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La fiesta estalla en blanco, rojillo y verde en Iruñea

Apoteósico arranque sanferminero, con el presidente de Osasuna prendiendo la mecha y metiéndole el mayor golazo posible al tedio. La segunda edición festiva pospandémica ha arrancado sin lluvia, con euforia total, recuerdo a los presos y grandes ikurriñas en la Plaza.


Está medido científicamente que el gol de Osasuna que más estruendo generó en la historia fue uno marcado al Real Madrid para lograr la salvación en el Sadar, en el último partido de la liga de 2009. Pero el marcador de decibelios lo ha roto este 6 de julio catorce años después su presidente, Luis Sabalza, al lanzar el txupinazo que ha desatado la espita de la fiesta en Iruñea. 204 horas por delante, algunas más hasta el Encierro de la Villavesa.

Osasuna ha sido protagonista del momento como premio a su gran temporada. No solo en el edificio consistorial, sino en toda la Plaza, porque había muchas banderas osasunistas colgadas en las ventanas y balcones.

Sabalza, un hombre muy emocional, ha contenido a duras penas las lágrimas. En la calle no han faltado llantos de sentimiento y de euforia, mezclados con el cava y el vino que se han lanzado a chorros desde las 11.00. Los periodistas retransmitiendo en directo para las televisiones y los fotógrafos han sufrido este año...

Las manecillas del reloj han corrido desesperantemente lentas desde esa hora, entre unos tibios rayos de sol, aunque durante el día se prevé alguna tormenta. Los cánticos futboleros de rigor han caldeado el ambiente en una plaza en la que, a decir verdad, había más foráneos que autóctonos.

 

Y a las 12.00, el momento inenarrable, apoteósico, mágico aunque sea anual. Ha sido abrirse el balcón del segundo piso del Ayuntamiento y llenarse la Plaza de pañuelos rojos en alto. Todo ha mutado de blanco a rojo, y luego, con la explosión del cohete, de nuevo a blanco, pero esta vez ya entre un mar de saltos.

El presidente ha entonado con voz firme los gritos de rigor: «¡Pamploneses, pamplonesas, viva San Fermin. Iruindarrak, gora San Fermin!». Y le he añadido una apostilla alusiva al conflicto con la UEFA: «No nos rendiremos, ¡aupa Osasuna!». Abajo atronaba ‘Osasuna alé, alé’ cuando ha salido el presidente, y antes ‘Vamos vamos rojillos’ y ‘Osasuna nunca se rinde’, y después ‘Osasuna/ beti jo ta ke/ goazen gorriak garaipenerarte’... De la Cartuja de Sevilla a la Plaza del Ayuntamiento de Iruñea distan 800 kilómetros, pero es el mismo hilo festivo.

Junto a Sabalza, otros representantes rojillos disfrutando a todo el momento. Jagoba Arrasate por supuesto, ídolo absoluto en la ciudad, y que ya se asomó a ese balcón para hacer de bertsolari en el ascenso de 2019. David y Unai García, torres de la defensa rojilla y capitanes, dos casi PTV (Pamplonicas de Toda la Vida), de Ibero y Ezkirotz para más señas. No han podido asomarse en el primer momento porque no había sitio para todos, pero también han estado ahí, el noaindarra Kike Barja y Jon Moncayola, de Garinoain, que el año pasado lanzó el cohete en Oinez Txokoa.

Más caras conocidas en el interior de la Casa Consistorial: el torero Juan José Padilla, un clásico en Iruñea, con su inconfundible parche, ha posado con la nueva alcaldesa, Cristina Ibarrola, bastante eclipsada entre tanto invitado. Y entre tanto periodista: hasta 170 acreditados entre el Ayuntamiento y la anexa Casa Seminario.

Ibarrola se declaraba algo abrumada «por tanta responsabilidad y el cierto riesgo» que conlleva la marabunta sanferminera y sus añadidos como el encierro.

Ikurriña, ‘Etxera’...

En el centro de la Plaza no ha faltado una gran banderola de ‘Etxera’, recordando a quienes este año tampoco podrán disfrutar la fiesta en la calle, aunque ahora estén más cerca de casa. Los dispositivos policiales que han contenido las entradas a la Plaza no han podido evitar que la demanda se visibilizara.

También han aparecido, apenas diez minutos antes del cohete, dos grandes ikurriñas que compensaban su ausencia del balcón consistorial, junto a una bandera navarra. Precisamente este año se cumple una década desde que el veto de UPN se topó con la imaginación popular; los «arrantzale bizardunak» que se la pusieron en los morros al alcalde soltándola desde los tejados de la Plaza. El cuadro reivindicativo se completaba con una gran pancarta de GKS.

Doce minutos después, otro «momentico»-momentazo: la Biribilketa de Gainza, a la que ha abierto paso muy a duras penas la Policía Municipal porque en la Plaza hacer más sitio era casi imposible. «Si no tienes un duro, no te hace caso nadie»... con Unai, David, Monca y Barja botando en el balcón. Antes los gaiteros han improvisado un ‘Alé, Osasuna alé alé’. Y esto solo acaba de empezar.

Un fallecido en la Plaza del Castillo

El inicio en la Plaza del Castillo se ha visto nublado por el fallecimiento de una mujer por causas naturales, al parecer tras sufrir un infarto.

Ha ocurrido pocos minutos después del txupinazo en la zona posterior al escenario colocado en la Plaza.