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Nuevo ataque al euskara: Madrid diluye Filología Vasca en otros «ámbitos de conocimiento»

El carácter específico de la Filología Vasca está en riesgo, pues el Ministerio de Universidades no la contempla como ámbito de conocimiento en su proyecto para delimitar las plazas a las que se tiene que presentar el profesorado si quiere acceder a un puesto laboral.

Estudiantes charlan en grupos a la entrada de la Facultad de Letras en el campus de la UPV-EHU en Gasteiz. (Raúl BOGAJO | FOKU)

En un contexto de continuos ataques al euskara, el Ministerio español de Universidades ha protagonizado la última acometida al arrebatar a la Filología Vasca su especificidad como espacio de conocimiento. Lo ha hecho en el Proyecto de Real Decreto que, en desarrollo de la Ley de Ordenación del Sistema Universitario, busca fijar los ámbitos de conocimiento que permitan describir las plazas a las que se tiene que presentar el profesorado que aspira a un puesto laboral.

En el proyecto, el Ministerio de Joan Subirats señala que la Ley «obliga a que dichos ámbitos de conocimiento sean lo suficientemente amplios para permitir y favorecer la movilidad del profesorado, así como facilitar su carrera profesional y la necesaria interdisciplinariedad y colaboración entre especialidades», y explica que, a tal efecto, introduce «dos importantes novedades».

Por un lado, «sustituye el concepto área de conocimiento por el de ámbito de conocimiento a los efectos de la descripción de las plazas de profesorado». Y por otro, «amplía, con carácter general, el alcance de los nuevos ámbitos de conocimiento, al desvincularlos de la homogeneidad en el objeto de conocimiento, la común tradición histórica y la existencia de una comunidad de profesores e investigadores que el artículo 71.1 de la Ley Orgánica 6/2001 (…) de Universidades, exigía para que un campo del saber fuese reconocido como área de conocimiento».

Y resulta que entre los 42 «ámbitos de conocimiento» que se mencionan expresamente en el documento y al que deben adscribirse todos los puestos de trabajo, no se encuentra la Filología Vasca, como tampoco están la catalana o la gallega, que sí eran reconocidas hasta ahora.

En ese listado solo aparecen “Lenguas modernas y sus literaturas” y “Filologías hispánica, clásicas y del mundo antiguo”. Las filologías que han sido laminadas quedarían diluidas en uno de esos ámbitos.

Más allá del hondo calado político de este paso, ejecutar el decreto en los términos en los que está redactado tendría consecuencias prácticas, pues reducir la especialización exigida para acceder a una plaza en aras a «permitir y favorecer la movilidad del profesorado, así como facilitar su carrera profesional y la necesaria interdisciplinariedad», podría afectar a la capacitación del profesorado destinado a impartir clases de Filología Vasca.

Un claro «paso atrás»

Eneko Zuloaga, profesor de Filología Vasca en la UPV-EHU, que de aprobarse el decreto pasaría a ser profesor adscrito al ámbito de la Filología Hispánica o al de Lenguas modernas, apuntó ayer en Euskadi Irratia que con la nueva normativa «se perdería la especificidad de la Filología Vasca», y aunque se mostraba prudente sobre los efectos concretos del decreto -todavía un proyecto- en la visibilidad de los estudios de Filología Vasca, destacaba que «abre la puerta» a que se vea afectada, ya que el documento detalla que los planes de estudio deberán elaborarse en función de esos nuevos «ámbitos de conocimiento». «Si la Filología Vasca desaparece como área de conocimiento concreto o se pone a merced de otro ámbito, también el programa de estudios quedará supeditado a este último», apostilló.

Eneko Zuloaga cree que se verá afectado también el trabajo de investigación

El profesor también consideró que en caso de salir adelante este planteamiento, el espacio de la Filología Vasca «quedaría debilitado» de cara a la sociedad, y todo eso podría tener impacto en los planes de estudio o en los perfiles de los futuros profesionales y en su preparación académica.

A su juicio, el contenido del proyecto es «claramente» un «paso atrás» que no afecta solo al reconocimiento de la Filología Vasca como ámbito de estudio o como carrera, sino también al trabajo de investigación desarrollado en torno a ella en el último siglo y medio. Un objeto de investigación que, recordó, se ha desarrollado y se está desarrollando en otras universidades, no solo en la UPV-EHU, y cuya especificidad «quedaría así disuelta».

Alegaciones al proyecto

Con todo, este documento puede ser sometido a cambios durante la tramitación parlamentaria. De hecho, en el propio texto se indica que la relación de ámbitos de conocimiento que aparecen enumerados en la lista «podrá ser modificada por Orden del Ministro de Universidades previo informe favorable del Consejo de Universidades». En este sentido, varias administraciones e instituciones académicas han presentado o ya han anunciado que presentarán alegaciones. Y así lo ha hecho también la UPV-EHU respecto a la relegación de la Filología Vasca.

