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El Consejo Constitucional francés rechaza la segunda petición de referéndum sobre las pensiones

El Consejo Constitucional francés ha rechazado una segunda solicitud de referéndum sobre las pensiones que la izquierda presentó in extremis, antes de la promulgación de la cuestionada reforma. El Gobierno ve ya agotado el «camino democrático» de la ley, pero la izquierda rehúsa pasar página.

Manifestantes reclaman el referéndum en la plaza del Louvre de París. (Christophe ARCHAMBAULT | AFP)

El Consejo Constitucional francés ha rechazado este miércoles una segunda solicitud de referéndum sobre las pensiones que la izquierda había presentado in extremis, antes de la promulgación de la cuestionda reforma del Gobierno.

Como se preveía, los nueve miembros del Consejo han considerado que la propuesta de referéndum de iniciativa compartida (RIP) presentada por unos 250 diputados y senadores no cumplía con los criterios requeridos.

El Consejo ha estimado en particular que la solicitud de referéndum «no se refiere, en el sentido del artículo 11 de la Constitución, a una reforma relativa a la política social», que es el punto principal que debía verificar.

La izquierda apuesta ahora a un siguiente paso en la Asamblea Nacional el 8 de junio, día de examen de un proyecto de ley del grupo independiente Liot para derogar la reforma que eleva la edad legal de jubilación a los 64 años.

El «camino democrático» de esta reforma ha terminado, insistió el martes la primera ministra, Elisabeth Borne, que ha marcado una nueva hoja de ruta con el presidente, Emmanuel Macron, y quiere seguir «actuando».

El ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, ha reiterado este miércoles ante el Senado que «este texto es legítimo». No obstante, la alianza de la izquierda rechaza «pasar página».

El segundo PIR fue iniciado in extremis el 13 de abril por unos 250 diputados y senadores de izquierda e independientes. Al día siguiente, el Consejo Constitucional, presidido por el ex primer ministro (PS) Laurent Fabius, había validado la mayor parte de la reforma de las pensiones, incluido la prolongación de la edad legal de jubilación a los 64 años, y rechazó una primera solicitud de RIP.

Macron promulgó la ley, pero la batalla continuó.

Protestas

Después de 12 días de movilizaciones, la intersindical organizó un Primero de Mayo combativo que estuvo marcado por el rechazo a la reforma.

La nueva decisión del Consejo Constitucional también ha sido recibida hoy con protestas. Unas docenas de personas se había renunido cerca de la calle Montpensier, donde se reúne este órgano, cuyos miembros son designados por el presidente, la Asamblea o el Senado.

«Estamos aquí para protestar contra la negación democrática que ha marcado todo el proceso de esta  'contrarreforma' de las pensiones», señalaba Nicolás Bouchouicha, trabajador ferroviario de la CGT.

El jefe de policía de París ha prohibido desde las 17:00 hasta las 02:00  del jueves cualquier reunión no comunicada, así como portar y transportar fuegos artificiales dentro de un amplio perímetro alrededor del Consejo Constitucional.

En París se anunciaba una cacerolada en la Place du Louvre a partir de las 17:30. En Burdeos, la CGT ha convocado una manifestación frente al Tribunal de Alta Instancia, decidida a «apoderarse de todas las herramientas republicanas y democráticas» para conseguir la retirada de la reforma.

Propuesta de derogación en la Asamblea

En la segunda petición de referéndum, los parlamentarios planteaban que una consulta popular prohibiera una edad legal de jubilación superior a los 62 años, es decir lo que habían propuesto en la primera solicitud impugnado por el consejo constitucional.

Para aumentar sus posibilidades de éxito, estos cargos electos encabezados por Patrick Kanner, presidente de los senadores socialistas, habían completado su propuesta solicitando también en referéndum una «contribución significativa de las rentas del capital» a la financiación de las pensiones.

Si se hubiera validado el PIR, la carrera de obstáculos habría continuado, con la necesaria recaudación de 4,8 millones de apoyos ciudadanos en nueve meses.

La izquierda deposita ahora sus esperanzas en la propuesta de derogación de la reforma presentada por el grupo independiente Liot (Libertas, Independientes, Ultramar, Territorios) en el menú del Palais Bourbon, sede del Legislativo, el próximo 8 de junio.

El texto preocupa al campo presidencial, porque cuenta con el apoyo de la mayoría de los grupos de oposición. El diputado Aurélien Pradié, al frente del desafío a la reforma en Les Républicains, indicó que votaría a favor, «por coherencia». Su grupo volverá a tener la llave de la votación.

Una aprobación por parte de la Asamblea Nacional sería solo el comienzo de un camino parlamentario, pero la izquierda planea pedir en tal caso la suspensión de la reforma.

Los sindicatos se han citado el 6 de junio para una nueva jornada de acción, con el fin de ser escuchados por los diputados.