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Mujeres y niñas se encargan de buscar agua en el 70% de los hogares del mundo sin suministro

En 7 de cada 10 hogares del mundo que carecen de suministro agua son mujeres y niñas quienes se encargan de buscarla, así como de transportarla hasta sus casas. Un nuevo informe de Unicef y de la OMS ha puesto ese dato sobre la mesa.

Niñas afganas hacen cola para conseguir agua potable. (Wakil KOHSAR | AFP)

Las mujeres y las niñas son las responsables de buscar agua en 7 de cada 10 hogares del mundo sin instalaciones de suministro, según un nuevo informe publicado por Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«Cada paso que una niña da para recoger agua es un paso que la aleja de la educación, el juego y la seguridad. El agua insegura y la imposibilidad de bañarse y lavarse las manos en casa privan a las niñas de posibilidades, comprometen su bienestar y perpetúan los ciclos de pobreza. Responder a las necesidades de las niñas en el diseño e implementación de programas de agua, saneamiento e higiene es fundamental para lograr el acceso universal al agua y el saneamiento, y lograr la igualdad de género y el empoderamiento», comenta Cecilia Sharp, directora de Unicef de Agua, Saneamiento e Higiene, así como de Clima, Medio Ambiente, Energía y Reducción de Riesgos de Desastres.

Según el informe, a nivel mundial unos 1.800 millones de personas viven en hogares sin instalaciones de suministro de agua. Las mujeres y las niñas de 15 o más años son las principales responsables de la recogida de agua en 7 de cada 10 hogares de este tipo, frente a 3 de cada 10 hogares en los que la responsabilidad recae en los hombres.

En el caso de las niñas menores de 15 años, también tienen más probabilidades que los niños de la misma franja de edad de ir a buscar agua, el 7% de ellas frente al 4% de ellos. En la mayoría de los casos, las mujeres y las niñas hacen viajes más largos para recoger agua, perdiendo tiempo que podrían dedicar a la educación, al trabajo y el ocio, y expuestas al riesgo de sufrir lesiones físicas y peligros en el camino.

El estudio muestra, además, que más de 500 millones de personas aún comparten instalaciones de saneamiento con otros hogares, lo que compromete la privacidad, la dignidad y la seguridad. Encuestas recientes en 22 países revelan que, entre los hogares con baños compartidos, las mujeres y las niñas tienen más probabilidades que los hombres y los niños de sentirse inseguras al caminar solas por la noche y se enfrentan a acoso sexual y otros riesgos.

Por otra parte, el informe apunta que los servicios de agua, saneamiento e higiene inadecuados aumentan los riesgos para la salud de las mujeres y las niñas, y limitan su capacidad para «gestionar su menstruación de manera segura y privada». Entre los 51 países de los que hay datos, las mujeres y las adolescentes de los hogares más pobres y las personas con discapacidad son las que tienen más probabilidades de carecer de un lugar privado para lavarse y cambiarse.

«Los datos más recientes de la OMS muestran una cruda realidad: se pierden 1,4 millones de vidas cada año debido al agua, saneamiento e higiene inadecuados. Las mujeres y las niñas no solo se enfrentan a enfermedades infecciosas relacionadas con el agua, el saneamiento y la higiene, como diarrea e infecciones respiratorias agudas, sino que también afrontan riesgos de salud adicionales porque son más vulnerables al acoso, la violencia y las lesiones cuando tienen que salir de casa para transportar agua o simplemente para usar el baño», resalta la directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS María Neira.

Hoy en día, alrededor de 2.200 millones de personas, o una de cada cuatro, todavía carecen de agua potable gestionada de forma segura en el hogar y 3.400 millones de personas, o dos de cada cinco, no tienen saneamiento gestionado de forma segura. Alrededor de 2.000 millones de personas –una de cada cuatro– no pueden lavarse las manos con agua y jabón en casa.

El informe, en cualquier caso, recoge algunos avances hacia el logro del acceso universal a agua, saneamiento e higiene. Entre 2015 y 2022, el acceso de los hogares a agua potable gestionada de forma segura aumentó del 69 al 73%; el saneamiento seguro ascendió del 49 al 57%; y los servicios básicos de higiene crecieron del 67 al 75%.