En un extenso escrito al que ha tenido acceso este periódico, se argumenta que la reducción de las áreas de conocimiento anteriores contemplada en el nuevo proyecto «resulta irregular y desproporcionada», ya que «no recoge la especificidad del ámbito filológico y ello lo aleja de las realidades científica y académica».

Se añade, en ese mismo punto, que en el salto de 190 áreas a 42 ámbitos «los dominios filológicos y la lingüística general son los que más han sufrido mutaciones con la desaparición de ámbitos de conocimiento, como es el caso de la lingüística, que han sido reordenados y clasificados bajo etiquetas genéricas de “Lenguas modernas y sus literaturas” y “Filologías hispánica, clásicas y del mundo antiguo”, que constituyen claramente denominaciones antiguas más propias de títulos universitarios o de departamentos que de ámbitos de conocimiento».

La UPV-EHU recuerda que «la Filología Vasca no pertenece como la hispánica o como la gallega y la catalana a la rama románica y, por ende, indoeuropea»

 

Frente al ánimo de supeditar el ámbito Filología Vasca al de Filología hispánica o al de Lenguas Modernas, el escrito expone que «la denominación y clasificación de ‘lengua hispánica’ para el vasco bajo el paraguas de la Filología hispánica resulta claramente metonímica», ya que el euskara no solo se habla en la CAV o Nafarroa, sino también en Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, así como en zonas bajo administración bearnesa -Eskiula- y en diversas comunidades vascas afincadas en América desde el siglo XIX.

También indica que «su inclusión dentro del ámbito de la Filología hispánica no responde ni a la realidad actual, ni a la trayectoria histórica de ambos ámbitos». Recuerda, por otra parte, que «la Filología Vasca no pertenece como la hispánica o como la gallega y la catalana, a la rama románica y, por ende, indoeuropea» y que, «el vasco es una lengua aislada genéticamente a la que, por lo menos en la actualidad, no se le conocen lenguas emparentadas».

Paradoja lingüística

Respecto a la denominación “lenguas modernas”, se valora que esta es «cuando menos paradójica desde el punto de vista lingüístico», pues «toda hablada en la actualidad es una lengua moderna». «La lengua española, a la que se concede el ámbito de la Filología hispánica, es también una lengua moderna», afirma el escrito, y añade que «no se comprende por qué un especialista en Filología Hispánica podrá adscribirse tanto al ámbito Filología Hispánica como al de Lenguas Modernas, mientras se niega la especificidad a las filologías correspondientes a las lenguas minoritarias del Estado».

En otro de los puntos, se recuerda que «el desarrollo de la Filología Vasca se ha robustecido, afincado y extendido sobre todo a partir de finales de la década de 1970 y, en concreto, a partir del establecimiento de programas universitarios para el estudio de la lengua vasca desde un punto de vista filológico», y valora que «el ámbito, relativamente reducido debido a la situación sociolingüística ̈de la lengua vasca, es especialmente vulnerable» ante cambios como los contemplados en el proyecto de decreto.

«Hasta la actualidad, el estudio académico y científico de la lengua vasca, tanto a nivel diacrónico como sincrónico, y tanto en el plano literario como lingüístico, se ha autodefinido de forma clara, precisa y unívoca mediante el sintagma Filología Vasca / Euskal Filologia, disciplina que engloba el análisis de la tradición textual, lingüística y literaria de la lengua vasca». «A nuestro juicio, es la mejor manera de hacerlo», insiste la UPV-EHU, y destaca que así se recoge en la normativa precedente.



«Excluyente e inaceptable» para la Generalitat

Si en Euskal Herria la respuesta al proyecto del Ministerio ha partido del ámbito académico, en Catalunya es el propio Govern el que lo ha criticado. Ayer, el conseller de Investigación y Universidades, Joaquim Nadal, advirtió de que recurrirán los decretos que desarrollan la Ley de Ordenación del Sistema Universitario si relegan los estudios de filología catalana: «Iremos hasta las últimas consecuencias».

Nadal explicó que la Generalitat presentó alegaciones a estos decretos y dijo que «si la respuesta del Ministerio es en positivo, habremos acabado aquí. Si no, se acabará la vía del diálogo y empezará la vía del recurso». El conseller tachó de «excluyente e inaceptable» que los decretos no incluyan ninguna referencia a la filología catalana, y expresó su deseo de que el ministro Subirats «será capaz de rectificar un contenido que afecta a la lengua catalana».