Una Real pletórica asfixia al Madrid (2-0) y escala otro peldaño hacia la Champions
Anoeta ha vivido una noche de ensueño en comunión con un equipo que ha exhibido un enorme despliegue físico que le ha permitido maniatar al gigante blanco. Take Kubo ha adelantado a los blanquiazules y Ander Barrenetxea ha sentenciado a falta de cinco minutos (2-0).
Enorme la Real. Los donostiarras están tres puntos más cerca de la Champions merced a una intensa presión que ha maniatado al Real Madrid, increíble despliegue siendo el cuarto partido en once días. De quitarse la txapela ante un cuerpo técnico y unos preparadores físicos que han llegado a este parón con una racha de 10 de los 12 últimos puntos.
La puesta en escena ha sido mejor por parte del Real Madrid. Los de Ancelotti llegaban a Donostia con muchas bajas y la mirada puesta en la final de Copa del sábado y la ida de la semifinal de Champions la próxima semana, pero sus suplentes tampoco son precisamente una banda de pueblo, ni mucho menos.
Tchouameni ha puesto a prueba a Remiro con un disparo lejano y Militao ha dado la primera muestra de su poderío aéreo con un cabezazo que el meta donostiarra ha enviado a córner.
Diez minutos le ha costado engrasarse a la máquina blanquiazul. Sorloth ha tenido la primera a pase de Gorosabel, pero ha tapado Militao. El aluvión estaba por llegar. El ariete noruego ha peinado un corner en el primer palo y Zubimendi ha remachado en el segundo, pero su postura era muy forzada y el balón ha sido escupido por el larguero.
En el 18 Sorloth se ha escapado de Rudiger por la banda izquierda –ya le hizo una parecida a Juan Cruz en El Sadar–, ha pisado área y ha asistido a un Silva que no ha podido superar a Courtois.
Derribo clarísimo a Oyarzabal
Y en el 22 Oyarzabal ha caído en el área zancadilleado por Militao. Pulido Santana se ha hecho el sueco y en la contra Rodrygo se ha zambullido ante Gorosabel, con resultado de falta y amarilla. El mundo al revés. Desde el VAR, Iglesias Villanueva debía estar viendo ‘Forjado a fuego’ o ‘Crónicas carnívoras’, porque las imágenes de la tele eran clarísimas pero no ha dicho esta boca es mía mientras Anoeta protestaba a tope de decibelios. Por si fuera poco, en el saque de la falta casi lo manda a la red Militao, imperial por arriba. Ni el guionista de ‘Atraco perfecto’.
A partir de ahí se ha frenado el aluvión, y se ha llegado al descanso con la grada más pendiente de los vídeos de la dichosa jugada. Pero la sensación es que la Real, si era capaz de mantener el ritmo, podía dar una noche mágica a su parroquia.
Y la presión ha dado sus frutos nada más arrancar la segunda mitad. Sorloth ha apretado a Militao, este ha dado un mal pase a Courtois y Kubo ha sido más rápido y la ha mandado a dormir (1-0, 46). Octavo txitxarro para el japonés, otra muesca en la culata de aciertos de Olabe.
Roja a Carvajal
Pero si algo tiene el Madrid es gen ganador e instinto de supervivencia. Los blancos han ido a por el empate, dejando a la Real metros para correr. A la hora de partido Carvajal ha visto la segunda amarilla por derriba a Ahien en un balón dividido, aunque en honor a la verdad hay que reconocer que el lateral merengue llega antes al balón.
El choque se ponía cuesta abajo para los de Imanol, que quitaba al amonestado Gorosabel y a un Zubeldia tocado físicamente por Elustondo y Pacheco.
Los realistas seguían apretando arriba como lobos. No llegaba la sentencia, pero el Madrid sufría para cruzar con balón al campo rival. En el 73 ha entrado sangre fresca arriba con Barrene y Carlos Fernández por Kubo y Sorloth.
La ha tenido el primero en el saque de una falta, pero Courtois ha demostrado por qué es uno de los mejores porteros del mundo. Pero el canterano se ha tomado la revancha poco después, tras recibir escorado a la izquierda, recortar hacia adentro y batir al belga de fuerte derechazo (2-0, 85).
El pescado estaba vendido, la presión vuelve a estar sobre los hombros del Villarreal, que visita este miércoles al Valencia. Los donostiarras duermen con 8 puntos de ventaja sobre los amarillos, 12 sobre el Betis y 14 sobre el Athletic. Anoeta huele a Champions.