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La ley de Restauración de la Naturaleza supera el veto de los conservadores en la Eurocámara

La Ley de Restauración de la Naturaleza logró superar hoy, por un estrecho margen, un voto crítico en el Parlamento Europeo, de forma que esa icónica y controvertida iniciativa del Pacto Verde Europeo podrá proseguir su tramitación legislativa.

Activistas defensores del medio ambiente, entre ellos Greta Thunberg, se concentran favor de la ley para restablecer los hábitats naturales, frente al Parlamento Europeo. (Frederick FLORIN | AFP)

El Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles, por un estrecho margen y pese a la oposición conservadora, un proyecto de ley clave sobre la biodiversidad destinado a restablecer los hábitats terrestres y acuáticos de la Unión Europea.

El pleno ha votado primero una enmienda clave para rechazar el texto al completo, que ha caído con 312 papeletas a favor, 324 en contra y 12 abstenciones ante el estruendoso aplauso de las bancadas liberal, socialista y verde, unidas en su defensa del proyecto de ley.

A continuación, el hemiciclo europeo ha escrutado una a una las 129 enmiendas añadidas al informe, para finalmente votar el texto al completo, que ha salido adelante por 336 escaños a favor, 300 en contra y 13 abstenciones.

La Eurocámara tendrá ahora que negociar la normativa definitiva con el Consejo de la UE, donde los Estados miembros ya consensuaron un enfoque común sobre un proyecto de ley al que se oponen frontalmente la extrema derecha y el Partido Popular Europeo (PPE), así como las grandes explotaciones agrícolas.

La Ley de la Restauración de la Naturaleza, que parte de una propuesta lanzada en diciembre por la Comisión Europea para acompasar el paso del bloque comunitario a los acuerdos sobre biodiversidad alcanzados en la COP15 de Naciones Unidas, pretende reparar en 2030 el 20% de los ecosistemas terrestres y marinos dañados de la UE y todos ellos para el año 2050.

El texto, que forma parte del llamado Pacto Verde de la Unión Europea, impone a los Estados miembros objetivos vinculantes de restauración de tierras y espacios marinos afectados por la contaminación o la explotación intensiva para preservar su biodiversidad.

Pero el expediente, al que se oponen también los grandes empresarios agrícolas, representados por la plataforma Copa-Cogeca, se ha envenenado políticamente desde que el presidente del PPE, el alemán Manfred Weber, convirtiera ese proyecto de protección de la biodiversidad en un arma arrojadiza contra la agenda verde, en lo que se interpreta como una toma de posición de los democristianos de cara a las elecciones el Parlamento Europeo de junio de 2024.

El PPE, el grupo más grande del hemiciclo, sustenta su oposición en que la ley amenaza la seguridad alimentaria de la UE y limitaría las posibilidades de construir instalaciones de energía eólica e hidroeléctrica. Además, sostiene que obliga a los campesinos a ceder parte de sus tierras para preservar la biodiversidad y compromete el despliegue de infraestructuras de energías renovables, mientras que la extrema derecha asegura que es producto del «fanatismo climático».

No obstante, 21 europarlamentarios del PPE han roto la disciplina de voto y han respaldado la tramitación de la Ley de Restauración de la Naturaleza, un fracaso para el órdago de Weber que abre también interrogantes sobre su devenir al frente de la familia política democristiana.

En el campo contrario, defienden la iniciativa socialdemócratas, verdes, izquierda y la mayoría de los liberales, así como otras plataformas agrícolas, la comunidad científica internacional, los cazadores, las empresas de energías renovables, un amplio surtido de multinacionales y cerca de un millón de ciudadanos, que han firmado una petición a favor de la ley.

Argumentan que no fija objetivos obligatorios, mejorará la producción agrícola a largo plazo y prioriza la instalación de infraestructura energética verde, entre otros argumentos.

«Hito histórico» para las organizaciones ecologistas

Amigos de la Tierra, ClientEarth, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Oceana, SEO/BirdLife y WWF han hecho público un comunicado conjunto «como organizaciones de defensa de la biodiversidad y de lucha contra el cambio climático» para subrayar lo que consideran «un hito en los esfuerzos de recuperación y protección del patrimonio natural».

Estas organizaciones se quejan de que la tramitación de la ley haya sido «torpedeada en diversas ocasiones por varios partidos» que la bloquearon «por intereses electorales» y «una visión cortoplacista que focaliza un modelo de producción y consumo claramente insostenible».

La propuesta que ha salido adelante lo ha hecho «con enmiendas» que «han reducido significativamente la propuesta de la ponencia» elaborada en la Comisión de Medio Ambiente del Europarlamento, por lo que las organizaciones medioambientales «lamentan que su posición no haya sido más ambiciosa».

Por ello, han pedido «la máxima ambición» en la tramitación a partir de este momento, que incluirá la negociación entre la Comisión Europea, el Europarlamento y el Consejo en los denominados «trílogos».

En ese sentido recuerdan la recogida de un millón de firmas ciudadanas a favor de la ley, así como el pronunciamiento favorable de «más de 6.000 científicos» y que «más de cien empresas han presentado una declaración a favor».