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El reto de Uriarte es anticiparse y acertar con las soluciones, en vez de construir un relato

El club se esmeró en responsabilizar a Iñigo Martínez de su salida y en aportar datos resaltando el modelo de juego para ratificar su apuesta por Valverde. Sin embargo, afrontará la próxima temporada sin su principal baluarte defensivo y con la dificultad de acudir al mercado para reforzarse.

Jon Uriarte, en la rueda de prensa para hacer un balance de la temporada. (Monika DEL VALLE | FOKU)

El Athletic preparó a conciencia la comparecencia realizada para hacer un balance de la temporada y explicar la marcha de Iñigo Martínez. El presidente, Jon Uriarte, fue tajante al asegurar que su intención era renovar al jugador y que se sentía frustrado por no haberlo conseguido.

Llamó la atención que admitiera que desde la pasada pretemporada sabían que el de Ondarroa quería cambiar de aires, cuando en todas las declaraciones realizadas desde su llegada a Ibaigane había comentado que confiaba en poder ampliar su contrato. Incluso, el director general, Jon Berasategi, mantuvo una conversación con un representante del Barcelona, aunque no dijo el nombre del equipo y afirmó que no recibieron una propuesta económica. La versión ofrecida estaba bien calculada porque Uriarte había negado en varias ocasiones haber hablado con el conjunto catalán. La duda es si contemplaban la opción de vender al futbolista para aumentar los ingresos, o se remitieron a la cláusula.

Después del cisma con Fernando Llorente hace una década, la directiva de Uriarte optó por no contar la realidad a la masa social y recurrir a la frase hecha de que las negociaciones se gestionan a nivel interno. Un planteamiento que buscaba «defender» a la institución y no perjudicar el rendimiento del equipo y el futbolista. La táctica empleada tampoco ha sido efectiva. Sin poder concretar la repercusión que haya tenido en el vestuario, la aportación de Iñigo Martínez ha sido escasa ya que se ha pasado la mitad de la temporada lesionado. Además, la despedida ha estado marcada por los reproches.

La siguiente renovación estratégica es la de Nico Williams. Termina contrato en 2024 y el club no puede permitirse iniciar el curso con la incertidumbre sobre su continuidad. El presidente está advertido de la tensión que genera. Por eso, recalcó que no le gustaría que se repitiera esta situación con otro jugador y aseguraba que van a poner todos los medios.

Por su parte, Mikel González se limitó a señalar que creen que Nico Williams está feliz en el Athletic y que toda la familia está contenta en el club. En este sentido, es importante destacar que María Arthuer, la madre de los hermanos Williams, ha sido elegida como embajadora del mes de junio por el 125 aniversario en reconocimiento a la aportación de la comunidad migrante en el Athletic y en Euskal Herria.

Nico e Iñaki Williams con su madre María Arthuer en la entrega de la insignia como embajadora por el 125 aniversario. (Monika DEL VALLE / FOKU)
Nico e Iñaki Williams con su madre María Arthuer en la entrega de la insignia como embajadora por el 125 aniversario. (Monika DEL VALLE / FOKU)

A Uriarte le estalló el culebrón sobre Iñigo Martínez nada más acceder al cargo y, aunque tenía relación con el futbolista y su representante, no ha podido reconducir la situación. Viendo su actuación parece que confiaron en que el Barcelona le dejara tirado ya que reconocieron haber realizado unos acercamientos «infructuosos» en los últimos meses. El club no se anticipó a su posible marcha y se ha quedado con un hueco importante en la defensa. Por recordar, la Junta de Josu Urrutia se adelantó y contrató a Aritz Aduriz por tres millones de euros antes de que se conociera la negativa a continuar de Llorente.

Otro movimiento a subrayar es que el Athletic acometió el traspaso de Unai Núñez al Celta conociendo las intenciones de Iñigo Martínez. El director deportivo, Mikel González, afirmó que confían en Yeray, Vivian y Paredes para cubrir el eje de la defensa y que no han barajado el regreso del de Ezkerraldea, pese a tener experiencia y solvencia en Primera. No descartó una incorporación, pero se remitió a encontrar una «oportunidad de mercado» que entre en sus parámetros económicos. Abordar los fichajes de Laporte y David García son muchos millones y el rendimiento inmediato que podría ofrecer Herrando, central de Osasuna Promesas, es una incógnita.

Es curioso que no se mencionara el aspecto económico en la no renovación de Iñigo Martínez puesto que a nadie se le escapa que el objetivo de la Junta de Uriarte es contener los sueldos. El presidente volvió a recordar el «déficit estructural» del club y su preocupación por equilibrar las cuentas. En el caso de Oier Zarraga, Mikel González reconoció sin tapujos que no se había alcanzado un acuerdo por las diferencias económicas.

Un discurso optimista

La salida de Zarraga es otra de las medidas que causa cierto asombro al ser un centrocampista que ha participado con asiduidad en las rotaciones de Valverde, aunque no se ha afianzado en las alineaciones. Se marcha un jugador dinámico, de 24 años, y también se contempla una cesión para Unai Vencedor, que tiene 22 años y no ha contado para el técnico. Así, el centro del campo de la próxima temporada estaría compuesto por jugadores que superan la treintena como Vesga, Dani García, Herrera y el recién fichado Iñigo Ruiz de Galarreta. Regresan de sus cesiones Nolaskoain y Prados, que también pueden actuar de central, y del filial tendrían sus opciones Junior Bita, Unai Gómez y Gerenabarrena. Mikel González manifestó que hay que ser «valientes» con los jóvenes, a pesar de que este curso solo han debutado dos jugadores -Adu Ares y Paredes-.

El director deportivo hizo referencia en su exposición al ‘Rock and Roll’ que, a su juicio, ha practicado el Athletic de Valverde. Aportó datos para afirmar que el modelo de juego del equipo va bien encaminado. Según detalló, es el equipo que más balones recupera de la Liga, el que más tiempo juega en campo rival y el tercero en remates. También mencionó que es el que más córners genera. Ha sacado 257 y tan solo ha marcado en dos ocasiones. Un dato que se planteó como positivo, pero que en realidad no deja en buen lugar al equipo.

Mikel González aludió a la falta de acierto y habló de entrenar más y poner más detalle para «mejorar» en las facetas del juego en las que han fallado, además de no cometer errores en ataque y en defensa en los minutos finales de los partidos.

En base a las estadísticas que citó, el Athletic se habría merecido obtener once puntos más en la clasificación. En ese análisis se pasó por alto el declive experimentado por el equipo durante la campaña y que impidió acabar en los puestos europeos. El equipo se ha caído en las últimas jornadas y le ha faltado dominar otros registros del juego. Es una situación que se ha repetido en las últimas campañas.

Por otro lado, Uriarte revelaba que Valverde puso su cargo a disposición al no alcanzar el objetivo europeo. Sin embargo, para los máximos responsables del club sigue siendo «el líder» del primer equipo y «el mejor entrenador que puede tener el Athletic».

Sancet e Iñaki Williams en el último partido de la temporada en San Mamés contra el Elche. (Raul BOGAJO /FOKU)
Sancet e Iñaki Williams en el último partido de la temporada en San Mamés contra el Elche. (Raul BOGAJO /FOKU)