Vivienda, uno de los obstáculos en la negociación para la formación del Gobierno navarro
Geroa Bai ha dado un puñetazo en la mesa ante el intento del PSN de reducir su peso en el Gobierno navarro. En esta propuesta se incluye sustituir la consejería de Vivienda por la de Salud, un movimiento en el que también hay que tener en cuenta el rechazo de esta formación a la Ley de Vivienda.
La semana ha comenzado con Geroa Bai plantándose ante el PSN en la negociación para la formación del Gobierno navarro. Hay quien habla incluso de órdago. En cualquier caso, será a la chica. Es aventurado pensar que existe un bloqueo total de las negociaciones, especialmente cuando a ninguno de los actores del proceso les interesa una nueva convocatoria electoral. Estamos dentro de los plazos que marca el Amejoramiento para la negociación. Hay partida.
Geroa Bai se ha quejado de que el PSN quiere reducir su presencia institucional en el Gobierno con la excusa de que ha tenido un bajón electoral respecto a 2009. Lo cierto es que la negociación de hace cuatro años concluyó con una sobrerrepresentación del PSN en el Gobierno y que ahora la quiere aumentar. El enfado de Geroa Bai puede ser comprensible. Especialmente si se tiene en cuenta que el Gobierno navarro debe configurarse en base al Parlamento surgido de las elecciones del 28 de mayo, no de las urnas del 23 de julio, en las que se votaba otra cosa.
En el planteamiento del PSN, Geroa Bai se queda sin Desarrollo Rural (que ha estado gestionado por Itziar Gómez) y se reducen las competencias de Desarrollo Económico (dirigida por Mikel Irujo) y Relaciones Ciudadanas (Ana Ollo). Además, se cambia Vivienda (en manos del vicelehendakari José Mari Aierdi) por Salud, una consejería de peso pero que se encuentra en el centro de las críticas de la ciudadanía por cuestiones como las listas de espera en Osasunbidea.
Aplicar la Ley de Vivienda
En el trueque Vivienda/Salud no está en juego solo el equilibrio de poder dentro del Gobierno, sino que hay también elementos que pueden calificarse de ideológicos. De las cuatro fuerzas que influyen en la formación del Gobierno (el cuatripartito que le llama UPN y en el que hay que incluir a EH Bildu, ya que su abstención es imprescindible), solo hay una que no aprobó la Ley de Vivienda en el Congreso español. Es Geroa Bai; ciertamente no tenía representación propia en Madrid esta legislatura pero el PNV se situó en contra. En la entrevista que María Solana concedió a NAIZ en la campaña electoral del 23-J señalaba claramente que no apoyaba esa norma. Tal y como hace el PNV, subraya la invasión competencial.
Por tanto, no parece conveniente que una consejería que tenga que aplicar la Ley de Vivienda en Nafarroa esté dirigida por una persona perteneciente a un partido que no cree en ella.
Contigo-Zurekin ha reclamado Vivienda para sí. En el anterior Gobierno, Podemos-Ahal Dugu tuvo una consejería, mientras que I-E optó por permanecer fuera del Ejecutivo pese a firmar el acuerdo programático. Eduardo Santos ocupó la consejera de Políticas Migratorias y Justicia, un ámbito que se correspondía como anillo al dedo a su perfil profesional.
En Podemos-Ahal Dugu ha habido un cambio de dirección en ese periodo y Santos ha sido sustituido por Begoña Alfaro, abogada con experiencia en colectivos de defensa del derecho a la vivienda como la PAH. La reclamación de Contigo-Zurekin es tener una consejería en el Gobierno navarro, ya que estiman que es lo que le corresponde a su peso en el Parlamento, tres escaños. «No pedimos más, pero no aceptamos menos», han manifestado en repetidas ocasiones. La consejería de Vivienda se ajusta a esta reclamación.
El planteamiento de Contigo-Zurekin es ser un agente para aplicar la Ley de Vivienda en Nafarroa y para ello quiere colaborar con los ayuntamientos, especialmente con los gestionados por EH Bildu, otra fuerza comprometida con la norma aprobada en Madrid y que tiene una amplia representación en el ámbito municipal.