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La entrada de Chimy que indigna en Bilbo y satura a Arrasate, ¿última en Osasuna?

La victoria del Athletic en El Sadar ha tenido un colofón desagradable para ambos bandos por la salvaje entrada de Chimy Ávila a Alex Berenguer en el descuento, saldada con tarjeta roja fulminante. En un gesto muy inhabitual, hasta su entrenador la ha criticado. ¿Puerta abierta?

La desproporcionada acción, con los dos pies por delante. (TV)

Llueve sobre mojado en el caso de Chimy Ávila, y además sobre un mismo suelo: el Athletic. En la recta final del derbi en El Sadar de hace dos temporadas realizó una salvaje entrada sobre Nico Williams en el descuento de un partido ya resuelto (1-3) y este sábado ha hecho lo mismo sobre Alex Berenguer también sin sentido alguno por el 0-2.

 

La acción ha sido muy peligrosa, con los dos pies por delante sobre el tobillo, y le ha acarreado tarjeta roja fulminante. Afortunadamente, ni aquella noche de enero Nico Williams ni esta de agosto Berenguer han salido lesionados.

No solo los jugadores del Athletic se han mostrado indignados con el rosarino, sino también parte de su afición en las redes sociales. Pero lo más revelador ha sido la crítica pública del entrenador rojillo, Jagoba Arrasate, a un acción que «no es la primera ni la segunda», y que le molesta además porque «esto no es Osasuna».



La contundente declaración puede conllevar una puerta abierta para el argentino, en estos once días que restan de mercado de fichajes. La pasada semana el propio Arrasate había afirmado que contaba con el delantero y el club filtró que este no se planteaba irse tras algunos rumores sobre el interés del Bournemouth que entrena Andoni Iraola. Pero nunca se sabe qué hay que realidad y qué de posición negociadora en este tipo de aseveraciones. La crítica pública apunta a que Arrasate ha perdido la paciencia con un jugador que muchas veces ha sumado para Osasuna pero que demasiado a menudo también resta.

 



Ávila ya ha dado señales de desconexión con el plantel y la grada en varias ocasiones, desde el famoso episodio de la camiseta de Vox del que se mostró arrepentido a la celebración en junio del pase a la Conference League: Chimy sacó un capote y se puso a torear en el centro de campo, al margen de la fiesta del grupo, provocando pitos en la grada y bastante sonrojo.

Su figura es controvertida para la hinchada y genera patente división. Su trayectoria incluye ya numerosos fallos y posteriores autocríticas, que habitualmente remiten a su dura infancia: la mostró en este centro de menores de Iruñerria.

Hay un par de indicadores de que puede ser traspasado. El primero es que por primera vez en los últimos años desde el club se ha mostrado disposición a vender a algún jugador por debajo de la cláusula (que en su caso es de 30 millones de euros). Y también la fuerte inversión hecha por Raúl García de Haro, siete millones, el segundo fichaje más caro de la historia de Osasuna.

Vaivenes

A la espera de ver si es su último capítulo en Osasuna (si fuera traspasado no jugaría más de rojillo en liga puesto que no estará en Valencia), la trayectoria de Ávila no puede ser más rocambolesca. Tras media temporada inicial deslumbrante, en el momento en que se empezaba a negociar un traspaso al Barcelona se rompió el cruzado de una pierna, y casi acto seguido el de la otra.

Las dos recuperaciones fueron fulminantes confirmando su voluntad y determinación a prueba de bomba. Volvió a buen nivel y renovó con Osasuna en marzo de 2022 hasta 2026, pese a que para entonces el episodio de Vox ya había enrarecido su relación con parte de la afición. El pasado año lo empezó bien pero fue decayendo en la segunda vuelta. No fue titular en la final de Copa ni lo ha sido en este inicio de temporada. Tiene 29 años.

Mientras en Iruñea se debate, en Bilbo lo tienen claro sobre Ávila (aunque la inmensa mayoría de los tuits son directamente irreproducibles):