, cambiar la forma de consumo.
Herrero finalizó su intervención asegurando que pensar que se puede vivir individualizado es «un concepto patriarcal» que solo pueden permitirse unos pocos, ya que, a su modo de ver, «somos seres radicalmente codependientes». Por ello, apostaba por dar una respuesta colectiva como sociedad a las problemáticas expuestas anteriormente.