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Erkoreka admite ahora «errores» policiales en la muerte de Maialen Mazón

Tras haber intentado defender la acción de la Ertzaintza en el primer momento, el consejero de Lakua Josu Erkoreka ha admitido este martes que hubo «una concatenación de errores de comunicación» que desembocaron en la desprotección de Maialen Mazón, que murió en Gasteiz a manos de su expareja.

Movilización en Gasteiz tras el crimen machista de Maialen Mazón. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

Una semana después de que intentara situar toda la responsabilidad de la muerte de Maialen Mazón en una ruptura consentida de la orden de alejamiento, el consejero de Seguridad de Lakua, Josu Erkoreka, ha admitido que se ha producido un error de coordinación policial.

Ha sido tras el Consejo de Gobierno de Lakua de este martes. Erkoreka ha informado tras el análisis detallado del caso que «lo que se ha producido es una concatenación de errores de comunicación entre las diferentes instituciones responsables de la protección de Maialen, y esa concatenación de errores de comunicación ha desembocado en un escenario y en un resultado fatal que nadie quería».

En euskara se ha mostrado aún más tajante: «Está claro que las instituciones hemos fallado, que no hemos sido capaces de garantizar y defender la vida de Maialen. Está claro que ha habido un fallo. La Ertzaintza trabajará para analizar qué ha ocurrido y en qué pueden mejorarse los protocolos».

Este reconocimiento contrasta totalmente con lo que el propio Erkoreka señaló en una comparecencia el lunes pasado, la mañana siguiente a producirse la muerte de Mazón a manos de su expareja en un apartahotel de Gasteiz. Aquel día detalló la comunicación producida entre entes policiales, situó la responsabilidad en la ruptura de la orden de alejamiento (presentándola como consentida) y dio a entender que la Ertzaintza no podía haber hecho más en su defensa.

¿Comunicaciones correctas o no?

Así, Josu Erkoreka refirió que Mazón residía en los últimos meses en Castelló de la Plana, concretamente en Burriana, y que su pareja, de 33 años y natural de València, tenía una orden de alejamiento vigente a raíz de un expediente de violencia machista instruido por la Policía española «hace meses» y emitido por el juzgado de Torremolinos.

Explicó que la Ertzaintza tuvo el primer contacto con este caso el pasado 29 de enero, cuando recibió el aviso de los responsables del apartahotel donde se alojaban tras sospechar que se registraron bajo una falsa identidad. Explicó que a raíz de ello la Ertzaintza se puso en contacto con Maialen Mazón, confirmó que convivían en el citado hotel y que había una orden de alejamiento en vigor sobre su pareja que se estaba quebrantando.

Siempre según la primera versión de Erkoreka, la mujer transmitió a la Ertzaintza que «no se sentía agredida ni en peligro» y afirmó que «tenía una relación de afectividad que quería mantener» y que trabajaba por eliminar la orden de alejamiento. Tras ello, la Policía autonómica elaboró un atestado y puso en manos del juzgado correspondiente el «quebrantamiento voluntario» de la orden judicial por ambas partes.

Añadió que el pasado 18 de mayo (diez días antes del crimen), «la Guardia Civil de Burriana entra contacto con la Ertzaintza para comunicar que Maialen había transmitido su voluntad de trasladar su residencia a Euskadi», por lo que aquí también se habría producido la comunicación entre policías. Y de hecho, afirmó que una vez en Gasteiz la víctima la Ertzaintza volvió a «entrevistarse con ella» para «evaluar el nivel de riesgo» y «se encuentra con que la víctima ratifica su testimonio de enero» de que el quebrantamiento era «voluntario, consentido», y que la relación «no generaba miedo en ella ni la ponía en peligro», incidió, y que su deseo era «restablecer la relación de afectividad con plena normalidad». «No es fácil proteger a una víctima más allá de la percepción de riesgo que la propia víctima tiene de sí misma», intentó zanjar.

Esta primera versión dio pie a un debate social sobre la adecuación o no de esa actuación policial ante un quebrantamiento de orden de alejamiento. Y también a medidas como la de la Fiscalía de Araba, que ordenó a la Ertzaintza endurecer su acción en esos casos.

Aunque Erkoreka no ha dado este martes más precisiones sobre en qué ha consistido la descoordinación, su reconocimiento de errores corrige claramente esa primera versión. El lehendakari Iñigo Urkullu respaldó entonces completamente la actuación de la Ertzaintza.

¿Cuál es el error exactamente?

Según han publicado algunos medios, aunque no tiene confirmación de Erkoreka, otros cuerpos policiales tenían catalogado al hombre como muy peligroso, pero no así la Ertzaintza. Este podría ser uno de los errores de comunicación a los que ahora alude el consejero vasco.

A otro posible error ha apuntado el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Iñaki Subijana, en Radio Euskadi, al señalar que el juzgado no tenía aviso de la Ertzaintza sobre el incumplimiento de la orden de alejamiento, lo que desmiente la primera versión de Erkoreka.