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El Estado Islámico (ISIS) multiplica sus ataques contra el Ejército sirio

Al menos 23 soldados sirios han muerto en las últimas horas en un ataque del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS), el tercero y el más mortífero desde principios de agosto, en una zona desértica del este de Siria.

Un miembro del ISIS sostiene una bandera de la organización en Raqa, Siria, en una imagen de archivo. (HO | ZUMA PRESS | CONTACTOPHOTO)

El Estado Islámico (ISIS o Daesh) ha intensificado recientemente sus ataques en Siria, particularmente desde las zonas desérticas donde sus combatientes se han refugiado tras la pérdida en 2019 de los vastos territorios que controlaban en este país y en la vecina Irak bajo el nombre de Califato. Y eso que, desde entonces, cuatro de sus sucesivos líderes han sido ejecutados extrajudicialmente.

«El jueves por la noche, elementos de ISIS tendieron una emboscada a un autobús del Ejército sirio que transportaba soldados en la provincia oriental de Deir Ezzor, y los atacaron con armas ligeras y medianas», ha informado el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres pero con una red de fuentes por todo el país.

Según esta ONG, «al menos 23 soldados murieron y diez resultaron heridos», mientras que decenas de soldados más estarían desaparecidos.

Una fuente militar siria ha confirmado a la agencia oficial Sanaa el ataque y muertos y heridos, sin más precisiones.

Las fuerzas del régimen y los grupos pro iraníes aliados con él, fuertemente desplegados en la región de Deir Ezzor, están desde hoy en alerta máxima, según el OSDH.

Se trata del tercer ataque de los yihadistas del ISIS contra el Ejército sirio desde principios de agosto y el más mortífero, según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

El pasado lunes, 10 soldados murieron en un ataque en la provincia de Raqa (norte), donde el Estado Islámico proclamó entre el terror un "califato" en 2014, antes de ser derrocado en 2017.

El 1 de agosto, siete personas, incluidos cinco soldados sirios, murieron en un ataque contra un convoy de camiones cisterna que transportaba combustible en una zona desértica del centro de Siria.

Todavía presente

El ISIS reivindicó el 27 de julio un ataque contra el barrio damasceno de Sayeda Zeinab, que alberga un santuario chiíta en los suburbios de Damasco, protegido  y defendido desde el inicio de la guerra en Siria en 2011 por milicianos chiítas, en particular libaneses de Hizbullah e iraquíes. matando al menos a seis personas e hiriendo a 20.

«El ISIS ha intensificado recientemente sus ataques (...) en un mensaje destinado a recordar que el grupo sigue presente y activo a pesar de la muerte de sus líderes», asegura el director del OSDH.

Desde 2019, del Estado Islámico ha perdido a a sus cuatro últimos y sucesivos líderes. El 3 de agosto los yihadistas anunciaron la muerte del último y el nombramiento de un sucesor.

Según su versión, fue objeto de un atentado por un grupo yihadista que le es hostil y que controla la provincia de Idlib, el último bastión rebelde en el noroeste de Siria.

Los anteriores líderes del ISIS, entre ellos su fundador, Abou Bakr al-Baghdadi, fueron ejecutados extrajudicialmente por EEUU y sus aliados en la región.

Tras un meteórico ascenso al poder en 2014 en Siria e Irak, el ISIS vio vacilar su autoproclamado califato bajo el embate de las sucesivas ofensivas lanzadas en estos dos países con el apoyo de una coalición internacional antiyihadista.

La derrota del Daesh en Siria se proclamó en 2019 -y en Irak en 2017-, pero la coalición se ha mantenido en el país para luchar contra las células yihadistas que continúan operando allí, atacando a civiles, fuerzas armadas lideradas por kurdos, soldados sirios o combatientes pro-iraníes.