La reclamación del derecho a la vivienda impregna los muros antes de las fiestas de Baiona
A unos días de que arranquen las fiestas una pintura mural expresa desde un muro de Baiona la dura realidad que soportan los inquilinos a los que se desaloja con el argumento de que el dueño necesita vender un bien que, muchas veces, pasará a engrosar el mercado de segunda residencia.
La plaza Patxa de Baiona cuenta desde principios de semana con una nueva reivindicación. A los recién restaurados murales que recuerdan a Joxi, Joxean, Popo y Ion y, junto a ellos, al crisol de luchas libradas en Euskal Herria, se une desde esta semana una nueva obra.
Se trata de un fresco por el que se impregna en la pared la reivindicación del derecho a la vivienda.
Ello en vísperas de una cita multitudinaria, como son las fiestas de Baiona, que se apropiarán de la ciudad entre el 26 y el 30 de julio.
A iniciativa de la plataforma Herrian Bizi-Se Loger au Pays, esa pintura mural refleja la dura realidad que soportan los inquilinos a los que, de la noche a la mañana, se desaloja con el pretexto de que el dueño necesita vender ese bien.
De esa manera, esa vivienda, que daba alojamiento a una persona asentada de manera permanente en el país pasa, por lo general, a engrosar la oferta de vivienda secundaria.
El fresco representa a una mujer joven que lee la carta en la que su arrendador le comunica que tendrá que dejar la vivienda.
El retrato se acompaña de un mensaje en euskara y francés que reza: «Aviso para abandonar la vivienda por razón de venta. Escena habitual en Ipar Euskal Herria. Aquí dos tercios de las nuevas residencias secundarias son antiguas viviendas principales». Y del hashtag #stopaski.
Los alquileres de fiestas
A unos días de las fiestas de Baiona, cuando se dispara otro fenómeno, como es el de los alquileres de corta duración, a los que se dedican parte de los bienes comprados a precios exorbitantes, la aparición de esa obra de arte urbano, que firma el artista urruñarra XabXab, servirá para alertar a las miles y miles de personas que acudan a disfrutar del ambiente de la capital labortana sobre los efectos sociales y humanos de las prácticas especulativas que coartan el derecho a la vivienda.
Herrian Bizi-Se Loger au Pays, que es la plataforma que ha confiado al artista la ejecución del mural, expresa mediante un comunicado su vocación de «hacer llegar nuestro mensaje al máximo de personas, ya sean de aquí o vengan de fuera».
El año pasado su opción fue la de realizar una fotografía gigante durante las fiestas para apelar a nuevas movilizaciones para pedir los cambios legales que amparen, especialmente, a los inquilinos y, en general, a los sectores de la población más expuestos a la precariedad habitacional.
La plataforma defiende la pertinencia de alzar la voz, también en el contexto festivo y estival, sobre una problemática que se traduce en el hecho de que una de cada cinco viviendas existentes en Ipar Euskal Herria se dedique a uso secundario mientras que quienes trabajan y viven en el país tienen cada vez más dificultades para acceder a un alojamiento digno.